Cientos de estudiantes normalistas, junto con padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, colectivos de familiares de personas desaparecidas y diversas organizaciones sociales, realizaron ayer viernes una marcha, pintas y un bloqueo total de la Autopista del Sol, al cumplirse 14 años del asesinato de los estudiantes Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús.
Los manifestantes, adheridos a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), así como alumnos del FUNPEG y otros colectivos, iniciaron la movilización alrededor de las 11:00 horas desde el monumento a Nicolás Bravo, al norte de Chilpancingo, con destino al sur de la ciudad, para exigir justicia por los dos normalistas abatidos durante un operativo policiaco en 2011.
Durante el recorrido, los contingentes realizaron consignas de protesta y llevaron a cabo pintas en tiendas de conveniencia, bardas, parques públicos y oficinas gubernamentales, en reclamo por la falta de acceso a la justicia en el caso de los estudiantes asesinados. Al frente de la marcha, los manifestantes cargaron dos ataúdes con cruces simbólicas en memoria de sus compañeros caídos.
Con el rostro cubierto, algunos normalistas realizaron pintas con mensajes alusivos a la fecha y a la exigencia de justicia, hasta arribar al hemiciclo a Juárez, donde se ubica el antimonumento a los 43. En ese punto, llevaron a cabo un mitin político para recordar los crímenes cometidos contra la Normal Rural de Ayotzinapa.
Posteriormente, los contingentes retomaron la movilización hacia el sur de la ciudad, se incorporaron a la lateral del bulevar Vicente Guerrero y avanzaron al carril de alta velocidad que conecta con la Autopista del Sol, hasta llegar al Parador del Marqués, donde alrededor de las 14:00 horas iniciaron un nuevo mitin.
Desde esa hora, los cuatro carriles de la principal vía federal permanecen cerrados a la circulación. Los organizadores informaron que la jornada de protesta podría concluir con la quema de monigotes con los rostros del exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y del exprocurador estatal, Iñaki Blanco Cabrera.
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