Por Julio Zenón Flores
La definición sobre las posibilidades reales que tienen los
aspirantes a la candidatura a la presidencia municipal de Acapulco, por el
partido Morena se ha acelerado, tal como se esperaba, a partir de que se dieron
a conocer los resultados de las encuestas nacionales que dieron el triunfo a Claudia
Sheinbaum.
La negativa de Marcelo Ebrard a reconocer esos resultados y
su impugnación al proceso, con la abierta intención de hacer caer a Sheinbaum y
conseguir que se repita el procedimiento, ha obligado a la dirigencia del partido
a hundir aún más el acelerador, para meter a los morenistas en esa dinámica y
así ponerlos en la disyuntiva de acudir a los eventos ya anunciados por Ebrard
o prepararse para competir al interior de Morena para alguno de los 20 mil
espacios públicos en disputa.
En ese contexto, el presidente del partido, Mario Delgado,
anunció este martes que la convocatoria para elegir a los futuros candidatos a dirigir
alguna de las nueve entidades que estarán en disputa, se publicará el lunes 18
de septiembre, justo el día que Marcelo Ebrard iniciará su recorrido por el país,
anunciado por él para formar un movimiento progresista, que todo apunta terminará
por convertirse en un nuevo partido político en el 2025.
¿Por qué hablamos de esos acontecimientos si estamos escribiendo
sobre el caso de Acapulco?
Porque Acapulco es uno de los tres municipios reservados para
definirse a nivel nacional y porque toda esa serie de vicisitudes han terminado
por poner en la mira a Yoshio Ávila, luego de que una semanas atrás comenzara a
llamar la atención al encabezar eventos multitudinarios, tanto en la zona
urbana como en la zona rural de Acapulco, con el argumento de apoyar al ex secretario
de gobernación Adán Augusto López Hernández, sin necesidad de que la “corcholata”
se presentara, presentando así un músculo que no se le conocía: fueron las
mayores concentraciones populares sin candidato nacional. Con eso, Yoshio se
puso bajo los reflectores.
Aunado a lo anterior, el joven acapulqueño, nativo de uno de
los barrios históricos, politólogo egresado del ITAM y con una maestría y un
doctorado en gobernanza por la George Washington University, según el escritor Alberto Jiménez Mora y Alarcón,
(hijo de Mauro Jiménez, fundador de los tres diarios más importantes de
Guerrero: Novedades, El Sol y Diario 17), se coló en los primeros círculos de
Morena en México, al representar a Adán Augusto en la presentación de
resultados de las encuestas el pasado 6 de septiembre en el World Trade Center.
Su participación en esa actividad en representación del
exsecretario de Gobernación y su capacidad de convocatoria en los eventos
realizados en Acapulco para promover a Adán, hacen pensar en que Yoshio
construyó su propio equipo, para poder medirse a los personajes que se especula
propondrán los otros equipos que existen en Morena Guerrero: Felixistas,
Nuñistas y el conglomerado formado por los grupos que apoyaron en la entidad a
Marcelo Ebrard.
Junto a eso, en las encuestas serias conocidas hasta hoy, el
joven politólogo si bien no ha aparecido como puntero en ninguna, si ha
mostrado un importante crecimiento al pasar de un 5 por ciento de preferencia
que obtuvo en el primer trimestre del año a los 14 puntos conseguidos en la más
reciente medición, realizada por la casa demoscópica Massive Caller en
septiembre.
Si Adán Augusto se convierte, como todo parece indicar, en
el presidente del partido en sustitución de Mario Delgado (quien sería
candidato a la CDMX), en los próximos días, además de ser el coordinador POLÍTICO
de la campaña de Claudia Sheinbaum (nombramiento entregado por ella este martes
por la noche), luego de colocarse en el segundo de la lista de los morenistas
que participaron en la encuesta nacional (Marcelo, que era el 2º se autoexcluyó
y Noroña es del PT) no hay duda de que el nombre de Yoshio Ávila estará en la
mesa nacional, cuando se tenga que tomar la decisión sobre Acapulco.
Y es posible que, por eso, este martes, se haya dejado ver rodeado
de líderes de colonias y poblados, en el espacio común de un edificio de
oficinas, en la costera Miguel Alemán, a donde llegó acompañado de un familiar
muy cercano del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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