Luisa Marìa Alcalde en Guerrero: señales con destinatario y riesgos de fractura

 


Por Julio Zenon Flores

La visita de **Luisa María Alcalde Luján**, presidenta nacional de Morena, a Guerrero no fue un acto de cortesía. Cada frase estuvo dirigida a ordenar la sucesión rumbo al 2027, a partir de la importancia de dar institucionalidad al partido con la formación de sus comitès seccionales, lo cual al menos en teoría, quita peso a las figuras mesiánicas y se lo da a la estructura. Sus palabras, aparentemente institucionales, enviaron mensajes con nombre y apellido que reacomodan el tablero político en la entidad.

El más claro fue el respaldo a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda , pero sin posibilidades de heredar el cargo a un familiar. En Guerrero, ese mensaje se traduce en la imposibilidad de que el senador Fèlix u otro miembro de la familia Salgado —que encabezan Salgado Macedonio y la gobernadora Evelyn Salgado— sea candidato. La línea de sucesión quedó cancelada de tajo.

Al mismo tiempo, Alcalde envió un  claro espaldarazo a Evelyn Salgado, al subrayar avances en seguridad y respaldar su gestión. Es un gesto de protección a la gobernadora, cuya administración enfrenta retos de violencia, pero que mantiene el aval de la dirigencia nacional. Morena la respalda en funciones, aunque no le permitirá heredar el cargo.

La dirigente también hizo un movimiento calculado en torno a Abelina López Rodríguez, alcaldesa de Acapulco, acusada de presuntos desvíos de recursos. Alcalde precisó que no se trata de un fraude probado, sino de observaciones administrativas que deben solventarse. El matiz es clave: la salvó de un desgaste mayor y la mantuvo en la contienda, aunque bajo condición. Abelina recibió oxígeno..

La declaración que más expectativas generó fue la que subrayó que **el partido apostará por quienes tienen trabajo en las bases y en el territorio**. En Guerrero, ese traje parece hecho a la medida de **Estela Damián Peralta**, funcionaria federal que, con apoyos priistas como **Cuauhtémoc Salgado** y **Ángel Aguirre**, construye una campaña a larga distancia. Damián ha tejido alianzas y opera con estructuras comunitarias, pero no està en territorio; el mensaje de Alcalde le da legitimidad a esa ruta.

La ratificación de que el método será por encuesta refuerza la narrativa de que “el pueblo decide”, aunque en realidad **la encuesta es un filtro controlado desde la cúpula**. No todos entran; solo aquellos que el partido considere viables en disciplina, trabajo territorial y competitividad.

Pero en ese afán de institucionalizar la sucesión, Morena enfrenta un dilema mayor: **¿qué hacer con Félix Salgado Macedonio?**. Marginalizarlo puede traer costos altos. Su figura polariza, pero conserva capacidad de movilización y arrastre popular. En un estado donde la lealtad política es frágil y los liderazgos personales pesan más que las siglas, un Salgado excluido puede convertirse en factor de división interna, y en Guerrero las fracturas suelen costar más caro que las victorias.

En síntesis, la visita de Luisa María Alcalde dejó tres mensajes centrales: **respaldo a la gobernadora**, advertencia de que no habrá herencias familiares y revaloración del trabajo territorial como requisito para competir. Ganaron Evelyn, Abelina y Estela. Perdió, al menos en el discurso, el senador Salgado.

La apuesta de Morena es ordenar la sucesión bajo reglas claras, pero el riesgo es evidente: al disciplinar, puede romper. En Guerrero, tierra de rupturas recurrentes, la dirigencia nacional parece olvidar que no siempre gana el que tiene la razón, sino el que mantiene unido al grupo. Y en ese terreno, Félix Salgado sigue siendo un factor que no se puede dar por muerto.

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