TRASFONDO
Por JULIO
ZENON FLORES SALGADO
Guerrero es
uno de los dos estados de la república mexicana (el otro es Michoacán), de los
nueve donde habrá elecciones en junio del 2015, donde priva la incertidumbre,
respecto a si habrá elecciones o no, si las hubiera, si sería en la fecha
programada o no y, si podría haber o no precampañas para elecciones internas,
en respeto a los procedimientos de cada partido para seleccionar a sus
candidatos respectivos.
Ambas entidades
tienen que resolver serios problemas de gobernabilidad, antes y después de las
elecciones; la ciudadanía no tiene ninguna seguridad para trabajar, para andar
en las calles, para estudiar y, tampoco tiene la seguridad de que al votar por
algún candidato de algún partido de los registrados o no, esté votando en
realidad por el candidato de alguno de los carteles de la droga que se han
asentado en esos territorios y que han penetrado a prácticamente todos los
partidos políticos.
Será por eso
que el presidente del Senado, el perredista Miguel Barbosa ha sugerido que en
Michoacán sería mejor ir todos juntos con un solo candidato hacia una
gubernatura de coalición.
En el caso de
Guerrero, no tengo ninguna duda de que la solución frente a la inestabilidad
política y frente a los retos que tiene la clase política para recuperar la
gobernabilidad y cooperar a fondo con la federación en el combate a los
cárteles que han sentado sus reales en territorio guerrerense, no hay más que
una candidatura de coalición.
Si los
partidos quieren salvar la cara de la clase política, con una salida
democrática y no ir a una guerra prolongada que sumiría más al estado en su
ancestral miseria, tendrían que ponerse de acuerdo en un candidato de perfil
ciudadano, que encabece un gobierno de coalición, de acuerdo a la
representatividad que cada quien tenga.
La mecánica
para definir los porcentajes podría ser que ese candidato fuera un candidato
común, para que cada clientela de cada partido vote por su organismo preferido
y al mismo tiempo por el candidato.
PRI, PRD, PAN, PVEM, PANAL, PT, MC, saldrían de ese modo
bien librados, en tanto que los que participan por primera vez, tendrán que
probar suerte con sus propios candidatos, porque la ley les impide ir en
alianzas, pero ese sería el mal menor.
Como están las cosas en Guerrero, nadie puede garantizar
que el que gane la gubernatura, si participara cada partido con su propio
candidato, pudiera retomar la gobernabilidad.
Nombres de ciudadanos que pudieran encabezar ese proyecto
de coalición hay y no solo uno, desde el rector de la UAGRO, Javier Saldaña
Almazán, hasta el pacifista Javier Morlet, el indígena Bruno Plácido, el
astronauta Rodolfo Neri Vela y el ex embajador Florencio Salazar Adame, hasta
alguno de los rectores de la universidad privadas más grande, líderes
empresariales.
De no seguir esta ruta, la lucha será encarnizada y no se
descartaría que se colara, en su primera participación electoral en la entidad,
el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ante la debilidad del PRD, la
fortaleza del PRI y la evidente inclinación ciudadana hacia las posturas de la
izquierda en Guerrero. Al tiempo.
Dígame su opinión a zenon71@hotmail.com
2 Comentarios
Tu análisis tiene sentido, pero ¿porque Florencio salazar o líderes empresariales?, y ¿cual es tu temor o fobia a que Morena pueda tener alta votación o ganar?
ResponderEliminarClaro que no sólo líderes empresariales podrían ser candidatos de coalición, por eso menciono por ejemplo al rector de la UAGRO o Bruno Plácido o rectores de otras universidades; pero me faltó mencionar algún líder obrero o estudiantil ¿porqué no?. Por otra parte yo no tengo ningún temor a que Morena pueda ganar la elección u obtener elevada votación. En un artículo anterior a éste mencioné que Morena puede ganar y hasta mencioné con qué candidato....saludos y gracias por comentar. Atte JUlio Zenón Flores
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