¿Por qué no vino AMLO al informe de Evelyn Salgado?

Por Julio Zenón Flores

Nadie se atrevió a comentar el tema en público, pero es seguro que en lo interno más de uno de los asistentes al primer Informe de Gobierno de Evelyn Salgado Pineda, como gobernadora de Guerrero, el pasado 17 de octubre, se preguntaron acerca de las ausencias.

Hubo un lapso de silencio, por ejemplo, en torno a la ausencia de los diputados locales del PRI, quienes, de una manera poco cortés, optaron por irse a la Ciudad de México a un foro partidista, en vez de arropar a la primera mujer gobernadora, y dejaron en la capital de Guerrero, acompañando a la mandataria en su informe, sólo a la diputada Julieta Fernández Márquez, quien por cierto es de las pocas legisladoras que sí dan batalla ideológica en tribuna, a diferencia de la mayoría de sus compañeros, que reducen la lucha legislativa a un tema de cuánto me das para que te apoye en tus propuestas.

Una ausencia no esperada, sin embargo, fue la ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador; y otra, la de la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, que sí ha acudido a otros informes de sus compañeros de partido, y que es claro que anda en campaña por la sucesión presidencial.

La respuesta en cuanto a la ausencia del presidente López Obrador vino a los pocos días: No quiso venir como figura decorativa, sino que quiso mostrar de una manera más fehaciente y poco ortodoxa el concepto en que tiene a la joven mandataria de Guerrero, y llegó como un Santa Claus adelantado, con el argumento de supervisar las obras de los caminos en La Montaña, a darle su respaldo en el territorio.

Pocas veces se ha visto este tipo de apoyo de un presidente a una gobernadora y seguramente tiene que ver con ese dogma lopezobradorista de que las formas de hacer política deben de cambiar, como lo ha machacado cuando a las viejas formas de la política le llama “politiquería”.

En realidad, lo que ocurrió fue que el Presidente, en vez de venir a un edificio y a una fiesta donde habría restado resplandor a la que en ese momento era la reina (en su informe, Evelyn era la figura central, diría Perogrullo), optó por venir a acompañarla no unas horas, sino dos días, no en oficinas, sino EN TERRITORIO, como es la consigna evelynista.

El cambio en la forma del respaldo presidencia al informe de la gobernadora sirvió de una manera distinta, porque ambos -AMLO y Evelyn- saludaron a cientos de manos indígenas, de los pueblos más depauperados, en los sitios otrora más inaccesibles, supervisando obras que son de beneficio para esas comunidades y garantizando más de mil millones de pesos más para nuevos caminos rurales.

En ese sentido, pareciera que la gira del Presidente fue una extensión del primer informe de la gobernadora, sin que hicieran falta palabras para dar conocer su capacidad de gestión en el gobierno federal para atraer recursos etiquetados para los más pobres, que en la mayor parte de los casos ni siquiera pasa por los hombres del gabinete estatal, sino que llegan directo a las comunidades.

En contrapartida a la denominación ya generalizada de la “politiquería” o política de palabras y formas, se podría decir que AMLO y Evelyn aportaron para la ciencia política la definición de “política de hechos”, digamos que “en territorio”, lo cual en realidad aumenta el compromiso de la mandataria con su pueblo: no podrá argumentar, cuando termine su mandato, que no tuvo apoyo del gobierno federal, contabilizado en pesos y centavos en más de 20 mil millones de pesos, destinados desde allá a los programas sociales. De ese tamaño es el respaldo del Presidente a la gobernadora.

Y, como decía un popular presentador de un programa musical de televisión, que tenía su condominio que le regaló el viejo régimen en una de las playas de la zona Diamante: “aún hay más”, porque por ahí vienen los 3 mil millones destinados a la construcción de un hospital de tercer nivel del Issste en Acapulco, que debe estar listo antes de 13 meses y que podría ser inaugurado para el segundo informe de gobierno de la gobernadora Evelyn Salgado.

La ausencia de la gobernadora Claudia Sheinbaum, por su parte, sólo se puede explicar porque no se siente segura con Guerrero, o porque cree que no necesita los votos de los guerrerenses, porque ya se siente la ungida del Presidente o simplemente porque no vino ninguno de los otros llamados “corcholatas” y de esa manera no se dio carne a los leones del INE, que están más acuciosos que nunca, como animal herido, en espera del flechazo del Congreso de la Unión, que le quite la vida en definitiva. 

De la ausencia de los diputados priistas habría que hablar en otro contexto; ellos estás preocupados por la difícil situación que atraviesa su partido, con profundas divisiones; por ejemplo, entre Moreno Cárdenas y Osorio Chong, y entre Beatriz Paredes y Claudia Ruiz Massieu; más preocupados por sobrevivir al 2024 que por cortesía política.

xxx Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, maestrante en ciencia política y, diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom