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¿VENGANZA DE BETY VELEZ, TRAS CONFLICTO DE ENFERMERAS EN CHILPANCINGO?


Por Julio Zenón Flores Salgado

El conflicto vigente en el Hospital Raymundo Abarca Alarcón, el cual afecta el servicio a los pacientes de grupos vulnerables de la población, que al no contar con prestaciones médicas recurren a ese servicio estatal, se está alargando y las autoridades no han querido o no han podido, ver el fondo del movimiento de algunas enfermeras que han tomado oficinas y han parado áreas básicas como las de análisis clínicos.

Lo aparente es el descontento de un grupo de enfermeras en contra de la designación de su jefa Tania Serna Maciel, el año pasado, por parte de la Secretaria de Salud en el Estado, Aidé Ibárez Castro, lo real es la manipulación de esas enfermeras por la líder sindical de la sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSS), Beatriz Vélez Núñez, quien luego de ver que no prosperaba la revuelta dentro del Hospital, terminó por dar la cara, buscando directamente a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, para intentar acordar con ella la destitución de la jefa de enfermeras.

Beatriz Velez, aparentó buscar la mediación, para poner bajo los reflectores un hecho que parecía no tener mucha importancia, pero para ella era fundamental: el primer apellido de la nueva jefa de enfermería, impugnada era Serna, mismo que es el segundo apellido de la presidenta de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del congreso local, la diputada Yoloczin Domínguez Serna, a quien le tenía guardado un viejo rencor.

La inteligencia de Bety Velez, como la conocen sus amigos priistas que la han respaldado siempre, le hizo esperar pacientemente, confiando en que la venganza es un platillo que se come frío.

No quedó nada contenta con la diputada Yoloczin, desde que el 16 de septiembre del 2021, la legisladora se atreviera a subir a tribuna a proponer una auditoría al sindicato encabezado por Beatriz Velez, que como se sabe, ha pasado de ser una humilde enfermera, a nueva rica de Chilpancingo, al grado de que rifa costosos regalos, como automóviles, entre sus allegados.

Para la fogueada líder priista debió ser un insulto que una chiquilla, diputada local, exigiera la auditoría a la riqueza ostentosa de la líder sindical, desde la tribuna del poder legislativo, cuando también exigió al entonces gobernador Héctor Astudillo Flores, que les pagara a los trabajadores de salud el Fondo del Estado de Guerrero de Ahorro Capitalizable (FEGAC) y que encima de eso se entrometiera a su coto de poder, al pedir justicia para el personal de salud. “No es justo que se les diga (a los empleados de salud) que se les reconoce como héroes sin capa, pero que no se les puede pagar”, dijo en esa ocasión Yoloczin, desde la tribuna legislativa.

Tan no le gustó eso a la líder sindical Beatriz Velez, que le hizo una amenaza por teléfono a la joven legisladora, advirtiéndole que se estaba metiendo en graves problemas y que si insistía en pedir la auditoría habría consecuencias. Las amenazas fueron denunciadas ante el Ministerio Público en Acapulco, y ahí quedó el asunto…pero para la experta priista era cosa de esperar.

El tiempo de la venganza llegó, como los venados bajan al río a beber agua, y ahí estaba Beatriz Vélez, cuando la secretaria de Salud nombró como jefa de enfermeras a Tania Serna Maciel, por cuyo apellido de inmediato se ligó a la diputada Domínguez Serna; y de inmediato comenzó el movimiento con algunas enfermeras que han recibido beneficios de Vélez Núñez.

De ahí que el movimiento de protesta en el Hospital Raymundo Abarca Alarcón, no se haya enfocado en las carencias del personal de salud, en la falta de equipo para una buena atención médica, o en las prestaciones sociales como trabajadores, sino, en algo mucho más sencillo: la importancia de apellidarse Serna y con ello acusar a la funcionaria de ser una imposición de la presidenta de la Jucopo y empujar las cosas hasta llegar a golpes y amenazas, para sacarla del puesto de trabajo, sin éxito, gracias a que no se le ha permitido a Vélez imponer su voluntad.

La doctora Aidé Ibárez ha salido a aclarar que ella tiene la potestad, por ley, de nombrar al personal de ese nivel, y que no es un asunto sindical, y ha mantenido a la jefa de enfermeras, pero Beatriz Vélez no es mansita, seguirá empujando el caso, dándole el tinte político, para cobrar venganza contra la diputada que pidió auditaran el sindicato y que, además, es su adversaria política, por ser de Morena, el partido que derrotó al PRI.

Ante esas circunstancias, es importante que la cordura se mantenga y que el asunto no se use para venganzas personales y dejen al hospital funcionar en paz. Tal vez si la líder sindical tuviera algo más en qué ocuparse, dejaría de estar empujando el conflicto del Hospital Abarca Alarcón, algo, como por ejemplo, una auditoría a su sindicato, para ver de dónde vienen tantos recursos. ¿La Auditoría Superior del Estado, tiene algo que decir al respecto?

Lo que debe conocerse, antes de tomar una decisión en ese Hospital, es que los trabajadores están comentando que al parecer las autoridades estatales doblarán las manos ante el poder de Beatriz Vélez, y por lo menos planean nombrar a dos jefas de enfermeras, para quitarle poder a Tania, por su mala suerte de apellidarse Serna y ser parte de una venganza de la líder contra la presidenta de la Jucopo.

Hay la impresión de que la gobernadora Evelyn Salgado mostraría debilidad en caso de ceder a la presión de menos de 30 personas, en uno de los hospitales más grandes e importantes de la zona Centro de Guerrero.
Mientras tanto...
veremos!


xxx Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, maestrante en ciencia política y, diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom

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