En Guerrero se dio un paso firme para proteger la autonomía, la seguridad y la integridad de las mujeres y de todas las personas.
El Congreso del Estado aprobó la iniciativa que presenté para tipificar como delito la administración no consentida de sustancias.
A partir de ahora, en Guerrero se castigará a quien, por engaño o de manera subrepticia, introduzca, suministre o inyecte cualquier sustancia en el cuerpo de otra persona sin su consentimiento, ya sea en el transporte público, en una escuela, en un centro de salud, en un evento o en cualquier espacio de convivencia.
Nadie tiene derecho a vulnerar el cuerpo de otra persona.
Con esta reforma al Código Penal, se cierra un vacío legal que afectaba especialmente a mujeres, adolescentes y niñas, y reconocen esta conducta como una forma grave de violencia.
Reconocen a las diputadas y diputados que respaldaron esta reforma que nos une por encima de colores, porque protege primero a quienes más expuestas están: mujeres, niñas, niños, personas con discapacidad y personas adultas mayores.
Se sigue trabajando para que Guerrero sea, en los hechos, un santuario para las mujeres: un estado donde la vida, la libertad, la seguridad y el consentimiento se respeten sin ambigüedades.
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