Por Julio Zenón Flores Salgado
El gran reto para quienes han dirigido la CAPAMA en el
presente siglo ha sido evitar que reviente, porque de hacerlo pondría en grave
riesgo la supervivencia de miles de acapulqueños.
Después de haber sido en los 80 el más exitoso del país, desde
fines de los años 90 y principios del 2000, se empezó a hablar de su quiebra
financiera y técnica, al grado que ha estado a punto de pasar a ser operada por
la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y a debido recibir importantes asignaciones
de recursos, que han terminado siendo parches, sin llegar a solucionar de fondo
el problema en que la metió el voraz saqueo de que fue objeto.
Incluso, en tiempos del mandato de Zeferino Torreblanca
Galindo, se manejó la idea de privatizarla. El proyecto llegó hasta el
Congreso, donde los diputados locales, que en su mayoría pertenecían al PRD, no
se animaron a tomar esa histórica decisión, que en lugares como Aguascalientes,
Saltillo, Quintana Roo y Querétaro, y Nuevo León, entre otros, dio buen
resultado, al menos durante un tiempo.
Hubo un tiempo en que los ingenieros hidráulicos que
recibían la propuesta para encargarse de la dirección general declinaban, al conocer
el diagnóstico técnico y financiero. Cada director que llegaba tenía que
depender, incluso para su gasto corriente, de los préstamos y ayudas
financieras tanto del estado como del municipio. Hasta las prestaciones de los
trabajadores estaban en entredicho.
En los últimos años, en medio del COVID que redujo el flujo
turístico y con ello la capacidad de pago de los usuarios, ahogada por las
deudas heredadas, sobre todo con la CFE por el alto consumo de energía eléctrica
que se dejó de pagar, gracias a un amparo promovido en la época del alcalde
Evodio Velázquez, y sin que la federación se decidiera a apoyar de fondo a
resolver las grandes carencias en materia de infraestructura, dar agua a la población
y pagar a proveedores, salarios y prestaciones de los trabajadores, se
convirtió en un acto casi heroico. Había que buscar recursos hasta debajo de
las piedras para que el organismo no colapsara…y llegó el huracán Otis…
¿Cómo le hizo el director actual Hugo Lozano Hernández, para
mantener a la dependencia activa, sin recurrir a créditos externos y pasar de
una situación financiera negativa a positiva?
Y es que los consejeros, reunidos ayer en las oficinas
centrales de la dependencia, se quedaron asombrados cuando escucharon que la
CAPAMA no tendría que recurrir a una línea de crédito que le había sido autorizada
ya por el Consejo, por 200 millones de pesos ya no sería necesario ejercerla.
El informe financiero señaló que en el periodo enero- mayo del
presente año se estimó recaudar $ 198,millones 451 mil 252.00 y que en la
realidad se recaudaron $324 millones 621 mil 222.78, pesos, además de que se
incrementaron los ingresos recibidos por devolución de ISR de salarios, al
pasar de una estimación de $15 millones de pesos a recuperar en la realidad $26
millones 463 mil 451.00 pesos, a lo que se sumó una reducción de gasto por
servicio de energía eléctrica en donde se había presupuestado $73 millones 826
mil 993.39 pesos, los cuales al final no se gastaron por el beneficio de la
CFE.
Así las cosas, de un balance presupuestario negativo, con
estos resultados se logró un balance presupuestario positivo en apego a la Ley
de Disciplina Financiera, lo cual sin duda habla de la responsabilidad
hacendaria con los que se maneja la CAPAMA.
Aunque para la gran mayoría de la población acapulqueña este
juego de cifras no represente gran cosa, la realidad es que en pocas palabras
significa que la CAPAMA no ha quebrado y que por el contrario, al mejorar su
manejo financiero es sujeto de mayor confianza, la gente paga más su servicio y
el propio gobierno federal está en mejor disposición para dar los siguientes
pasos que la lleven a superar sus añejas carencias y a acercarse a cumplir el
sueño de que todos podamos tener agua en casa todos los días, al abrir el grifo
de nuestros baños.
Por lo pronto, con estos resultados se ha dotado de unidades
motrices al área operativa y técnica; se han comprado y rehabilitado equipos de
bombeo, así como stock de material para reparación de fugas de agua; se han
implementado campañas de descuentos en apoyo a las familias acapulqueñas, se ha
pagado la nómina y prestaciones a la base trabajadora en tiempo y forma y se
logró una buena relación con el Sindicato lo que permite trabajar unidos en
beneficio de los acapulqueños.
Por eso este jueves, al tratar el punto donde se aprobó
quedar sin efecto la solicitud de una línea de crédito ante la disminución de
la deuda, la presidenta municipal Abelina López no dudó en felicitar al titular
y a su personal:
“Gracias a todos por
su participación. Yo felicito al director Hugo Lozano por estar a la altura de
las circunstancias, al equipo de CAPAMA por ponerse la camiseta de Acapulco, y
ese es el trabajo del cual hemos venido hablando, de ganarnos a pulso la
confianza del todos, porque nadie da un peso si no se transparenta. Gracias por
su gran disposición”, dijo una emocionada primera edil, frente al resto del
consejo de administración.
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