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MORENA Y EL CÓDIGO 2021 EN GUERRERO (Columna de Julio Zenón Flores en La Jornada de hoy)


Por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO

Los miembros más distinguidos del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Guerrero aparecen hoy en el escenario político de la entidad bastante relajados y es que ellos aparentemente tienen todo de su lado para que en el 2021 se lleven prácticamente todo lo que se ponga en juego, desde la gubernatura hasta los 82 ayuntamientos y los 46 distritos de las diputaciones locales y los nueve de las diputaciones federales.
Tal parece que participaran en un juego de pirinola y tuvieran asegurado que a ellos les caerá “toma todo”.
Además contar con la arrolladora personalidad del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, una cómoda mayoría en el Congreso local les ha permitido poner contra las cuerdas al gobernador Héctor Astudillo Flores y quitarle con ello capacidad de maniobra en torno a la construcción de consensos basados en la gestión y la dádiva así como en el uso clientelar de las organizaciones sociales y grupos vulnerables.
 Todos los recursos para programas sociales y los numerosos grupos humanos que se organizan en torno de ellos: los becarios, los discapacitados, los adultos mayores, los maestros, los campesino que piden fertilizante, los núcleos ejidales que demandan regularización de la tenencia de la tierra, los beneficiarios de los programas de salud, de la beneficencia pública, entre muchos otros, ahora pululan en torno a los nuevos activistas de Morena con salario en el gobierno federal denominados Servidores de la Nación.
Un PRD arrinconado, muy disminuido y dividido, sin visos de arreglarse internamente, atrapado en una disyuntiva de retomar su propia personalidad de izquierda y buscar ir a la cola de Morena en una alianza en la que no le será ofrecido nada, porque no los necesitan y que no representa hoy más allá del 11 por ciento de los votos; un PAN que en Guerrero ya no representa como antes ni el 5 por ciento de los votos, un Movimiento Ciudadano que cayó a la lona en la pasada elección y que para conservar el registro tendrá que llevar candidato propio, no representan ninguna amenaza para Morena y su objetivo inmediato es sobrevivir.
A ese escenario nada positivo para la oposición, hay que agregar un PRI que , aunque con unos 30 municipios en su poder, tiene muy poca representatividad relativa respecto al padrón de votantes, que tiene sólo dos personalidades con capacidad de aglutinamiento: el gobernador Héctor Astudillo Flores y el senador Manuel Añorve Baños, pero que enfrentan serias diferencias de otros grupos caciquiles que han venido perdiendo poder, es poca la oposición que pueden ofrecer salvo que fueran juntos, cosa que se ve muy, pero muy cuesta arriba.
De esa manera el Código 2021 muestra que Morena tendría una perspectiva electoral del 50 por ciento de los votos, solamente con los votantes cautivos de los programas sociales clientelares que manejan los representantes de Morena. Con eso es suficiente para ganar una elección, aunque toda la oposición fuera junta, cosa que como se ve no va a ocurrir y ante un PRI y un PAN, que juntos podrían representar al menos alguna competencia seria, sin dinero para las campañas toda vez que el gobernador, verdadero líder moral tricolor, no podrá aportar recursos de unas arcas vigiladas y auditadas como nunca y con sus personalidades sin los caudales que tenían en otras épocas y sin el control de la clientela cautiva.
Morena esperaría –y operaría en consecuencia- que la oposición fuera dividida y no es difícil lograrlo. El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene en Luis Walton Aburto a un amigo que no se negará a ser candidato de nueva cuenta llevando a MC a una elección en base a su propia fuerza; igual ocurrirá con el PRI, con un gobernador que ha asumido a todas luces un discurso y una actitud de centro izquierda que le lleva  a mantener buenas relaciones con Morena y que le ha representado un crecimiento en la percepción de su desempeño por parte de la población guerrerense que no se prestará a meter las manos para operar a favor del candidato de su partido.
Morena, llegado el momento, al parecer sólo tendrá que resolver si lleva candidato hombre o mujer y, si fuera mujer, si será la alcaldesa de Acapulco, que aparece atrapada en una administración de muy bajo perfil que a cinco meses mantiene una percepción a la baja o, la senadora Nestora Salgado, apenas conocida en la región de la Montaña alta.
Como sea, Morena parece que se la llevará, como la actitud de Pablo Amilcar Sandoval y Félix Salgado: relajado, relajado, relajado.
EN OTROS TEMAS, SOBRE LA GUARDIA NACIONAL.- Perplejos dejaron a los guerrerenses los 11 diputados locales de Morena que se ausentaron de la sesión en la que el poder legislativo de la entidad votó para aprobar la minuta enviada del congreso de la unión sobre la Guardia Nacional.
Los legisladores Ericka Valencia Cardona, Arturo Martínez Núñez, Ossiel Pacheco Salas, Luis Enrique Ríos Saucedo, Aristóteles Tito Arroyo, Servando de Jesús Salgado Guzmán, Alfredo  Sánchez,   Mariana García Guillén, Zaida Reyes Iruegas, Celeste Mora Eguiluz y Perla Xochitl García Silva, ni siquiera se molestaron en explicar los motivos de su ausencia, ni responder las llamadas de los periodistas, así que sólo quedó claro que no aprueban la Guardia Nacional, aunque no hicieron falta para que los restantes aprobaran por unanimidad la minuta que convirtió a Guerrero en el primer estado que avanza en ese sentido, de los 17 que se requieren para que sea Ley.
 xxx Trasfondo informativo. Venos de lunes a viernes de 10 a 11 am en www.facebook.com/trasfondoinformativo y en https://youtu.be/7sbcO1WgF-s, con Jorge Zamora Tellez

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