Acapulco, Gro., 17 de agosto de 2025.– La aparición de miles de peces muertos en la laguna de Tres Palos desató alarma entre pescadores y habitantes de la zona, aunque las autoridades municipales aseguraron que el fenómeno no se debe a contaminación, sino a causas naturales derivadas del aumento de la temperatura y la disminución del oxígeno en el agua.
La Dirección de Ecología de Acapulco, en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente estatal y el Comité de Sanidad Acuícola de Guerrero (COASEG), confirmó que los registros en los últimos tres días muestran temperaturas de hasta 34 grados centígrados, superando el rango de tolerancia de especies como carpa, cuatete, charal, lisa y robalo, lo que habría provocado la mortandad masiva.
El titular de Ecología, Miguel Balleza García, explicó que la falta de oxígeno disuelto, combinada con la baja profundidad de la laguna y los remansos en zonas como Plan de Los Amates, aceleraron el deceso de los ejemplares. "Al aumentar la temperatura, el oxígeno disuelto disminuye, y eso provoca la mortandad", señaló.
Pese a la magnitud del hecho, el funcionario descartó que contaminantes químicos o descargas residuales estuvieran involucrados. "Los mismos pescadores saben que cada año, cuando la laguna se calienta y baja su nivel de agua, existe un riesgo natural de mortandad. No es un evento nuevo", afirmó.
Las brigadas ambientales recolectaron muestras de agua y de peces para confirmar las causas del fenómeno. Mientras tanto, el Gobierno Municipal mantiene vigilancia en la zona y promete trabajar en coordinación con autoridades estatales para evitar un mayor impacto en el ecosistema.
No obstante, este episodio coincide con otro fenómeno ambiental que preocupa a especialistas: el blanqueamiento de corales en la bahía de Acapulco, asociado también al incremento de la temperatura del mar. El oceanógrafo Juan Barnard ha advertido que el estrés térmico en las aguas costeras afecta directamente a la vida marina, lo que estaría detrás tanto de la mortandad de peces en Tres Palos como del deterioro del ecosistema coralino en la bahía.
El hecho no es aislado. A nivel global, científicos han documentado que las olas de calor marinas, cada vez más frecuentes por el cambio climático, están diezmando arrecifes y reduciendo poblaciones de peces en diversas regiones del mundo. Lo ocurrido en Acapulco es una señal de alerta: el aumento sostenido de las temperaturas en cuerpos de agua, tanto continentales como costeros, podría comprometer en los próximos años la seguridad alimentaria, el turismo y la economía de comunidades enteras.
En Tres Palos, los pescadores no dudan en expresar su temor: la laguna, sostén de cientos de familias, podría convertirse en la primera víctima visible de un fenómeno climático que ya está golpeando con fuerza las costas del Pacífico mexicano.
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