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LA PRUEBA REAL DE LA FISCALA DE GUERRERO



Por Julio Zenón Flores Salgado

La Teniente Coronel Licenciada en Justicia Militar Sandra Luz Valdovinos Salmerón, quien rindió protesta ante el pleno del Congreso del Estado de Guerrero, tal como se tenía previsto desde la mañana del día 28 de diciembre, representa todo un enigma no solamente por ser mujer en un estado con arraigadas costumbres machistas, donde se llega al grado de impedirles votar en elecciones de comisario, sino también porque su formación ha sido en la justicia militar y no civil.
Su nombramiento en el cargo fue impecablemente legal y protegido desde el principio. A la Fiscal (o Fiscala, de las dos formas es correcto según el diccionario de la RAE) ni siquiera la expusieron al golpeteo mediático o al análisis y discusión de los diputados, la mayoría de ellos con una cultura formada a partir de la guerra sucia de los años 70, que dejó desconfianza hacia el uniforme verde olivo.
Todo indica que ni siquiera fue una propuesta local, pues ella, aunque nación en Guerrero, ha desarrollado su vida fuera de la entidad y fuera también de la esfera civil, ha vivido en los procesos de justicia militar, área en la que tiene formación académica, aderezada de derecho constitucional, o sea, conoce claramente la diferencia entre la justicia castrense y la justicia en la sociedad, al pueblo simple y llano.
Para tener una idea de lo que vendrá, con ella en la Fiscalía, deberíamos de analizar un poco más la forma en que su nombramiento fue procesado hasta la toma de protesta en el Congreso: tres datos al respecto. 1.- La terna, muy fuerte, compuesta por la penalista Anacleta López, el avezado litigante José Luis Gallegos y el subsecretario de gobierno Ludwin Marcial Reynoso, llevaba, sin duda, el nombre de quien tenía el visto bueno de Casa Guerrero y del senador Félix Salgado, llegó casi para vencerse el plazo puesto por la Jucopo. 2.- Se suponía que el grupo mayoritario de Morena y el PRI ya habían acordado el nombre a aprobar y 3.- Se atravesó un ingrato fin de semana, en el cual se dio marcha atrás a lo programado. Se frenó, pues, para dar paso al arribo de la teniente coronel.
Sus antecedentes la ubican en el círculo de confianza del secretario de la defensa nacional (quien por cierto hace poco se abrió como simpatizante del partido Morena, rompiendo el mito de que los militares son apolíticos o al menos apartidistas), quien es uno de los hombres del presidente Andrés Manuel López Obrador y uno de los principales operadores de las acciones del poder presidencial.
Por ende, esa fiscal es realmente poderosa. Si decide, de acuerdo a sus mecanismos de toma de decisiones, que por ahora no se tienen claros, es decir, si va a recibir órdenes de la Sedena, del presidente de México, o se va a atener realmente a los acuerdos de la Mesa de Coordinación para la paz, estatal, actuar contra los delitos y delincuentes que han lacerado a los guerrerenses durante décadas y que se han apropiado de extensas zonas donde hasta declaran toques de queda, controlan la economía y la política y son los amos y señores, nadie se lo va a poder impedir, tanto por el respaldo federal con que cuenta, como por la información que seguramente va a recibir o ya tiene, proveniente de las áreas de inteligencia militar que le rodean.
En términos llanos, es una fiscal que se ajusta a un perfil necesario para la problemática que se vive en Guerrero, con la cual no habría pretextos para obtener resultados en la pacificación de la entidad y en la recuperación de los espacios ahora dominados por los criminales.
Es una Fiscal técnicamente correcta.
La realidad la veremos dentro de muy poco, pues no se trata solo de tener todos los respaldos, sino la capacidad investigativa y el conocimiento de la ley, no en lo general, sino del derecho penal, civil y de derechos humanos, que garantice que todos los procedimientos se apeguen a derecho, pues de otra manera esto agudizará la llamada “puerta giratoria”.
Y en ese sentido ya tiene frente a sí la primera prueba real; el asesinato del ex candidato del PRI a la presidencia municipal de Tixtla, Saul Nava Astudillo, pues nadie ignora que ese municipio es uno de los que están bajo el control de una de las más poderosas bandas del crimen organizado. Si hay resultados pronto, significará que la fiscal aportará al Estado, si no, permitirá darnos cuenta que el tema no es de capacidad técnica o legal, que ni el mejor fiscal del mundo, podría garantizar seguridad y justicia en un estado donde los intereses criminales y de las élites políticas llegan a ser hasta simbióticos.
En el terreno político, en cambio, está pendiente un análisis de fondo o una declaración a priori de ella misma en torno al tema de la participación recurrente del Ejército en actos de represión y persecución que marcan la historia de Guerrero, y que no va muy lejos, pues investigaciones periodísticas, como las de Anabel Hernández, apuntan hacia el Ejército en el caso Ayotzinapa.
Por hoy solo podremos decir, que hay que dejarla trabajar y darle el beneficio de la duda.

xxx Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista, escritor y profesor universitario. Diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom

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