• Nov 13, 2025

¿De qué va a vivir la gente en Acapulco? El combate al ambulantaje


*Mientras un funcionario se jacta de que "liberó" una banqueta afuera de un hospital de las afueras de Acapulco y de haber subido el cobro de piso de 5 mil a 15 mil pesos a comerciantes informales de la colonia Icacos, muy cercana a la Costera, revisamos las cifras oficiales y encontramos que al menos 6 de cada persona ocupada en este municipio vive de la economía informal. Es decir, carece de un local establecido o de un empleo formal con seguridad social.

De ahí se deriva este análisis.
Columna | Economía al Margen
Por un mercado más justo: el comercio ambulante como motor de Acapulco
Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO
En los discursos oficiales, el comercio informal suele ser catalogado como un problema a erradicar. Se le culpa de desordenar la vía pública, competir deslealmente con el comercio establecido y evadir impuestos. Pero esa narrativa omite una verdad más profunda y humana: en ciudades como Acapulco, el comercio ambulante no es un capricho ni un acto de rebeldía urbana. Es, ante todo, una estrategia de supervivencia y un verdadero motor económico de base popular.
La economía de Acapulco, golpeada por crisis sucesivas —inseguridad, estacionalidad turística, fenómenos naturales como Otis y una inversión pública intermitente—, no ha logrado generar empleos formales suficientes ni estables. Frente a ese vacío, miles de personas han encontrado en el ambulantaje una forma de resistir el abandono y construir un ingreso cotidiano.
Lejos de ser enemigos del desarrollo, los vendedores ambulantes representan una red viva de oferta y demanda, especialmente en zonas de alto flujo como la Costera, el Zócalo, mercados periféricos y terminales. Su existencia garantiza el acceso rápido y barato a productos básicos, desde alimentos hasta servicios de bajo costo. El turista de clase media —el grueso del visitante que aún llega al puerto— no busca boutiques de lujo, sino cocos fríos, tlayudas, recuerdos artesanales, ceviche al paso y agua de sabor en bolsas. Todo eso lo ofrece la economía callejera.
La narrativa de orden urbano debe entender que no se puede imponer limpieza social a costa del hambre. ¿A quién beneficia un Acapulco “limpio” si sus habitantes pierden la oportunidad de ganarse el pan? ¿Queremos una ciudad estéticamente ordenada para que la disfruten los pocos, o una ciudad socialmente viva, aunque heterogénea?
Además, el comercio ambulante no opera al margen del sistema económico: lo alimenta. Compra insumos al mayoreo, contrata ayudantes, renta espacios, paga “cuotas” —legales o no— y moviliza una economía paralela que sostiene a miles de familias. A menudo, el vendedor callejero termina aportando más a la economía local que una cadena transnacional que paga mínimos salarios y repatria sus ganancias.
Lo que se necesita no es represión, sino regulación inteligente. Espacios dignos, horarios razonables, credenciales, formación básica en higiene o administración, acompañamiento institucional. El ambulantaje puede coexistir con el comercio formal y el turismo, siempre que se entienda como parte de un ecosistema económico, no como una plaga.
La alcaldesa Abelina López, con origen popular, debería encabezar un nuevo enfoque de justicia económica desde el territorio, y no ceder a presiones elitistas que solo ven valor en lo que luce “moderno”. No hay mejor dignificación de Acapulco que permitirle a su gente trabajar en paz.
El ambulantaje no es el problema. Es la respuesta que el pueblo ha construido cuando el sistema formal le ha cerrado la puerta. Y eso, en sí mismo, debería ser motivo de respeto… y de políticas públicas incluyentes.

NOTAS
1)
| Indicador | Valor estimado |
| ------------------------------------ | ----------------------------------------------------- |
| **Informalidad laboral en Guerrero** | \~76.5 % (1T 2025, ENOE) |
| **Informalidad laboral en Acapulco** | \~61.2 % (Acapulco, 1T 2025, ENOE) |
| **Comerciantes ambulantes** | \~25 000–35 000 personas en vía pública (sin permiso) |
| **Comerciantes semifijos en playas** | \~1 500–2 000 registrados (abril 2025) |
NOTA 2)
📌 Informalidad laboral (PEA ocupada)
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI:
En el primer trimestre de 2025, Guerrero registró la tasa más alta de informalidad laboral en el país, con un 76.5 % de personas ocupadas laborando en la informalidad
Wikipedia
+8
Sur Acapulco
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+8
.
En el mismo análisis, se indica que en 39 ciudades con más de 100 000 habitantes, Acapulco ocupó el segundo lugar en tasa de informalidad laboral con aproximadamente 61.2 % de la población ocupada en la informalidad
Sur Acapulco
.
Por lo tanto:
Guerrero (estado): ~76.5 %
Acapulco (municipio): ~61.2 %
⚠️ La diferencia puede deberse a mayor formalidad en zonas turísticas o en comparación con zonas rurales del estado.
*El autor es licenciado en ciencias de la comunicación y estudio maestría en ciencia política

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