Acapulco amaneció este domingo con el 95 por ciento de sus habitaciones disponibles ocupadas, en mayor proporción en la zona Dorada que ya roza el 97 por ciento y como siempre la de menor demanda fue la zona tradicional que apenas llega al 88 por ciento, mientras la zona Diamante, pese a que acapara la oferta de espectáculos y la única feria de fin de año, se estancó en el 94.6 por ciento de sus habitaciones ocupadas.
La tendencia indica que la zona de Diamante está perdiendo su glamour y ha dejado de ser la novedad que se llenaba al tope cada temporada turística y cada fin de semana, atrayendo en cambio afluencia de los propios locales gracias a una Feria que empezó rodeada de glamour y a sólo seis años ha bajado la calidad de sus espectáculos, aunque no sus precios.
La zona tradicional, por su parte no ha remontado, pese a las inversiones anunciadas, tanto Públicas como privadas, pero sigue siendo atrayente por sus espacios naturales más reconocidos como La Quebrada, Caleta y Calderilla, así como Sinfonía del mar y la isla de la Roqueta.
El Acapulco Dorado por su parte, también perdió el atractivo de las grandes firmas de discotecas y bares, que han debido cerrar por la baja de ingresos agravado con la inseguridad que está golpeando en las últimas fechas a los negocios de la zona turística.
Este fin de año, sin embargo, llama fuertemente la atención el espectáculo efímero de la quema de juegos pirotécnicos en la zona de playa financiada por el gobierno del estado con recursos del Fideicomiso de Promoción turística de México, mismo que no estará disponible a partir del año próximo en que por disposición presidencial se destinarán a la construcción del tren Maya. (www.trasfondoinformativo.com)
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