Julio Zenón Flores Salgado
¿Tanto luchar para rendirse?
Lo primero que viene a la cabeza al leer esta publicación es
que si no puede que renuncie.
Pero no es tan simple.
La alcaldesa Abelina López Rodríguez debería, antes que
nada, asumir que le conducción del municipio es una tarea colectiva, eso
implica abandonar la actitud mesiánica, confiar en quienes la rodean y delegar
más.
Pero la mitad de quienes le rodean se queja de que ella no
se deja ayudar y la otra mitad es tan mediocre que solo le sirve de damas de
compañía, incluyendo los regidores zalameros y de la desvanecida oposición.
Dejarse ayudar no es solo cuestión de pedirle dinero a papá
gobierno federal, que tiene otros mil municipios en quiebra, ni exigirle al que
se le debe que no pida su pago, sino en esencia administrar y gobernar
colectivamente.
La situación no es sencilla, como no lo ha sido para las
últimas siete administraciones, pero tampoco se resuelve diciendo que los
anteriores debieron hacer lo que Abelina López Rodríguez no puede.
Mejor que se ponga a gobernar, que se baje del ladrillo
mesiánico en que se encuentra, que vuelva a su sencillez de antaño, que se deje
ayudar y que sustituya a la mitad mediocre de su equipo, o que diga si se debe
desaparecer al ayuntamiento y nombrar comisionados federales como se ha hecho
en otros lados en otras épocas.
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