La importancia de la conducción de la LXIII Legislatura de Guerrero
Por Julio Zenón Flores Salgado
Este artículo en realidad debiera titularse “Los retos de Alfredo
Sánchez Esquivel”, porque si bien la LXIII legislatura del honorable congreso
del estado de Guerrero tiene una gran responsabilidad histórica con el pueblo
que la eligió, en el sentido de cumplir las expectativas de los electores, con
la orientación de su voto a favor de un partido que ya fue la fracción
mayoritaria en la pasada legislatura, también es cierto que fue el diputado
mencionado, quien marcó el ritmo del último año de ejercicio de las bancadas
que se fueron.
Las críticas a lo que fuera la LXII legislatura tendrán que
esperar un poco más, porque en este momento, en que el Congreso guerrerense no
ha terminado de nombrar formalmente a su Junta de Coordinación Política (JUCOPO),
aunque ya todos sabemos quienes son y por un mero formalismo no han podido
rendir protesta, lo principal es atisbar en la ruta que seguirán los diputados
actuales para legislar en temas controvertidos y en temas no avizorados aún,
pro que tienen que ver directamente con la gobernanza y la gobernabilidad, aún
en las coyunturas que se lleguen a presentar.
Y en ese sentido, los hombres cobran gran importancia, por
eso algunos son catalogados como “hombres historia”, porque sin ellos en la
coyuntura, quizás los procesos políticos o sociales no habrían cuajado, como el
caso, valga la referencia atrevida, de Rosalío Wences Reza, el Fredeuag y la
Universidad Pueblo, en la UAGro, por eso la referencia desde el principio a
Sánchez Esquivel.
En una conversación con uno de los tres legisladores que
sonaban para coordinar a la fracción de Morena, quien finalmente se convertiría
en el coordinador de la JUCOPO, me preguntó que quien creía yo que sería, aclarándome
que ellos ya se habían puesto de acuerdo en uno de los tres y era solo para
probarme. Yo le dije que me inclinaba por el diputado Alfredo Sánchez, no por
favoritismo alguno, pues con él no he tenido mayor trato que unos cuantos
encuentros en ruedas de prensa y conversaciones muy rápidas sobre los temas de
coyuntura, sino simplemente porque de los tres que sonaban era el de mayor
experiencia legislativa, sin menospreciar las cartas de los otros dos.
Y efectivamente, Sánchez Esquivel fue quien condensó en la
fracción de Morena lo que debió hacerse desde el principio, siendo como eran la
más grande las bancadas de todos los partidos en la LXIII legislatura, lo que
les hubiera alcanzado para sacar los temas de mayor relevancia con las bases de
la 4T en el estado de Guerrero, aun teniendo a un gobernador de otro partido
(del PRI) que por otra parte, demostró mucha empatía con el morenismo. Fue el
que logró la mayor unidad en torno suyo, un asunto esencial para poder llevar a
buen término las iniciativas que llegaran al pleno, y que tenía claridad en los
temas importantes y los urgentes.
Coordinar la fracción de Morena en el último año de
ejercicio legislativo de la LXII legislatura proveyó a Sánchez Esquivel de la
experiencia para eludir los trabucos y recorrer los recovecos de la técnica
legislativa, le dije en esa ocasión a mi interlocutor, porque antes de él, los
priistas y las demás fracciones se estaban comiendo a los morenistas, el
primero de ellos, Pablo Amilcar Sandoval, que traía la vista puesta en otro
lado y que no duró prácticamente nada en el cargo, donde además crecieron los
enconos y las diferencias internas y un segundo coordinador de corte bastante limitado, aunque con buena formación, pero un tanto
tímido en sus acciones, Antonio Helguera, que tampoco pudo ni lograr la unidad,
ni torear con los expertos legisladores que coordinaban las otras fracciones.
Por eso se debe destacar, en este caso, la persona que va a
liderar el congreso, y que lleva la batuta en la fracción más grande, pues es
de esperarse que no se deje “chamaquear”, en el buen sentido del término -si es
que tiene alguno- pues en las otras fracciones permanecen verdaderos tiburones legislativos.
Y no se trata de ser “chamaqueado” o no, sino de, en base a
la experiencia adquirida, lograr los consensos, tanto con los otros equipos de
Morena, como con los coordinadores de las otras fracciones y representaciones
parlamentarias o, en todo caso, de saber cabildear para lograr las mayorías
requeridas para sacar los temas torales que pongan a Guerrero en el carril
inevitable de la 4T que viene como una locomotora avanzando por el país, para
bien o para mal, y que ya gobierna en 17 estados de la república y seguramente
los aumentará en las elecciones del año que viene que renovarán gobernadores en
cinco entidades más.
Y decir encarrilar a Guerrero en la sintonía nacional que
trae el tren de la 4T implica también su relación con el próximo gobierno de la
entidad, a cargo de Evelyn Salgado Pineda y su padre el senador Félix Salgado
Macedonio, con quien Sánchez Esquivel no tendrá ningún obstáculo, pues fue de
los diputados que se sumaron desde el inicio a la campaña del propio senador y
después de la actual gobernadora electa y eso le da la pauta para una relación
aceitada, suave, aterciopelada, aunque uno esperaría que no de subordinación,
sino de iguales.
Por otra parte, el nombrar al coordinador de Morena y
presidente de la JUCOPO pasa también por la necesidad de estar preparados ante la inevitable posibilidad de un
revés para ese partido en el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pues de ocurrir tal -y
nadie puede estar seguro de su fallo- el nombramiento de un gobernador provisional
recaería en el Congreso precisamente, y eso no podía caer en manos inexpertas,
pues un tema de mucha política, pero también de mucho apego a la normatividad
constitucional y de la técnica legislativa, en la que la oposición es sumamente
diestra.
Hoy, pues, Sánchez Esquivel tiene una enorme responsabilidad
al frente de Morena y al frente del congreso de Guerrero, ya hablaremos en su
momento de los temas de la agenda legislativa, que no es un paseo por la alameda
y que pasa necesariamente por bajar temas nacionales ordenados por la Corte,
como el aborto legal y seguro y el matrimonio igualitario, así como las reglas
del nuevo gobierno en la era de la 4T.
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