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La fiscala, un freno a los intentos por pacificar Guerrero


Por Julio Zenón Flores Salgado

Cuando se observa que una de las playas más concurridas por los turistas de mediano y alto poder adquisitivo, que se ha presumido como la única de bandera internacional Blue Flag, por su limpieza, vive una semana completa bajo el fuego de la delincuencia organizada, con balaceras entre criminales a bordo de camionetas de lujo o montados en motos acuáticas, tiran cadáveres al mar y queman locales comerciales, impunemente, no puede menos que pensar que la seguridad en esa zona, como en otras, señaladamente San Miguel Totolapan, no está nada bien, pese a la existencia de mesas de coordinación en donde alguien no está haciendo su tarea.
Y es que hasta en el amor debe haber vialidad y no sólo voluntad, para que se pueda consolidar, cuanto más en la práctica de los funcionarios públicos que se contratan con altos salarios para cumplir ciertas funciones en beneficio de la población que les paga con los impuestos y derechos que el gobierno la obliga a aportar.
Esa debería ser una regla, en especial cuando se habla de la necesidad de construir la armonía y la paz en Guerrero, misma que, como se sabe, es la base de todo lo demás que se necesita para el desarrollo y la sana convivencia de los guerrerenses.
Por eso no se explica cómo es que, a pesar de sus errores, que son inocultables y de alguna manera entendibles por lo nuevo del concepto de seguridad pública, den más resultados los marinos, que en muchas ocasiones están fuera de su área de influencia, es decir fuera de su espacio natural de los cuerpos de agua, incluso vistos por quienes saben de funciones de la Sedena, como “piratas”, al actuar tierra dentro y descuidar las playas, donde ahora están ocurriendo hechos terribles de violencia, como en La Condesa de Acapulco y playas de Zihuatanejo e Ixtapa.
Tampoco se entiende cómo la Guardia Nacional, recién constituida y aún bajo el debate de su legalidad, y el propio Ejército, adiestrado para la guerra, no para patrullar calles, andadores, brechas y vecindades, junto a la Secretaría de Seguridad Pública, que por su parte sí está capacitada en las funciones que se le encomiendan, dan más resultados que el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), que, pese a contar con moderno equipo y la capacitación adecuada, de pronto parece más un lastre o, en términos de Joseph Goebbels, el vagón más lento del convoy que pretende regresar la paz y la armonía a la entidad guerrerense.
Es necesario analizar fríamente si es que esa lentitud o falta de resultados de la FGE deviene de la cabeza, es decir de la teniente coronel Sandra Luz Valdovinos Salmerón, y no por su ser femenino, pues ya ha habido mujeres procuradoras que dan muy buenos resultados, sino por su falta de capacitación para dirigir el área.
Y es que los diputados que votaron por ella en el Congreso, cuando vieron su nombre en la terna que envío la gobernadora, al parecer simplemente confiaron en que, viniendo del Ejército, sería una fiscala eficaz, pero que, desafortunadamente, no leyeron las letras chiquitas del CV de la ahora fiscal: que no obtuvo su grado de teniente mediante el esfuerzo, en campaña, en el ejercicio de las armas, en territorio, pues, como repite tanto la gobernadora Evelyn Salgado, sino en la comodidad de los escritorios.
Al parecer, los diputados no se percataron de que en el Ejercito también hay mucho personal administrativo, que en su vida ha tocado una arma y que va ascendiendo por antigüedad o relaciones con los mandos y eso fue el punto ciego: nombraron de fiscal a una persona sin experiencia en el campo, que no ha sido más que oficinista, lo cual es desde luego respetable, pero no para las necesidades del cargo en un estado como Guerrero.
Será por eso que al interior no se ha podido hacer respetar, ni obedecer, a pesar de rodearse de gorilones o de personal de tropa que, a diferencia de ella, sí sabe lo que es estar en terreno y que por esa misma razón no le da la valoración que se debe dar a un jefe, en cuanto a liderazgo se refiere.
Se cuentan, al respecto, anécdotas, de que cuando se reúne con quienes han sido tropa hasta ocupar cargos de mando y ahora le acompañan en algunas actividades para apoyarla, ella se muestra más preocupada, por ejemplo, por sacudir el polvo del lugar donde se va a sentar; por eso se hincó en una manifestación donde un militar no lo habría hecho, sino que lo contrario: se sintió ofendido por la actuación de la jefa por eso; a los jóvenes que participan en protestas por los desaparecidos va y les agarra los cachetes, en vez de darles esperanzas y acciones que conduzcan a soluciones viables. Por eso será que alguien en el MP de Costa Azul se embolsó o mal manejó 10 millones de pesos, de una persona que ahora los reclama. Será por eso, incluso, que no se ha sancionado a nadie después de que alguien de su personal condujo ebrio un vehículo que se accidentó en el regreso de San Miguel Totolapan.
La situación ha entrado en una crisis que no parece tener vuelta atrás en la Fiscalía: el personal está en constante protesta, a disgusto; ella, sometida al fuego de las movilizaciones callejeras de quienes ha despedido injustamente (por ejemplo, la mujer encargada del aseo despojada de su trabajo por no pasar el examen de confianza que se hace a quienes portan armas, como si ella también anduviera armada), y los diputados ya se inquietaron, sobre todo por la “desaparición” de los millones en Costa Azul, pero también al ver a una Fiscalía debilitada.
Seguramente no falta mucho para que los diputados tomen cartas en el asunto, pues Guerrero no está para aguantar una fiscalía en esas condiciones, pero mientras tanto cabe esperar alguna señal de prudencia de la propia teniente coronel de oficina, para superar esta difícil situación sin que el tema llegue al pleno del Congreso.
Veremos.



xxx Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, maestrante en ciencia política y, diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom

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2 Comentarios

  1. "Mas claro ni el agua". Tal parece que solo no ven la problemática, desgraciadamente quienes debieran poner remedio. Ni modo se dice que el pueblo tiene lo que se merece. Pero no lo creo asi. No es posible. Esto mas bien parece castigo. Hasta cuando Señora Gobernadora. Ya es tiempo de dar oportunidad a alguien que si conozca de estrategias y tenga suficiente capacidad juridica

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  2. Que motivo existirá para que el Congreso no tome cartas en el asunto, será que tienen un compromiso superior que con los ciudadanos. Ya casi un año en función de la Fiscal y hasta la fecha no hay resultados resultados. Será que es necesario que intervenga la Gobernadora o no le interesa este tema, pero lo dudo, porque hasta la fecha esta catalogada como buena Gobernante.

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