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RSP: Un partido que pide que no se dé dinero público a los partidos, viene a Guerrero


TRASFONDO INFOMATIVO

*Irá solo, con sus propios candidatos, para poder obtener su registro.

Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO

Con el planteamiento de que no debe darse dinero a los partidos políticos, bajo el reconocimiento de que éstos no han respondido al pueblo de México, así como de que en caso de ganar elecciones no dudarán en declarar estado de excepción en los lugares donde hay altos niveles de criminalidad y poca expectiva del gobierno para frenarla, además de desarmar a todos los que no sean soldados o policías, el PRS buscará realizar su asamblea en Guerrero el próximo 24 de agosto, para cumplir los requisitos del INE y registrarse como partido político. 

El espectro político de Guerrero tendrá en el 2021 una opción distinta para elegir gobernantes, tanto presidentes municipales como diputados locales, diputados federales y gobernador, en la representación del nuevo partido denominado RSP: Redes Sociales Progresistas.
La nueva agrupación política parece retomar el boom de una sociedad que se ha vuelto muy activa en las redes sociales, tanto que fueron fundamentales en la derrota del viejo régimen y el triunfo del actual presidente de la república mexicana Andrés Manuel López Obrador, a través del Movimiento de Regeneración nacional (Morena).
Pretende, según lo expuesto por su coordinador nacional, Juan Iván Peña Neder, partir del gran empuje del descontento social, el mismo que hizo ganar a AMLO y antes a Donald Trump, y que algunos analistas han sustentado en los planteamientos de Francis Fukuyama, que en 1989 decretó “el fin de las ideologías”, debido a que las cosas no ocurrieron como lo había vaticinado Carlos Marx, creador de la lucha de clases y del término “proletario”, según el cual esta clase social daría fin al capitalismo, siguiendo la evolución de las ideologías surgidas a partir de 1879, tras la revolución francesa.
Según Peña Neder ellos antes de lanzar su idea de partido, han dado seguimiento a unos seis millones de cuentas de redes sociales, observando a través de ellas el comportamiento de los mexicanos y sus planteamientos ante la situación actual.
En resumen, a la mayoría de los mexicanos ya no le interesa si se es de izquierda o derecha, quiere soluciones, eso les conduce al pragmatismo: cómo enfrentar aquí y ahora una delincuencia galopante que ha colocado a algunos estados del país entre los más violentos del mundo y se responden, por ejemplo, declarando estado de excepción, en donde el Estado (con mayúsculas) ya no tiene el control.
Cómo resolver el bajo crecimiento económico, la baja capacidad percepción de recursos en el seno familiar, la falta de vivienda, la gran carga de corrupción en el gobierno, entre muchos otros problemas que han generado el descontento social.
El sello distintito de este partido es que no encasillas sus propuestas en alguna ideología ni se preocupa por ver si son medidas de izquierda o derecha, pues con el mismo desenfado proponen mirar positivamente, o reconocerla, la integración económica a los Estados Unidos y admiten que un gran porcentaje de los habitantes del norte mexicano verían con agrado que nuestro país fuera anexado al imperio, igualmente plantean, a contrapelo de la globalización, la creación de una banca regional, en donde los financieros puedan conocer y ser conocidos personalmente por los clientes, cosa perdida por la internacionalización de las grandes empresas bancarias.
En ese mismo sentido, personajes como el joven abogado Luis Antonio Lagunas, supuesto esposo de la líder magisterial Elba Esther, encargado de promover la asamblea estatal en Guerrero, para la fundación de ese partido el próximo 24 de agosto, no tiene empacho en apuntar que para resolver los graves problemas de violencia en la entidad había que declarar el estado de excepción en los municipios y regiones donde ya no manda el gobierno, cosa que algunos de nosotros hemos estado señalando tiempo atrás.
Asimismo, la propuesta que tienen de expropiar las tierras, como lo propuso Juárez el ícono de la 4T, para darlas al pueblo para la construcción de vivienda barata mediante autoconstrucción individual o colectiva con el apoyo incluso de la Sedena, tampoco, suena como algo descabellado ni de izquierda ni de derecha.
Pero si una cosa es distinta a los demás partidos en sus planteamientos, es la propuesta de que el gobierno ya no de dinero a los partidos políticos, que quien se quiera dedicar a la política o hacer campañas, lo pague de su bolsa, al mismo tiempo que quitar por ejemplo los senadores de lista, que no representan a nadie.
Esta oferta partidista puede prender, sobre todo entre los jóvenes postmilenials, por ofrecer soluciones prácticas a problemas añejos y vueltos complejos por telarañas ideológicas.
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