La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, manifestó su rechazo absoluto a la nueva política migratoria anunciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que autoriza redadas en escuelas, iglesias y colegios, sitios anteriormente considerados espacios protegidos.
"Por supuesto que no estamos de acuerdo", declaró Sheinbaum durante su conferencia matutina de este miércoles 22 de enero, en respuesta a la medida del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que revocó una directriz de la administración de Joe Biden.
El DHS argumentó que esta decisión "empodera" a los agentes migratorios para capturar a quienes califican como "criminales extranjeros". Sin embargo, el comunicado no ofreció pruebas de que personas consideradas peligrosas se escondan en estos lugares.
La implementación de esta política llegó apenas un día después de que Trump asumiera su segundo mandato, cumpliendo su promesa de llevar a cabo la mayor campaña de deportaciones en la historia del país.
Ante esta situación, Sheinbaum instruyó al canciller mexicano a coordinarse con los consulados en Estados Unidos para brindar apoyo legal a los connacionales afectados. Además, anunció que el programa "México te abraza" ofrecerá asistencia a quienes regresen al país, sea de manera voluntaria o por deportación.
"Nosotros apoyamos legalmente y los recibimos con el programa 'México te abraza', orientándolos a diferentes lugares. También brindamos apoyo humanitario a quienes no sean mexicanos y se encuentren en nuestras fronteras", explicó.
Las posibles deportaciones masivas generan preocupación en México, dado que aproximadamente la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos son mexicanos. Además, las remesas enviadas desde el país vecino representan cerca del 4% del PIB nacional, alcanzando un récord de 65 mil millones de dólares en 2024.
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