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Los políticos tradicionales de Guerrero en su laberinto



TRASFONDOINFORMATIVO
JULIO ZENON FLORES
Los políticos tradicionales de Guerrero andan espantados con el discurrir de los acontecimientos cotidianos, que ya no les garantizan el triunfo tan fácilmente, a ninguno de ellos, ni aún acudiendo a sus también poco ortodoxos aunque tradicionales métodos para comprar, cooptar, presionar, coaccionar y acarrear, gente, clientes, líderes medios y de base algunos de ellos, para llenar urnas.
Los nombres que se manejan con insistencia como si ya fueran seguros triunfadores, en un primer momento en los procesos internos de sus partidos, a nivel municipal y estatal y luego en las elecciones constitucionales, están lejos de tener razón. Hoy ni Armando Ríos Piter, ni el junio Ángel Aguirre Herrera, tienen seguro nada. Un ejemplo cercano de cómo se caen los cartones a favor, lo representa sin duda el hoy aturdido alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, pero no es el único.
De un lado, la violencia se convirtió en factor determinante para definir a una  parte del electorado, pues de su percepción de ésta dependerá si dan el sufragio hacia el gobierno, municipal o estatal, que se la esté garantizando o que nomás no da color al respecto; en la otra arista de la violencia se encuentra la siempre presente amenaza de que los cárteles activos operen en los partidos para definir candidaturas, no sólo “recomendando” a su favorito, sino, incluso, mediante la eliminación física, si es que así correspondiera a sus intereses, como ocurrió en su momento con el perredista Armando Chavarría Barrera, o en el mismo caso de Luis Donaldo Colosio.
De este renglón también se deriva la utilización perversa de información veraz o falsa, desde las altas esferas del poder, utilizando a delincuentes arraigados, presos o confesos, para incriminar a políticos en activo y tirarlos de la pelea, aunque meses después se pueda decir que no tuvo ningún sustento, cuando el señalado ya perdió la elección. En este sentido pueden estar sucediendo cosas en Guerrero, que terminen incriminando a los favoritos, como ocurrió en su momento con el señalamiento al ahora senador Sofío Ramírez, de ser el responsable intelectual de la muerte del diputado 500, en La Montaña, y, quien sabe, ahora, hacia donde apunten las investigaciones por el atentado a Pioquinto Damián Huato y a los miembros de la Comisión de la Verdad, ocurridas el martes en el Centro de la entidad e incluso, cómo resultará con sus ramificaciones hacia Guerrero, la detención de jefes criminales en el vecino estado de Michoacán, cuyas redes, es obvio, se han extendido al menos a buena parte de la Costa Grande, cuando no hasta Acapulco, y ya se empiezan a mencionar algunos nombres, como el del coordinador del congreso local –que por cierto fue pieza clave para que la cámara de diputados de la entidad se lavara las manos en torno a los violentos acontecimiento de la región Centro y del tema de las autodefensas-, Bernardo Ortega y su hermano el primer edil de La Unión…y de esa región es también uno de los precandidatos a gobernador y de allá pueden seguir saliendo obuses que cambien el curso de los posicionamientos y hagan caer a los favoritos.
Pero eso no es todo, también están algunos elementos de la Reforma que analizaremos en una siguiente entrega. Por lo pronto me quedo en que ninguno, ni los hoy favoritos, tienen segura ninguna candidatura. Va mi pluma en prenda.
  trasfondoinf@hotmail.com

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