Por Julio Zenón Flores Salgado
El tema del hospital de tercer nivel para Guerrero, cuya construcción está ya en la agenda de las autoridades federales, no fue tocado en la gira del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, el tema del hospital del Issste seguramente será retomado próximamente por el mandatario, pues será la obra cumbre, emblemática, que el presidente de la República inaugure junto a la gobernadora guerrerense Evelyn Salgado Pineda. Un tema en el que ambos gobernantes, el federal y la estatal, han coincidido que se tiene que atender a fondo, sin escatimar recursos, pues se trata de la salud del pueblo.
Para entender el fondo del asunto debemos destacar que implica una inversión de 3 mil millones de pesos y que llega como lluvia fresca a terminar la sequía de medio siglo de falta de inversión de los gobiernos anteriores, que lo último de importancia que hicieron fue instalar el hospital general en avenida Ruiz Cortines allá por 1974, y que se mantiene pagando 400 mil pesos de renta mensual.
Tal edificio ya muestra signos de agotamiento: tiene goteras, equipo averiado y una escasez terrible de medicamentos, sin hablar del pequeño número de camas disponibles, pues, de las 80 originales, apenas funciona la mitad, muy por debajo de lo recomendado por la OMS, que es de 1 cama por cada mil habitantes, según lo cual el nosocomio de Acapulco requiere al menos 200 camas, pues debe dar servicio a 180 mil derechohabientes.
Ante la gestión de la gobernadora Evelyn Salgado y de la comisión intersindical, el director general del Issste, Pedro Zenteno Santaella, anunció en julio pasado la próxima edificación del más grande y avanzado nosocomio que tendrá la entidad, y el compromiso de terminarlo en 13 meses.
El directivo dijo entonces que será equipado con 250 camas y 35 especialidades.
¿Por qué, entonces, AMLO no tocó el tema en esta gira?
Una razón podría ser para no quitar importancia a los caminos rurales que vino a inaugurar, a los cuales les prometió mil millones de pesos más para ejercer en 2023
Otra razón, no descartable, es que en la opinión pública aún no está claro cuál será la ubicación del nuevo hospital.
Al respecto, Benjamín Sandoval Melo, maestro jubilado que lucha desde hace varios años por ese sueño que está a punto de volverse realidad, explicó que la Comisión Intersindical ha solicitado que se haga un estudio de las tres ofertas de terreno existentes: El Quemado, El Pedregoso y en los límites con San Marcos.
Por supuesto que se tiene que evaluar las tres opciones mencionadas, para definir las mejores condiciones, pensando en los derechohabientes, en los trabajadores, condiciones de traslado y distancias, tomando en cuenta que vendrá a sustituir al existente en la avenida Ruiz Cortines, de Acapulco, y que se trata de un hospital de concentración, pues recibe a derechohabientes de las regiones Costa Grande, Costa Chica, Zona centro y Oaxaca.
¿Dónde construir el nuevo hospital?
De las tres propuestas, dos tendrían que eliminarse de manera natural, pues no reúnen las condiciones para el tipo de servicio que se debe prestar.
La primera en ser eliminada debería ser la de San Marcos, promovida por el vivillo alcalde de ese municipio, que quiere meter el hospital al portafolios de lo que ofrece a los inversionistas de su desarrollo turístico, en espera de que le deje muy buenas ganancias.
Con su ubicación cerca de Barra Vieja, el acceso para los pacientes que vienen de las costas, zona Centro y Montaña es muy tortuoso, porque tendrían que atravesar Acapulco, zona urbana de alta densidad vehicular, por lo cual sólo se entiende que se haya incluido en la terna por los intereses económicos que el voraz Tomás Hernández Palma tejió con las anteriores autoridades estatales, en especial con quienes encabezaban Protur, trácalas que con el actual gobierno de Evelyn Salgado Pineda no tienen cabida.
El otro terreno es el de la inexistente Ciudad del Pedregoso, que apenas cuenta con una maqueta, y con eso pretenden que se construya ahí el gran hospital del Issste, con el oculto propósito de que eso eleve la plusvalía de ese espacio comprado por centavos, pues tendrían que dotar de servicios e infraestructura a la zona, lo cual posibilitaría un negocio multimillonario que llenaría los bolsillos de Julián Urióstegui, hábil empresario ligado a importantes políticos del pasado.
La zona carece de agua potable; el punto de captación de Capama ubicado en el río Papagayo queda muy lejos. Y la perforación de pozos artesianos cerca no sería buena solución, pues esos mantos freáticos contienen metales tan pesados que son nocivos para la salud humana.
De tal manera que, por eliminación natural, sólo queda la posibilidad de construir el nuevo hospital en las seis hectáreas de terreno que están atrás del hospital general regional El Quemado, en el poblado del mismo nombre, que tiene a la mano todos los servicios y es de muy fácil acceso tanto desde la zona Centro, por la autopista del Sol o por la libre México-Acapulco, como desde las costas Grande y Chica, por los libramientos de Coyuca-Texca y Metlapil, respectivamente.
Para los derechohabientes de Acapulco, por su lado, estaría de lujo, pues por esa zona llegan el Acabús, colectivos, camiones de paso a los grandes poblados de Kilómetro 30, Xaltianguis y La Providencia, y por esa ruta, hasta la sierra de Chilpancingo.
El tema de la ubicación privilegiada, el acceso a los servicios y el transporte público, no ha pasado inadvertido para las autoridades del Issste, pero falta aún el estudio de mecánica de suelos, para declarar que ahí se construirá el nuevo hospital.
Es muy probable, pues, que el presidente López Obrador no haya hablado de esta importante obra, para esperar los estudios de mecánica de suelos, que deben ser entregados a la brevedad por las autoridades del Issste, en especial por el subdelegado administrativo Zeferino Gómez Valdovinos (por cierto, amigo cercano del Presidente, que le acompañó en su gira por la Montaña).
En tal sentido, se remarca que se trata de una obra emblemática del compromiso de su gobierno con la salud, e icónica de su lucha por dignificar al Issste, titánica tarea que se echó a cuestas ayudado por la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, y en la que tiene el pleno respaldo de la gobernadora Evelyn Salgado.
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Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, maestrante en ciencia política y, diplomado en MKT digital
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