Gallery

header ads

The Economist Ventaneando a los “carnales


MIRADA INTERIOR


"



Por: Isaías Alanís




A Roberto González

(1953-2021)



¿Y con qué fin,
Toda esta dialéctica en la historia?
¿Para qué ir al paraíso estando muertos?
¿Para qué alcanzar la gloria estando vivos,
Si la gloria está muy lejos de este huerto?


Me impresiona como algunos mexicanos del facebook son lectores del semanario The Economist, fundado en 1843 por James Wilson, economista escocés y empresario. Creada para influir en la gran empresa. Entre otros, su origen se remonta a abolir las leyes proteccionistas del maíz. El medio continuó  su línea dura bajo la mano de su yerno, Walter Bagehot, economista, politólogo y tercer editor, el más famoso y quien la manejó de 1861 a 1877. Los contenidos son interesantes para el "respetable" mexican reader: "El mundo esta semana", "Líderes", "Gran Bretaña", "Europa", "Estados Unidos", "Las Américas", "Oriente Medio y África", "Asia", "China", "Internacional", "Negocios", "Finanzas y Económicas", "Ciencia y Tecnología", "Libros y Artes" y los "Indicadores financieros y económicos". La edición inglesa, para quien piense consultarla vía digital, tiene contenidos que no aparecen en la impresa. Trimestralmente publica un informe llamado Technology Quarterly. Y la profecía anual: "The Wold in" publicación sobre las predicciones del medio para el año siguiente.


Esta entrada viene a colación por la portada y artículo que le dedicó al presidente de México, que demuestra lo anacrónico del mensaje y su carga injerencista por las elecciones del 6 de junio. ¿Quienes pagaron su inclusión utilizando un viejo esquema etiquetado al mandatario mexicano? Este grupo político-empresarial que recibe dinero de EEUU por medio de "fundaciones", son enemigos del mandatario y le apuestan a la intromisión del gobierno norteamericano en la vida nacional. Aliados de transnacionales para el control político y económico de México.


En la tierra del nopal exitosamente guadalupana, los "chidos", los "carnales", los que pretenden adueñarse del "morrocotudo" lenguaje de la "banda",  de "nacos", "mugrosos", "pelados", "indios", aplauden la portada del mencionado medio británico.  Me dice un informante que gracias a esta transfiguración, el Congreso Coordinador Empresarial, políticos, intelectuales orgánicos y amigos que los acompañan, en esta réplica anodida del Pacto por México, tomaron un curso exprés para adquirir "los nuevos modales de clase" y redactaron las Nuevas Reglaas de Urbanidad: "Bato, Pégale a quien se deje y al que no, tambien, pártele su mandarina". Estas cofradías blindadas por el dinero estan de acuerdo en los terribles acontecimientos de Colombia, Venezuela, Bolivia. ¿A eso le apuestan en México? ¡"Chido carnal¡ Quien domina el caló de la "banda"lo domina todo": ¡Regresa San Victoriano Huerta¡


La publicación del semanario, "ventaneo", a tono con un programa chafa de chismes de telenoveleras y cantantes a los verdaderos enemigos de México.

The Economist es un medio de las clases dominantes: defensoras del libre comercio sanguinario, el neoliberalismo, los ataque a Palestina, apoyó la guerra de Irak y fundamental para el rescate de los bancos de gobiernos como México. Un medio que condena a WikiLeaks y todo lo que tenga que ver con la dependencia económica de los países como México. Lo raro: mientras otros medios han tenido pérdidas, The Economist; por el cambio al periodismo en línea, no ha sufrido economicamente a pesar de la caída de sus ventas como otros medios. ¿Quién la sostiene y como se ha mantenido? 

"La National Public Radio (NPR) estadounidense se preguntaba en 2006 cómo un semanario con un "nombre soporífero" y un "contenido a veces esotérico" había logrado ganar un 13% más de lectores con respecto al año anterior. Más recientemente, el anuncio de su tirada para 2010 –un millón cuatrocientos veinte mil ejemplares por número, 820.000 de ellos en Estados Unidos, donde las ventas se multiplicaron por diez desde 1982".


Es risible que un grupo de melómanos del desmadre, le den credibilidad a este medio. ¿Cuántos mexicanos lo leen semanalmente? Y que mañosamente haya aparecido pocos días antes de la elección que pretenden desfondar; se renovará la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas; 30 Congresos Locales, mil 900 ayuntamientos y juntas municipales. 

Los yanquis de allá y los "fifimecas" de aquí, para darle un giro lingüístico a Lorenzo Cordova, se han confabulado, eso es muy claro, no se requiere ser doctor en cartomancia, ni profeta de tres cuadras de tequila. La publicación es una repetición burda de lo acontecido hace algunos años en contra del actual mandatario.   


Lo que más extraña es que los mexican reader, le den credibilidad. Le preguntaré al filósofo de Cuachichiles que lleva una numeralia de medios extranjeros, cuantos mexicanos leen el pomposo semanario. Y como escribió el periodista del Washington Post, James Fallows "la revista pronuncia sermones estereotipados dirigidos a un público de privilegiados fácilmente engañado por el acento británico y el "estilo pomposo de Oxbridge (contracción de las palabras Oxford y Cambridge)"  (The Economist, el semanario de las clases dominantes, Alexander Zevin, Historiador, Universidad de California en Los Ángeles).


The Economist es para privilegiados o que aspiran a serlo, mediante el cual, un grupo de mexicanos pretenden incidir en próximos comicios, según el semanario por "la profundidad y duración del daño que López Obrador haga contra la economía mexicana en los tres años que restan de su Gobierno" y ojo carnales, "y buscar la reelección". 


Mientras se desata la guerra pre y post electoral, los mexican reader se van a tomar su tiempo para tomar distancia de los "carnales" mexicanos que con miedo o no saldrán a votar, pese a un real asbtencionismo que se ve venir, al que le apuestan sus canicas los autores del mensaje del semanario. Nosotros seguiremos con Roberto González "siempre cantando lo prohibido/y gozando de los frutos de este huerto". Y saber que hay un segmento de lectores del Economist: mazo, espada y regla de la ultraderecha del Oxbridge, que aplauden la metida de narices del semanario en la vida política de México. 

Y para avivar el fuego, el presidente del tricolor, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, (Alito) y América del Carmen Azar Pérez son acusados por un desvío de 59 millones de pesos en compañía de Christian Mishel Castro Bello, sobrino y candidato a gobernador por la alianza PRI-PAN-PRD en Campeche. ¿Pasará lo mismo que con Francisco Cabeza de vaca al que le han hecho lo que el viento a Júarez?





Publicar un comentario

0 Comentarios