Por Julio Zenón Flores
Casi al cerrar este 2025, Evelyn Salgado Pineda apareció
como la gobernadora con mejor desempeño del país, con 77 por ciento de
aprobación, según el 69º Ranking de Desempeño de Gobernadoras de México. La
posición, insólita para un mandatario guerrerense, si nos atenemos a las cifras
y al desempeño histórico de que se tienen registros, nos obliga a detenernos para
tratar de entender su realidad o irrealidad.
De entrada, puede sonar a cifra acomodada en un boletín,
pero cuando se revisa, resulta que no. Que hay metodología: 19 mil 200
entrevistas telefónicas, representativas de las 32 entidades, levantadas entre
el 23 y el 30 de noviembre, con un nivel de confianza del 96 por ciento. Fríos,
contundentes, incómodos para quienes viven del escepticismo.
Lo curioso no fue que se publicara el ranking, sino cómo
empezó a colarse en la conversación diaria. Ayer por la tarde, mientras
compraba mi café en una plaza comercial de la Costera, mi barista, una señorita
bastante acomedida, me dijo:
—Oiga don Julio, ¿a poco sí salió en primer lugar la
gobernadora?
No sonaba extrañada: sonaba intrigada. El tema me brincó,
porque justo, unos días en una conversación con un jefe de prensa que recién
terminó su diplomado en la Washington University, habíamos llegado a la
conclusión de que cuando la gente de la calle se intriga, es porque algo se
está moviendo.
Lo novedoso es que este rankin no mide simpatías, mide
desempeño. Y lo hace en temas que en Guerrero nos duelen y casi siempre están
bajo la lupa: Seguridad, Salud, Combate a la pobreza, Generación de empleo, Manejo
financiero, Capacidad de gobierno.
Y en esos rubros, Salgado Pineda superó a las gobernadoras
de Aguascalientes, Guanajuato, Baja California y Quintana Roo, cuyos estados
suelen ser presentados como modelos de estabilidad. Y aun así, Guerrero subió
al podio.
Por supuesto que dicha calificación no pudo caer del cielo,
que detrás hay acciones que se ven a simple vista:
– hospitales que ya no parecen zona de guerra permanente,
– ajustes en la estrategia de seguridad que empiezan a
notarse en ciertas zonas,
– programas sociales ampliados sin el viejo tufo de siempre,
– una economía que volvió a moverse, al menos en los dos
últimos trimestres, en los sectores primario y terciario, después del trauma de
Otis,
– finanzas públicas sin los sobresaltos que ya parecían
tradición.
En ese sentido, no queda sino reconocer que algo dejó de podrirse
en la manera en que se conduce al estado, que algo está haciendo bien la
gobernadora Evelyn.
Ese posicionamiento con el 77 por ciento nacional, no es más
que un reflejo de cómo la gente está leyendo al gobierno de Evelyn Salgado. Para
nadie es un secreto que los guerrerenses no regalamos aplausos, que somos tan
perspicaces que la aprobación se gana a machetazos, con resultados concretos, o
no se gana.
Hoy, guste o no, la gobernadora aparece como una de las
figuras con mayor efectividad y aprobación del país, y eso cambia la narrativa
de un estado acostumbrado a los titulares adversos y, tan es así que la propia
oposición se ha mantenido a la expectativa y mirando con mucho respeto a la
joven mandataria. Aún el que ahora aparece como el peor enemigo de Morena,
cuando habla de ella, siempre dice que hay que apoyarla.
Lo que se ve es que el cierre del año, con todas las baterías
puestas en los destinos ancla del llamado Hogar del Sol, parte fundamental de
nuestra economía, permitirán mejorar esos resultados que hoy arroja la
medición. Esol amerita al menos un voto de confianza, para lo que vendrá en los
próximos dos años.

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