En una muestra de liderazgo
y capacidad política, la presidenta de la Junta de Coordinación Política
(Jucopo) del Congreso del Estado de Guerrero, Yoloczin Domínguez Serna, logró este
martes, concretar una serie de designaciones clave para el funcionamiento de
los órganos de control interno, la transparencia y la justicia en la entidad.
Con el voto mayoritario de
las y los diputados de la LXIII Legislatura, se nombró a un consejero de la
Judicatura del Poder Judicial del Estado, dos comisionados del Instituto de
Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, y
siete titulares de los Órganos Internos de Control de diversas dependencias.
Estas designaciones, que
habían sido postergadas por casi tres años por falta de consenso y voluntad
política entre las distintas fuerzas políticas representadas en el Congreso,
fueron impulsadas por Domínguez Serna desde su llegada al cargo en septiembre
pasado.
La presidenta de la Jucopo
realizó un trabajo de cabildeo y negociación con las y los coordinadores parlamentarios,
así como con las Comisiones Unidas de Vigilancia y Evaluación de la Auditoría
Superior del Estado y de Transparencia y Anticorrupción, para analizar y
evaluar los perfiles de los aspirantes, con base en los requisitos establecidos
en las convocatorias emitidas por el Poder Legislativo.
Los nuevos funcionarios
tendrán la responsabilidad de vigilar el correcto desempeño de las
instituciones a las que pertenecen, así como garantizar el acceso a la
información pública y la protección de los datos personales de los ciudadanos.
Asimismo, deberán contribuir al fortalecimiento del Estado de derecho y la
rendición de cuentas en Guerrero.
Entre los nombramientos más
destacados se encuentran el de Manuel Francisco Saavedra Flores como consejero
de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, quien tendrá la tarea de
supervisar la administración y el funcionamiento del órgano judicial; el de
María de Lourdes Ortíz Basurto y Horacio Díaz Quiñones como comisionados del
Instituto de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos
Personales, quienes deberán velar por el cumplimiento de las obligaciones en
materia de transparencia y proteger los derechos fundamentales de acceso a la
información y protección de datos personales; y el de Martín Riso Muñoz como
titular del Órgano Interno de Control de la Fiscalía General del Estado, quien
tendrá la misión de fiscalizar el manejo de los recursos públicos y prevenir
actos de corrupción en la dependencia encargada de procurar justicia.
Con estas designaciones, el
Congreso del Estado cumple con su responsabilidad constitucional y legal de
nombrar a los funcionarios que integrarán el Sistema Estatal Anticorrupción y
fortalecerán las instituciones democráticas en Guerrero.
Este logro se debe,
evidentemente, en gran medida al trabajo coordinado y eficiente que realizó la
presidenta de la Jucopo, Yoloczin Domínguez Serna, quien demostró su compromiso
con el bienestar y el desarrollo del estado.
Lo logrado, sin embargo, no
hace sino abonar para la definición de fondo de la personalidad de la
legisladora, cuya capacidad para operar políticamente ha asombrado a tirios y
troyanos, sobre todo a aquellos que se comenzaron a fijar en ella sólo a partir
de su cercanía con el senador Félix Salgado Macedonio, el hombre políticamente
más importante de Morena Guerrero en la actualidad, y de su designación al
frente de la Jucopo, con la errónea idea de que el ascenso en su carrera
partidista se debía al Toro sin cerca y no a ella misma, a su propia capacidad
en ese terreno, en una consideración que podría catalogarse como machista,
desde cualquier punto de vista.
Y es que esa capacidad de
operar políticamente de Yoloczin no nace con su cercanía a Salgado Macedonio.
Hay que recordar que ella se coló en esta legislatura LXIII por mérito propio, después
de haber sido traicionada por Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, que le
arrebató la diputación federal en el distrito 04 que le correspondía y la
abandonó a su suerte, creyendo que con eso la dejaba en la lona política. No
fue así, la ahora presidenta de la Jucopo demostró desde ese momento de qué
está hecha y recurrió a la ley e hizo un buen acuerdo con el senador morenista,
con quien trabó una alianza conveniente para ambos, que le llevó a colocarse a
la cabeza de la lista plurinominal del partido.
Un segundo momento en que Domínguez
Serna da muestras de ser superior en la operación política, es cuando se
enfrenta a Alfredo Sánchez Esquivel por la titularidad de la Junta de
Coordinación Política del Congreso, cargo que obtiene y desde el cual hace una
eficaz operación cicatriz.
El tercer momento de su
carrera política es el nombramiento de los titulares de los OIC en la LXIII
Legislatura, que no pudieron ninguno de los coordinadores de la pasada LXII
legislatura, ni sus antecesores en la LXIII, ya que se requería de las dos
terceras partes de los votos posibles de los diputados, siendo que Morena se encontraba
dividida y solo tenía la mitad, si se lograba unir a todos los morenistas. ¿Cómo
le hizo Yoloczin Domínguez para conseguir la unidad de los legisladores
morenistas y acercar el voto a favor de diputados de otros partidos de la
oposición, necesarios para sacar estos nombramientos? Ese es el secreto de la
buena política.
Después de esta muestra de
capacidad política, los demás aspirantes a la candidatura por la alcaldía de Acapulco
deben estar muy nerviosos. Dijera López Obrador “imagínese si no”, ya que, si
hace lo que hizo para los nombramientos de ayer, en donde unió a felixistas,
cesarnuñistas, independientes, petista, algunos perredistas y priistas…¿A poco
no los volverá a unir para ser postulada a la alcaldía o al Senado?
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