El muelle de Puerto Marqués, que había sido tomado por habitantes inconformes con las obras del Marinabús, fue liberado tras un acuerdo alcanzado entre la Secretaría de Marina (Semar) y los pobladores de la zona.
Como parte de la negociación, se determinó que el muelle destinado al Marinabús seguirá siendo de uso público, garantizando el acceso libre para la comunidad y prestadores de servicios turísticos.
Los inconformes habían manifestado su rechazo al proyecto al considerar que afectaba la actividad económica de la zona y restringía el uso de un espacio tradicionalmente comunitario. Tras el diálogo con autoridades federales, se estableció el compromiso de mantener la operación del muelle bajo condiciones que respeten el derecho de acceso a los habitantes y visitantes.
El acuerdo permitió que el muelle fuera liberado sin incidentes, mientras continúan las mesas de trabajo para atender las inquietudes de la comunidad sobre la implementación del Marinabús en Acapulco.
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