Por Julio Zenón Flores Salgado
Ahora que Acapulco está repuntando, que los índices de
ocupación van a la alza, que se siente más el bullicio en las playas y en los
lugares de consumo y recreación, se entiende que es el momento preciso para
potenciar las variables que han permitido su recuperación tras los agónicos
años de cierres durante la crisis de salud provocada por la pandemia de COVID19…
Y ES CUANDO se puede ver la capacidad de cada quien, y evaluar
si es que quienes se encuentran al frente de las dependencias responsables
tienen la capacidad o la voluntad de verdaderamente desquitar sus ingresos y
recolocar a Acapulco más allá de la coyuntura del frío, la guerra, el dólar, el
sargazo y otras variables que han empujado al turismo hacia este balneario del
Pacífico mexicano.
Por eso no es de extrañarse que de pronto los que saben de
la actividad turística, y vaya que hay más de uno en este balneario pionero de
la actividad y formador de la mayor parte de quienes se dedican a esto, se
pregunten ¿En dónde está el Fideicomiso para la promoción turística de Acapulco,
FIDETUR?
Y es que su titular Aída Patricia Pérez Pérez anda
desaparecida, perdón, semioculta o actuando de muy bajo perfil, para no usar
palabras que puedan sonar rudas, mirando como otros hacen su trabajo, pese a
que como se sabe ese Fideicomiso recibe buenos dividendos derivados de la
ocupación hotelera, que deben ser devueltos ipso facto a la industria sin
chimeneas, vía el trabajo en el fortalecimiento del destino con más y nuevas
corrientes de visitantes, para mantenerlo, como dijo la presidenta Abelina
López Rodriguez, este viernes en la presentación del carnaval 2023, “VIVO y en
Movimiento”.
Precisamente es desde diversas instancias municipales donde se
cuestiona lo injusto, dijera el secretario de turismo, David Abarca, de que “se
está trabajando, no simulando y (que) ahora no se necesita gente que no sepa y
que ande inventando”.
Tiene razón Abarca Rodríguez al señalar que, en el trabajo
del oficio turístico, “todo mundo habla y se cuelga medallas, pero en el
gobierno de Abelina somos los únicos que estamos trabajando” y no está mal,
pues para se les paga en el Ayuntamiento, pero ¿Y a qué horas hace lo propio la
gente de Fidetur?
Valdría la pena que quienes están al frente del Fideicomiso
se pongan el saco, cuando el secretario de turismo señala que “no están dando
tiros de precisión; el poco o mucho recurso que tengamos, tenemos que enfocarlo
a puntos específicos”, ejemplo de ello, es “que no estamos trabajando en
conectividad aérea, no estamos trabajando en la conectividad marítima, lo que
es parte importante de la promoción”, así como la definición de los nichos de
marcado”.
Que alguien le diga a su titular Aída Patricia Pérez Pérez,
que se de cuenta de que desde su llegada al cargo el organismo pareció entrar
en el limbo, se perdió en el sueño de los justos y que tiene que despertar ya,
pues la vida no da segundas oportunidades y esta es la de Acapulco.
No es posible que como mercadóloga y comunicóloga que es no
se de cuenta de que se necesita hacer campañas agresivas de publicidad en
Toronto, Quebec y Montreal para volver a recuperar ese mercado, como dice
Abarca, “más ahora que está volviendo a renacer el segmento y que hay presencia
de turistas de ese nicho de mercado”.
Según consigna la nota publicada este viernes por el portal
de ULTIMA HORA, el funcionario municipal destacó que esto se puede hacer (las
campañas de publicidad) con la coordinación entre el municipio, el estado y por
supuesto Fidetur, pero como no se han hecho, pues da pie al reproche que “ya
son tres meses desde la llegada de Aída Patricia Pérez Pérez y no se tiene una
estrategia de marketing, ni un estudio de mercado, no se tiene definido con
quien se va a trabajar, no hay licitaciones para las empresas. Ya estamos en
marzo y no hay ninguna campaña puesta”, reclamó el secretario de turismo, con
toda razón.
De la visión corta de la actual titular de Fidetur, da
cuenta el propio funcionario municipal, según la nota de Ernesto Caballero, que
lleñala que “mientras el municipio colocó un stand cercano a los 80 metros
cuadrados, Fidetur optó por tomar un espacio en el stand de México (es decir,
perdido, sin rostro propio) con un espacio de menos de 1.7 metros”, lo que
derivó en una gran diferencia en cuanto a citas de negocios acordadas, que
según la fuente de más de 200 para el municipio y menos de cien para el
Fideicomiso.
Y eso es solo un ejemplo de la notoria modorra de la actual
titular del Fidetur, que está haciendo quedar mal al gobierno de Evelyn Salgado,
aunque sea un organismo desconcentrado (o tal vez por eso, porque se siente tan
autónoma que nadie le va a pedir cuentas), que ha sido una gobernadora que trae
un gran ritmo de trabajo y que como mujer ha apoyado a las de su género y les
ha dado toda la oportunidad de desenvolverse de manera ejecutiva, con
oportunidades que no siempre se ha dado a las mujeres, al grado de que es
posible que la mandataria estatal pronto tome el asunto en sus manos.
Sobre todo, porque la gobernadora, igual que los turisteros
de Acapulco, bien saben que Acapulco no se vende solo, que necesita de todo el
empeño para consolidarlo, pues de eso depende hacer crecer la afluencia de
visitantes y con ello aumentar los ingresos de los que viven del sector y
crear nuevos empleos, lo que a su vez es vital para avanzar en combatir las
causas de la inseguridad que flagela al Estado.
La mercadóloga Aída Patricia Pérez, debería de recordar ese
refrán de que “camarón que se duerme…lo hacen coctel”.
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