Por Julio Zenón Flores Salgado
Resulta un poco extraño que un paro laboral encabezado por trabajadores
sindicalizados de la Fiscalía General del Estado (FGE) en Guerrero, terminara en
pocas horas sin que se informara tan ampliamente como el mismo movimiento, fueron
los logros para que los empleados regresaran después del medio día alegremente
a sus espacios de trabajo.
Las más de 40 instalaciones de la FGE fueron paralizadas por
órdenes del sindicato afiliado al SUSPEG y exitosamente tomadas por los trabajadores,
dejando en la puerta a cientos de ciudadanos que acudían a realizar algún
trámite, mostrando, eso sí, una buena capacidad de organización y movilización
de los dirigentes sindicales.
Las demandas se difundieron en redes sociales, pero se
mezclaron con expresiones de los propios ciudadanos, mencionando las carencias
de los ministerios públicos, que son ancestrales, pues siempre se ha tenido que
dar “cooperación” para las hojas y la tinta, para conseguir copias certificadas
de las denuncias, aunque en realidad el SUSPEG reclamaba solo frenar el
hostigamiento laboral y el pago del bono de riesgo, sin que se supiera que
otras demandas se manejaban en lo oscuro por parte del liderazgo sindical.
En efecto existían quejas del personal debido a que les
estaban levantando actas por llegar tarde a sus espacios de trabajo (ellos
dicen que por 5 minutos ya les levantaban acta de retardo, aunque la parte
oficial asegura que eran hasta 30 minutos que llegaban tarde y que se retiraban
antes de su hora de salida y pedían constantemente permisos para ausentarse de
su área), pero el pago del bono ni siquiera se había vencido.
La minuta firmada alrededor de las 12 de este miércoles,
estableció el compromiso de no más hostigamiento laboral (es decir no más actas
administrativas por llegar tarde al trabajo) y que el bono de riesgo se pague
al finalizar esta quincena y con eso bastó para detener el paro laboral.
Lo que no se supo, al menos no públicamente, es lo que la
dirigencia sindical pudo haber negociado en lo privado, por ejemplo, si
regresaron o no los familiares de la lideresa, esposo e hijo a la nómina de la
FGE.
Tampoco se supo si este movimiento tuvo algún padrino o
madrina, ya que la Fiscal, Sandra Luz Valdovinos ha estado regresando a todos
los comisionados, al grado de que algunos personajes importantes se quedaron al
menos unos minutos sin escoltas y recuperando cientos de vehículos (más de 400
desde que llegó) y se ha rodeado de un equipo compacto de su confianza, con
quienes está dando celeridad a las investigaciones, lo cual parece enrutarse a
una limpia de la FGE, que pueda estar afectando viejos intereses.
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