TRASFONDO
JULIO ZENON FLORES
El movimiento de protesta de los policías de Acapulco parece
tener un origen legítimo, toda vez que
tiene su detonante en la orden dictada por el Secretario de Seguridad Pública
Municipal, Alfredo Álvarez Valenzuela de trabajar 24 horas seguidas por 24
horas de descanso, lo que significaba un retroceso a lo conseguido por los
uniformados en administraciones anteriores, en donde lograron que les asignaran
turnos de 8 horas, como cualquier empleado.
De ahí se derivan los 12 puntos del pliego petitorio, que
incluyen falta de prestaciones esenciales, como el seguro de vida, las
condiciones laborales internas, la obligación de consumir productos
alimenticios vendidos dentro de las instalaciones –como en las virreinales
tiendas de ralla- , en esencia, desde el punto de vista estrictamente laboral,
se trataría de un movimiento justo.
Pero el asunto es que la policía de Acapulco ha estado bajo
sospecha desde hace tiempo y su actuación se ha ido desprestigiando de
administración en administración, por una actuación poco ética, que ha
englobado a buenos y malos en un solo costal, por lo cual, no suenan
descabellados los señalamientos del actual Secretario, de que el verdadero
fondo del movimiento de inconformidad está en haber removido de sus cargos a
algunos comandantes.
Aunado a ello, hay quienes ven en el conflicto un fondo
político. Y es que es la única policía de todos los municipios del país, que se
mantiene en rebelión y que pone en el filo de la navaja a los gobiernos
municipal, porque da muestras de su incapacidad para negociar, al estatal,
porque deja ver que no puede tener el mando policiaco único tan cacareado y al
federal, que fue quien puso al secretario impugnado.
Finalmente, el municipio es gobernado por un alcalde de
filiación lopezobradorista, pese al formal alejamiento, un primer edil, más
preocupado por andar en campaña que por gobernar su ciudad y, bueno, pues los
demás contendientes seguramente lo querrían fuera de la contienda, lo que lleva
a suponer que le azuzen problemas sociales. Y a juzgar por quienes se han ido a
solidarizar, se trataría de fuego amigo, es decir, de los mismos que lo
apoyaron para llegar a la alcaldía y que ahora no lo desean ver en el ring por
la gubernatura.
Podría ser ¿No?
trasfondoinf@hotmail.com
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