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Morena y la traición a Granda


Finalmente no hubo nada nuevo bajo el sol.
En los hechos, en la selección de candidato Morena se empeña en darle credibilidad a quienes lo acusan de copiar y remasterizar las viejas prácticas priístas del dedazo y la imposición.

En Guerrero los casos de exclusión y traiciones rumbo a las elecciones de junio próximo brotan desde todos los rincones de la entidad.

No hubo una sola región de Guerrero que no se viera afectada por las imposiciones de los grupos de poder en Morena pero sin duda la traición que le hicieron al empresario Carlos Granda es la más  paradigmática por todos los elementos que la envuelven.

Sin grupo en la cúpula morenista que lo respaldara, el empresario Carlos Granda Castro participó en la contienda interna y fue el único competidor real de la alcaldesa Abelina López. Con todo y que ella llevaba 3 años con el aparato del gobierno municipal a su disposición y él tenía 12 años sin cargo, la diferencia fue mínima y se tuvo que decidir por la intervención de Marcelo Ebrard.

Después de que Abelina López se hizo de la nominación, los acuerdos con los otros candidatos no se cumplieron, al menos como lo marca lógica básica.

A eso se siguió un concierto de mentiras que poco a poco quedaron al descubierto.

Días después de dar por concluido el proceso, el dirigente estatal de Morena, Jacinto González había declarado que el caso Acapulco ya estaba zanjado y que todos serían incluidos pero solo quedó en declaración.

Granda fue traicionado por la dirigencia de ese partido que pese a ser, de acuerdo con la encuesta de Morena, el candidato que quedó en segundo lugar y con menos negativos que la alcaldesa.

El resto de los aspirantes, ese grupo que Jacinto González aseguraba ya había sido incluido, nunca apareció en los espacios de los distritos.

Ilich Augusto Lozano Herrera, por ejemplo, iba como diputado local por un distrito y se veía como un cuadro competitivo, pero al final no fue inscrito.

Lo mismo pasó con Yoshio Ávila y Zeferino Gómez Valdovinos. Ambos fueron marginados.
Pero eso sí Jacinto González Varona garantizó la nominación de su amigo personal Eduardo Bello Solano aún cuando es una figura que en territorio no tiene arrastre social.

Sólo alcanzaron espacios Yoloczin Domínguez Serna que fue colocada en el Distrito federal 04 y Joaquín Badillo Escamilla designado en el 09 local. Ambos felixistas.

En el caso de Granda, por la forma en la que la cúpula de Morena lo traicionó, es muy probable que encabece la candidatura a la alcaldía por la oposición.

Aunque aquí hay que separar una cosa, la traición que sufrió Granda no fue de los ciudadanos, esos que hicieron realidad la llegada de la izquierda a la Presidencia en México, sino de una cúpula que tomó decisiones sin criterios objetivos sin respetar lo que las bases expresaron en las encuestas donde daban al empresario como un aspirante competitivo.

Parece que en Guerrero Morena la apuesta mucho a la marca, olvidándose que las bases son la fortaleza de la marca. El PRD cometió el mismo error que está cometiendo Morena y hoy está un paso de la extinción.

Orillado por las imposiciones y ya sin mucho qué hacer en Morena, donde no apreciaron su capital político, lo natural es que Granda comience a ver hacia otros horizontes partidistas.

La eventual salida de Granda de Morena más que un capricho por no haber sido nominado, debe ser vista como un acto de dignidad política ante las prácticas antidemocráticas que prevalecen en ese partido. Eso lo certifica el éxodo y todas las voces que han criticado duramente a la cúpula de Morena.

Por lo pronto hay sobre la mesa, según sus más cercanos, propuestas serias para encabezar la candidatura a la alcaldía ya sea por el frente "Fuerza y Corazón por México" que conforman PAN, PRI y PRD o por Movimiento Ciudadano (MC).

Con Granda, el Frente o MC garantizarían un candidato competitivo, con escasos negativos y proyección que con una buena campaña y aliados excluidos podría convertirse en una opción electoral interesante.

Sin embargo, el camino naranja no parece ser el que tome Granda porque los nuevos dueños de esa franquicia le apuestan a llevar a sus incondicionales o a quienes no cuestionen sus estrategias.

El camino más viable parece ser abanderar la alianza conformada por el PRD, PRI y PAN, partidos que en la última elección dieron la batalla de manera digna al tsunami guinda con todo y la marca AMLO - Morena en la proa de barco.

Con el frente las posibilidades reales que Granda compita por la alcaldía son más amplias porque tanto el PRD y el PRI tienen la estructura electoral suficiente para cuidar la elección. Toda esa experiencia serviría para evitar una eventual elección de estado.

Además, Granda podría ser ese catalizador para capitalizar el descontento que causó en el morenismo la polémica imposición de Abelina López.

Pero para estar en el juego final tendría que hacer una campaña disruptiva, que rompa con los moldes, y jugar prácticamente por nota para nivelar la posible ventaja que lleva una mujer que ha estado tres años en el gobierno pero que también ha sufrido un desgaste considerable.

El empresario debe hacer una lectura correcta del escenario y dar tiros de precisión en la elección de sus decisiones personales.

Por ejemplo debe analizar con detenimiento que cuando hace menos de un año Morena se veía imbatible en Acapulco para la alcaldía, ahora las grietas que deja un desaseado proceso interno podrían cobrar factura si se alinean algunos factores.

El voto cruzado es un fenómeno que podría presentarse en esta elección lo que podría hacer naufragar el proyecto morenista en Acapulco algo que no sería mal visto por felixistas y nuñistas, aunque ellos no lo reconozcan públicamente.

Esa teoría no es descabellada toda vez que la alcaldesa Abelina López competirá teniendo junto a ella su estructura y la marca Morena, pero todo parece indicar que no contará con el apoyo real de los aparatos de los dos grupos fuertes en Guerrero que simplemente serán indiferentes a los esfuerzos que hagan la reelecionista.

La percepción es que a todos en Morena, y me refiero a los grupos hegemónicos, les conviene frenar a López Rodríguez porque si gana sería difícil pararla en el 2027 que se disputa la gubernatura.

Si Granda decide abandonar Morena como todo parece apuntar debe ser ese candidato armonizador de todos esos intereses y hacerlos coincidir con un proyecto social que impulse el desarrollo de Acapulco cuando Acapulco lucha por salir de ese callejón oscuro en lo que lo dejó "Otis".

Como ven para la elección de junio próximo todavía nada está escrito, porque en la política todo cambia de un momento a otro.

Las protestas por las imposiciones y designaciones cupulares, no han disminuido en Guerrero por el contrario cada día aumentan más.

Por la cerrazón de quienes deciden hoy en Morena no se ven señales de querer rectificar.

Sí así actuan estando activo el mayor estandarte de la Cuarta Transformación que es Andrés Manuel López Obrador lo que se espera cuando esté descansando en su finca es que los grupos protagonicen una lucha encarnizada por el poder.

Con el vaivén de los intereses cada vez más se va desdibujando aquél movimiento sostenido por la esperanza que buscaba cambiar la forma de hacer política.

Los ciudadanos son los únicos que con su voto pueden castigar este tipo de prácticas que atentan contra el espíritu de aquél partido que pretendía darle poder al pueblo.

Hoy Morena parece haberse convertido en todo aquello contra lo que luchó hace 20 años parafraseando a José Emilio Pacheco.

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