Por Julio Zenón Flores Salgado*
La salida del PRD de la ex presidenta nacional del PRD, Beatriz
Mojica Morga, oficializada este domingo en un comunicado leído en Acapulco, se
da en un contexto en el que no deja duda que forma parte de su estrategia para
llegar al 2021 –año electoral- y aparecer en las boletas, con alguna
posibilidad de triunfo.
Su ruta inevitable parece ser Morena, un partido que ya
tiene en sus filas a algunos de los expresidentes nacionales del PRD, empezando
por el propio Andrés Manuel López Obrador, pese a aquel desencuentro en el 2016
cuando Mojica y Obrador intercambiaron acusaciones en torno a ataques contra el
entonces secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.
Los argumentos esgrimidos por Mojica para dejar el PRD
claramente son para congraciarse con AMLO, pues usa una propuesta de su ex jefe
Ángel Aguirre Rivero, de que este partido debe ir en alianza con el PRI en el
2021 para cerrarle el paso a Morena, propuesta que ni siquiera ha sido
respaldada oficialmente por ninguno de los dos partidos invitados a la alianza.
En realidad Mojica ya no tenía futuro en el PRD. Los
Chuchos, que la respaldan, perdieron la fuerza nacional que tenían y ella
perdió presencia en Guerrero donde hizo poco trabajo de territorio, sin que eso
demerite su presencia mediática luego de dos campañas estatales, una municipal,
varios años como secretaria general del PRD nacional y al menos un mes de
presidenta de ese partido.
Sus antecedentes y su integración a la organización civil Las
Mujeres sí pueden, que respalda muchas de las políticas de la 4T y su
posicionamiento estatal, la convierten de inmediato en una de las dos cartas
externas de Morena, junto con el líder moral del partido Movimiento Ciudadano
(MC) Luis Walton Aburto.
El movimiento estratégico de Mojica, tal como ocurrió en
semanas anteriores con el movimiento de Walton –cuando la Presidencia difundió
una foto suya con AMLO-, no ha pasado desapercibido en Morena y ha generado una
reacción de acuerpamiento al interior, para intentar cerrar el paso a los
externos.
Morena, de hecho, mandó un mensaje a sus líderes nacionales
y al propio presidente de la República el sábado 17 de agosto, cuando ya todo
mundo sabía que Mojica estaba fuera del PRD y se aprestaba a integrarse a una
organización civil pro-amlista: reunió a sus principales liderazgos, en
Guerrero, con el pretexto de acudir al informe de la senadora Nestora Salgado
García, apuntalados además, por un liderazgo nacional en las figuras de Martí
Batres, presidente del Senado que hace poco enfrentó a Ricardo Monreal y,
emblemáticamente, por Alejandro Armenta, ex precandidato al gobierno de Puebla,
que se enfrentó a la decisión de Yeidkol Polensvki de hacer candidato a Miguel
Barbosa, incluso en los tribunales, donde ganó la pelea legal, más no la
política.
En un salón del hotel Hotsson Smart, de Acapulco, sin
demasiada gente, en un salón más bien pequeño, se dieron cita los cuatro
aspirantes internos a obtener la candidatura al gobierno del estado: la propia
Nestora Salgado, el delegado especial Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, la
alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo y el senador Félix Salgado Macedonio,
con sus respectivos equipos, mostrando que más allá de las diferencias que se
han hecho públicas entre ellos, es posible que marchen unidos…para que el
candidato o candidata salga de entre ellos, sea interno y no dar oportunidad a
uno externo.
Mostraron con ese mensaje no escrito de unidad, que los
morenistas están conscientes de la posibilidad que se perfila hacia un
candidato externo: uno –Walton- cuya amistad con el AMLO y con el gobernador
Héctor Astudillo Flores ha sido evidente y otra –Mojica- cuya enemistad con el
mandatario y con el propio Walton también es conocida. Uno hombre y uno mujer,
por aquello de lo que se decida por cuestiones de género, que en Morena tienen
peso a la hora de definir las candidaturas.
En Morena ya se habla incluso de que de los cuatro aspirantes
internos ya se perfilan sólo uno o dos
de ellos, para frenar a los externos, pero…lo sucedido en Puebla, donde el INE
le dio la razón a Armenta, pero el partido postuló a Miguel Barbosa…les debe
dar indicios de que los externos son una posibilidad latente.
Tal vez por eso, a alguno de los asistentes al informe de
Nestora se le salió el grito de “!Futuro gobernador!” cuando Martí Batres presentó
al senador Félix Salgado Macedonio.
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