Por Julio Zenon Flores Salgado
La reciente reforma electoral propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum ha generado reacciones diversas dentro de Morena Guerrero, evidenciando fisuras en la estructura interna del partido en el estado. Mientras que el presidente del Comité Ejecutivo Estatal (CEE), Jacinto González Varona, ha llamado a la unidad y al respaldo incondicional de la iniciativa, la presidenta del Consejo Estatal de Morena, Elsa Valencia Guzmán, difundió un posicionamiento que no fue avalado por el pleno del Consejo, resaltando la importancia del pueblo como el verdadero decisor en los procesos electorales.
Esta discrepancia expone dos posturas dentro del partido: una corriente institucionalista, encabezada por González Varona, que promueve la disciplina partidista y la alineación con el gobierno federal, y otra más autónoma, representada en este caso por Valencia Guzmán, que enfatiza el papel de la ciudadanía en la toma de decisiones políticas. Si bien las diferencias internas en los partidos son naturales, en el caso de Morena Guerrero, estas tensiones reflejan un problema mayor dentro del movimiento: la coexistencia de diversas corrientes que, aunque comparten la plataforma ideológica del lopezobradorismo, difieren en su interpretación y aplicación.
El llamado de González Varona a la serenidad y al respaldo de la reforma no es menor. Morena ha logrado consolidarse como el partido hegemónico en el país gracias, en gran medida, a su capacidad de movilización y disciplina interna. Sin embargo, esta unidad se ha visto constantemente desafiada por liderazgos regionales que buscan mayor autonomía. El hecho de que el Consejo Estatal no aprobara el posicionamiento de Valencia Guzmán deja en claro que no todos los consejeros están en desacuerdo con la reforma, pero sí revela que existe un sector del partido que considera que el tema debe discutirse más ampliamente.
El trasfondo de este desencuentro también se vincula con la figura de Félix Salgado Macedonio, un actor clave en la política guerrerense y quien ha sido mencionado en el contexto de la reforma. La frase "es el pueblo el que elige, es el pueblo quien decide" resuena como una posible referencia a su futuro político, lo que sugiere que la reforma podría afectar liderazgos específicos dentro del estado. En este sentido, el mensaje de Valencia Guzmán podría interpretarse no solo como una defensa del voto popular, sino también como una advertencia ante eventuales cambios que impacten los equilibrios de poder en la entidad.
La división en Morena Guerrero ante la reforma electoral es un microcosmos de las tensiones que enfrenta el partido a nivel nacional. Mientras Sheinbaum busca afianzar su liderazgo con reformas estructurales, los liderazgos locales siguen disputando espacios y definiendo sus propios márgenes de maniobra. La cuestión central no es solo la reforma en sí, sino la dirección que tomará Morena en los próximos años: ¿seguirá siendo un movimiento con pluralidad de voces o evolucionará hacia una estructura más vertical y centralizada?
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