Abelina, el mensaje no verbal del primer informe

Por Julio Zenón Flores Salgado

Lo más interesante del informe del primer año de gobierno de la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, ayer en la calle de Urdaneta, del centro de la ciudad, más allá de sus cifras, que siempre son requeridas por los académicos y administrativos, fue lo que se pudo leer entre líneas, el lenguaje de no verbal, el lenguaje de los símbolos.

La calle

Siendo como era, una sesión solemne de cabildo y no un mitin, López Rodríguez se fue por el símbolo de tomar la calle.

¡Si no es un acto de campaña! Comentó un experimentado periodista de la fuente política.

Y peor aun, con un ciclón tropical bordeando la costa de Guerrero, anunciado hace casi una semana, confirmó otro, mientras estiraba la mano fuera de la marquesina del edificio para buscar las gotas que ya habían humedecido el templete en forma de T, de esos que se usan cuando el orador quiere que la gente lo pueda sentir de cerca.

Fue una apuesta arriesgada, que bordeó los linderos de la prudencia, pero le dio resultado: el mensaje dejado es el de valor, la opción por la sencillez de la calle, por la gente común, por la cercanía del pueblo, y por llevar a los más encopetados burgueses y de la dorada clase política, a sentarse a ras de pavimento, casi bajo la lluvia. Un mensaje de autenticidad revolucionaria más claro no podía ser.

La otra parte era el reto de llenar esa amplia avenida, sin acarreados, pues sabía que estaría bajo el escrupuloso escrutinio de una opinión pública que ha sido especialmente puntillosa con la mujer que les rompe los arquetipos y paradigmas de la moral y la ética burguesa occidental predominante. Debe haber pasado momentos de nerviosismo, cuando dieron las 5:00 y los contingentes no llegaban todos. Sus aliados también se sintieron a prueba. Y lo lograron: las cifras de los manifestómetros hablaron de miles, un promedio de diez mil asistentes, algunos dijeron que más; otros, que menos. Mostró músculo, pues.

La parte legal se cubrió con un acuerdo de cabildo designando la calle de Urdaneta como recinto oficial.

La imagen

Una batalla dura de pelear ha sido el manejo de su imagen. La curiosidad morbosa apostaba a que haría un cambio completo de outfit, pero no fue así. Ella se fue por la congruencia. Un traje blanco con zapatos bajitos del mismo tono y un ligero toque distinto en el peinado, apenas perceptible, con el cabello ondulado en actitud casual apenas desviado de izquierda a derecha y un tono suave de maquillaje mostraron una mujer que, sin renunciar a su personalidad de siempre, coqueteó con la posibilidad de un cambio de imagen, para satisfacer a los adoradores de la belleza occidental, tan abigarrados e influyentes hoy en día.

Evelyn Salgado

La alianza, como plato fuerte del día, se cocinó meticulosamente: la ceremonia se “planchó” con todos los partidos del cabildo, incluidos los independientes. La gobernadora Evelyn Salgado Pineda, levantándole la mano, desde su huipil negro tipo amuzgo, contrastando con el blanco atuendo de la primera edil, la felicitó, la reconoció como mujer guerrera, como su amiga y compañera de lucha, y, más allá de las palabras, con su sola presencia le dio ese respaldo que este gobierno necesitaba con urgencia. 

La imagen de una gobernadora generosa, que recibe a la hija pródiga, que habiendo intentado ser mejor que la madre, termina por regresar al regazo a aceptar que es mejor el trabajo en equipo, en familia, la familia de la 4T, porque las cosas no vienen nada sencillas para el 2024.

La presencia del presidente del Tribunal Superior de Justicia y de la presidenta de la mesa directiva del Congreso de Guerrero, además de lo más representativo de los llamados “diputados felixistas”, coreografiaron ese nuevo acercamiento, que aún debe tejerse fino y convertirse en real, para trascender la unidad de fotografía y pasar de la cortesía política al trabajo en equipo.

Sería ingenuo creer que las cosas ya quedaron arregladas, pero se debe reconocer que se dio un paso importante al dar el espacio necesario a la política, después de las medidas administrativas mostradas la semana pasada y por encima de las cifras y las grandes carencias que sigue habiendo en los servicios públicos.

La perspectiva es que con el primer informe de gobierno se cerró un ciclo y se abrieron las bases para que el segundo y el tercer año por venir sean productivos para Acapulco. 

Esperamos no equivocarnos.