Ya casi es temporada navideña, la más importante del año para el puerto de Acapulco.
Los prestadores de servicios turísticos y sus miles de empleados con sus familiares que dependen de ese ingreso, están con el alma en un hilo esperando que #Fonatur haga lo correcto.
Y en realidad, no es sólo FONATUR, es un programa presidencial liderado por uno de sus allegados, que formó parte de su equipo en la jefatura de gobierno de la ciudad de México, en la estratégica área de Comunicación Social y en su secretaria particular.
Sebastian Ramírez tiene, en ese rubro TRES grandes pendientes:
1. Terminar, y bien, los diez kilómetros que rehabilitan de la Costera, desde el parque Papagayo hasta La Base.
2. Hacer que el Marinabús pueda desembarcar en Puerto Marqués y
3. Inaugurar los Senderos de paz en la zona del Centro Integralmente Planeado, con iluminación, videovigilancia, circulación peatonal y en bicicleta, segura.
Tiene para ello sólo un mes.
De no lograrlo va a tener que darle cuentas a los prestadores de servicios turísticos organizados, que como se ve no son nada fáciles de convencer.
Ahora bien, el resultado de su trabajo es directamente en beneficio de los acapulqueños y la mayoría ha visto como desde los marquesanos hasta las huestes de Jesús Zamora y Arturo Pantoja, no reparan en dañar lo que sea necesario, un ejemplo es el Costco que saquearon e hicieron cerrar y salir huyendo de Acapulco; otro ejemplo es su obstaculizacion de las obras de la Asipona y del funcionamiento del Acabus. Y no yan tenido empacho en decir que lo que quieren es dinero, constante y sonante, para reponer sus "daños".
Desde ahora se ve que Sebastián Ramírez no podrá solo. Necesita de Evelyn Salgado Pineda y de Abelina López Rodríguez y tendrán que entrar al quite, siempre y cuando el propio titular de FONATUR tenga la humildad de aceptarlo y de solicitarlo.
(Julio Zenon Flores. Es escritor. Periodista y Editor general de Trasfondo Informativo )
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