Tlapa, Guerrero, 25 de agosto de 2025. En la Asamblea Regional de las casas de justicia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), realizada el pasado 17 de agosto en la comunidad me'phaa de Paraje Montero, municipio de Malinaltepec, autoridades comunitarias advirtieron sobre el incremento en el consumo de drogas, particularmente entre niños y jóvenes de la región de la Montaña.
Durante la reunión, en la que participaron comisarios, delegados municipales, comisariados ejidales, consejeros y comandantes regionales, así como habitantes de las comunidades, se discutieron también temas relacionados con la reeducación de mujeres y menores, la violencia en la región y la embestida represiva del Estado.
El consejero regional de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Sabás Espinobarros, señaló la necesidad de revisar la estructura de la CRAC-PC para fortalecerla ante los problemas actuales. Comparó el trabajo comunitario con las labores preventivas de los campesinos: "antes de que llueva revisamos la lámina, las tejas, las columnas y todo lo que esté fallando, para ver qué podemos cambiar o mejorar".
En el encuentro, representantes de distintas comunidades coincidieron en que el consumo de drogas, particularmente de fentanilo y cristal, se ha expandido en los pueblos de la Montaña, lo que demanda la creación de un protocolo específico de atención, recreación y sanción para niñas, niños y adolescentes, ya que actualmente no está contemplado en el reglamento interno de la CRAC-PC.
Además, se destacó que la organización comunitaria de justicia cumplirá 30 años en octubre, con la asamblea general como máxima instancia de decisión integrada por las cinco casas de justicia y sus autoridades locales.
Por otra parte, se subrayó la importancia de reconocer los usos y costumbres de cada pueblo en la impartición de justicia, así como la necesidad de que el Congreso del Estado respalde las reformas propuestas por las autoridades comunitarias a la Ley 701, que buscan reconocer a la asamblea general como máxima autoridad en las comunidades indígenas.
La Policía Comunitaria, que en sus inicios combatió a asaltantes en la región, enfrenta ahora un nuevo desafío: la presencia del crimen organizado y la creciente adicción de menores a drogas sintéticas, situación que, advirtieron, enciende de nuevo las alarmas en las comunidades de la Montaña.
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