“La rabia simple del hombre silvestre/La rabia bomba, la rabia de muerte/La rabia imperio asesino de niños/ La rabia se me ha podrido el cariño…” (LA RABIA: Silvio Rodríguez)
por JULIO ZENON Flores/OPINION
La respuesta con la que la presidenta municipal, Abelina López Rodríguez, enfrentó a los periodistas, luego del reciente incendio en el Mercado Central de Acapulco, que consumió 25 locales, en la madrugada del 18 de octubre, ha sido objeto de controversia:
"Yo no soy la fiscal",
La pregunta resumió el estado de ánimo ciudadano: “Han quemado camionetas, han incendiado taxis colectivos, un restaurante emblemático en la zona turística, ahora el mercado Central. ¿Qué falta que se incendie para que hagan caso en Acapulco?”
Tal respuesta, ha generado una serie de preguntas y preocupaciones entre los ciudadanos y los medios de comunicación.
La Respuesta de la Presidenta
La reacción de López Rodríguez, al ser cuestionada sobre el incremento de la violencia y los recientes incendios en la ciudad, refleja una postura defensiva y, para muchos, insuficiente. Al afirmar que no es la fiscal, la presidenta municipal pareciera desviar la responsabilidad de abordar directamente los problemas de seguridad que afectan a Acapulco. Esta respuesta ha sido percibida por algunos como una falta de empatía y compromiso con los ciudadanos que buscan respuestas y soluciones concretas y, sin embargo, es una respuesta correcta: Ella no es la fiscal.
En el fondo, la intención de la pregunta lleva implícita una esperada respuesta que todo mundo percibe, pero pocos se atreven a mencionar por su nombre.
En el mercado, en los taxis quemados o balaceados, en el incendio de restaurantes de mariscos en la zona turística, se advierte la mano del crimen organizado, que debería tener una respuesta más proactiva de las autoridades.
La alcaldesa sabía que le harían esa pregunta, por eso había preparado esa respuesta, sin embargo, el tono de su voz no fue lo tersa o prudente que se hubiera deseado, aun entendiendo que como ciudadanos, ella y los periodistas, están inmersos en esa vorágine de inseguridad que no deja dormir tranquilos.
Y es que, si durante esta semana acribillaron a taxistas, a turistas, y se quemaron negocios, la autoridad de investigación, la FGE (que por cierto llegó ocho horas después del incendio y ya no encontró evidencias) y la FGR, que nunca llegó, no han dado la cara. No se conoce ningún avance de las investigaciones, si es que se han iniciado y sus titulares no dan siquiera la cara.
Escondidos como están, los titulares de las Fiscalías, estatal y federal, el periodista, como la voz del pueblo que está temeroso de lo que percibe en las calles, busca hacerse eco de sus propios temores, ante la primera autoridad que se le para enfrente.
En este caso, le tocó a la presidenta municipal Abelina López Rodríguez, que además, seguramente no estaba y no está en las mejores condiciones emocionales, casi sin dormir, pues ese día estuvo en el mercado desde las 2 de la mañana, supervisando las maniobras de los bomberos y no se retiró hasta que vio que todo estaba bajo control, para regresar a las 10 a su encuentro con la prensa, en un contexto, en el que, desde Otis para acá, es posible que no esté durmiendo con tranquilidad.
En otra circunstancia la primer edil hubiera entendido el contexto de la pregunta que parece haberla irritado:
El incendio del Mercado Central no es un incidente aislado. En las últimas semanas, Acapulco ha sido testigo de una serie de incendios en camionetas, restaurantes y otros negocios. Estos eventos han generado un clima de inseguridad y temor entre los residentes y comerciantes. La percepción de que estos incendios podrían estar relacionados con el cobro de extorsiones y otros actos delictivos agrava la sensación de vulnerabilidad en la ciudad y ante ello, se debería de convocar a la FGR a dar la cara, a explicar qué se hace para recuperar la paz y la tranquilidad en Acapulco, quizás en armonía con la propia alcaldía porteña.
Reflexión Final
La respuesta de la presidenta municipal ante estos eventos críticos deja mucho que desear. Si bien es cierto que no es la fiscal y que la responsabilidad de investigar y perseguir delitos recae en otras autoridades, como líder de la ciudad, se espera que tome un papel más proactivo en la coordinación de esfuerzos para mejorar la seguridad y apoyar a los afectados. La ciudadanía necesita ver un liderazgo fuerte y comprometido que no solo reconozca los problemas, sino que también trabaje activamente para resolverlos. Por ejemplo ¿Puede invitar a sus conferencias al vocero de la Mesa de Seguridad o al propio Fiscal? ¿Puede hacer eso la alcaldesa?
En conclusión, la situación en Acapulco requiere una respuesta integral y coordinada que aborde tanto las causas inmediatas de los incendios como los problemas estructurales subyacentes en los servicios de emergencia y la seguridad pública. La presidenta municipal tiene la oportunidad de demostrar su liderazgo y compromiso con la comunidad, pero esto solo será posible si adopta una postura más activa y transparente en la gestión de esta crisis y no dejarse caer víctima de la rabia de la impotencia.
“Será que a la más profunda alegría/ Me habrá seguido la rabia ese día” (LA RABIA: Silvio Rodríguez)
xxx Editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, especializado en periodismo político www.facebook.com/trasfondoinformativo, Youtube@JulioZenonFlores, Twitter@trasfondoin, e mal: zenon71@hotmail, Whatsapp 7441054888
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