Antes de enfrentar su última batalla contra la enfermedad, el conductor de Ventaneando, Daniel Bisogno, se despidió de su hija Michaela con un mensaje lleno de amor y esperanza. Consciente de la fragilidad de su estado de salud, el presentador decidió expresarle lo que sentía, dejando un recuerdo imborrable en la vida de la niña.
"Ven, gordita, papito va a entrar al hospital, pero quiero que nunca se te olvide que jamás vas a encontrar a alguien que te ame tanto como yo. Tú me hiciste la persona más feliz del mundo", fueron algunas de sus palabras, dichas con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada.
El conductor, quien en distintas ocasiones mostró su profundo amor por su hija, también le pidió que nunca perdiera su alegría y que, en los momentos difíciles, buscara los recuerdos de los momentos divertidos que compartieron juntos. "Cuando te sientas triste, busca los ridículos que hizo tu papá… tal vez te saquen una sonrisa y recuerdes que era chistoso", le dijo, con la esperanza de que ella siempre encontrara motivos para sonreír.
El miedo de no volver a verla lo invadía, pero su mayor deseo era que Michaela siguiera adelante con la felicidad que siempre la caracterizó. "Nada me dolería más en el mundo que no volver a verte, abrazarte… Quiero que sigas adelante, que encuentres alegría hasta en los momentos difíciles, porque es la única forma de sobrellevar esta vida", concluyó.
El mensaje de Bisogno ha conmovido a sus seguidores, quienes han expresado su solidaridad con su familia. Su despedida, cargada de amor y sensibilidad, quedará en la memoria de quienes lo conocieron y de aquellos que hoy lamentan su partida.
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