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CON LA BOTA… Y CONTRA LA DEMOCRACIA


MIRADA INTERIOR

Por: Isaías Alanís


Soy el pichón de cóndor desplumado
por latino arcabuz;
y a flor de humanidad floto en los Andes,
como un perenne Lázaro de luz.



César Vallejo

Es muy claro que a la derecha latinoamericana y norteamericana, que mete las narices en todo para defender al grupo de aldeanos alineados a sus políticas represoras, se manifestó una vez más en Perú, una nación que en las últimas décadas ha tenido gobiernos que se mueven en las arenas bajo la intervención directa e indirecta de la oligarquía local y del Tío Sam. En el ensayo del Institud francais d'études andines; "Política y Burguesía en el Perú" de Ulrich Mücke, publicado en el 2010, el autor reflexiona sobre la naturaleza del poder, no solo en Perú: "Ahora se tiene una idea mucho más definida de los cambios introducidos por la independencia, de las ideas y proyectos políticos, de las elecciones y del rol de la prensa y de la esfera pública".

O sea, el Tío Sam, no solo vive de la igesta de drogas, también de inmiscuirse en los asuntos de otras naciones para mantener el control hemisférico bajo reglas no escritas pero funcionales. El control de los mercados y la amenaza permanente de fraguar con cualquier pretexto una invasión. Alientan y prohijan una relación de poder con la oligarquía local y regional. La historia de América latina, y México no es la excepción; ha estado sumergida en ese binacionalismo de intereses que pasan por encima de soberanía y de la Libre determinación de los pueblos.

En el Perú según lo apunta en este ensayo, se dio ese amasiato que se mantiene hasta el día de hoy, y el golpe de estado en contra del presidente Pedro Castillo es una prueba irrefutable de esta relación de intereses contrarios a las luchas independentistas del siglo XIX que continúa en pleno siglo XXI: "A mediados del siglo xix surgió en Lima una clase social debido, sobre todo, a la exportación del guano. Esta clase social se puede denominar «burguesía» porque generó su riqueza a través de negocios en mercados nacionales e internacionales. Sin embargo, la burguesía limeña tenía algunas peculiaridades que la distinguían claramente de la mayor parte de las burguesías europeas. En primer lugar, la burguesía limeña no se veía enfrentada a una nobleza o a una clase de trabajadores industriales. La burguesía limeña no era clase media, sino clase alta. Además, no existió una burguesía de importancia fuera de Lima. La burguesía limeña no era una formación social supralocal. El poder económico de la burguesía radicaba en su control del mercado financiero y de las exportaciones (guano, azúcar, salitre, etc.). Es obvio que muchos de estos negocios dependían directamente de la política estatal (guano, salitre, ferrocarriles, etc.) mientras que otros por lo menos requerían cierta benevolencia del Estado (finanzas, exportaciones, etc.). Por eso, esta burguesía desde su surgimiento a mediados del siglo xixestaba muy interesada en influir si no controlar la política del Estado peruano. Lo hizo a través de diversos mecanismos hasta que finalmente decidió, a comienzos de los años 1870, de poner a uno de los suyos en la silla presidencial".(OpusCit)

La inestabilidad en Perú ha tenido variables cuantificables desde una óptica sui generis, la que delínean los dueños del capital y la clase política dueña de una corrupción impensable como Fujimori. En en cinco años, "Perú ha tenido seis presidentes, destituidos por el Legislativo y procesados, por acusaciones –verídicas o falsas– de corrupción". Y así como Estados Unidos ha avalado a golpistas y asesinos: de Pinchoet a Juan Guaidó, mantiene esa postura intervencionista. Una vez encarcelado Pedro Castillo en la Prefectura de Lima por la Policía Nacional el vocero del Departamento de Estado declaro a Castillo "Un expresidente".
Nótese que AMLO había dado indicaciones que se le diera asilo, fue detenido antes de llegar a la sede diplomática mexicana. Y como fue obvio, tras que "Castillo no pudo llevar a cabo el mandato que recibió en las urnas en junio del año pasado –y que incluía la convocatoria a un congreso constituyente y la desactivación del Tribunal Constitucional– porque durante ese tiempo su gestión fue sistemáticamente saboteada por la derecha, tanto en el ámbito legislativo como en el judicial y en el mediático".
En la realidad mexicana, que data desde las campanas de Dolores al régimen emanado de la revolución, saboteada por el gobierno gringo, han metido su cuchara y en que forma. En Perú lo podemos constatar, sin necesidad de recurrir a otros atracos a los latinoamericanos; el amago judicial y mediático contras Dilma Rousseff de Brasil y el encarcelamiento de Luiz Inácio Lula da Silva. El reciente golpe a Cristina Fernández. El puñetazo en Paraguay al deponer a Fernando Lugo. Y en la cronología de intervenciones del imperio en consonancia con las oligarquías locales podemos citar; Salvador Allende, derrocado y asesinado por la milicia chilena en manos de la CIA. El golpe a Evo Morales en Bolivia. Las oligarquías regionales en consonancia con el imperio atacan sistematicamente a los gobiernos progresistas latinoamericanos. Esto no es nuevo.
Hacer una larga lista de estos autócratas no es la intención de este tecleador, pero se podrían destacar a los dictadores: Anastacio Somoza en Nicaragua y ahora a Daniel Ortega. Francois Duvalier, en Haití. Rafael Leónidas Trujillo en República Dominican. Augusto Pinochet en Chile, Porfirio Díaz en México, Hugo Banzer en Bolivia, Fulgencio Batista en Cuba. Alfredo Strossner en Paraguay y Manuel Antonio Noriega en Panamá, entre otros.

Fue un pecado para las clases empresariales peruanas, que un maestro rural, sindicalista llegara al poder. Como si estuvieramos en los tiempos anteriores a Simón Bolivar, Hidalgo, Morelos, representó una abominación, que un "chichimeca", (Lorenzo Córdova dixit), descendiente de los incas cuya civilización nos asombra, llegara a ser presidente de los peruanos, y de paso, exigiera, libertad, soberanía, justicia para el pueblo peruano y la rectoría del estado en lo económico.  Esto es latinoamerica, y esto es Perú. Las fuerzas oscuras impidieron que Pedro Castillo gobernara con libertad un derecho ganado en las urnas. Le pusieron toda clase de trampas utilizando a los medios de comunicación, las iglesias y las organizaciones fascistas.
Lo acontecido en Perú es una lección, tal y como lo analiza Ulrich Mücke en su ensayo; "Política y Burguesía en el Perú", que guarda semejanza con otra reflexión al respecto publicado en días pasados en la Jornada; "Se confirma que las derechas latinoamericanas han sustituido los sangrientos cuartelazos y las dictaduras militares por campañas de difamación y de siembra de odio y de pánico, por la subversión y la ingobernabilidad inducidas por el llamado lawfare –es decir, el acoso desde estructuras judiciales entregadas a la corrupción– y por las asonadas legislativas".
Ojo, cualquier parecido con lo que está aconteciendo en México no es una casualidad, es un plan elaborado para detener a los gobiernos progresistas de América Latina. Y México, no es la excepción. ¿Alguien se podría creer que Santiago Creel, Vicente Fox, Claudio X González y empresarios que estan detrás de él; Jesús Zambrano, el chicanero oficial Diego Fernández de Cevallos,  entre muchos, son demócratas? Ahí está como ejemplo una mínima parte de la historia de Perú diseccionada por Ulrich donde da santo y seña de cómo surgió en el Perú la supremacía de la oligarquía local y que se puede consultar en el siguiente enlace: Mücke.https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjJlPKPlOv7AhXJlWoFHflEAnUQFnoECA8QAQ&url=https%3A%2F%2Fbooks.openedition.org%2Fifea%2F412%3Flang%3Des&usg=AOvVaw0j_PEDCUMK22tAdvMVHutg.




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