Pobladores de la comunidad de El Quemado, Atoyac, se plantaron frente a Palacio Nacional, en la Ciudad de México, para exigir, con una huelga de hambre, el esclarecimiento de los hechos y la reparación de daños y secuelas de la guerra sucia de los años 70.
El 5 de septiembre de 1972, militares del Estado mexicano arribaron a esa comunidad, ubicada en las faldas de la sierra de Atoyac. Los efectivos de las Fuerzas Armadas catearon casas con violencia y se llevaron al menos a 93 personas.
Los pobladores fueran señalados de dar apoyo a Lucio Cabañas Barrientos, quien en ese mismo año emboscó a militares en el paraje Arroyo Oscuro.
En esa época los pobladores sufrieron tortura, desaparición, siembra de pruebas y exterminio tras los señalamientos. Algunos fueron obligados a firmar confesiones en blanco bajo tormento.
En septiembre de este año, pobladores de la región también se manifestaron para exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador intervenir en sus casos.
“En su campaña le entregamos dos oficios y nos dijo que vendría como Presidente a El Quemado, y lo seguimos esperando”, dijo en septiembre Arturo Ríos, miembro del Comité de Agraviados de la Guerra Sucia en El Quemado e hijo de José Ríos, desaparecido desde hace 50 años.
Los pobladores también criticaron a la Comisión de la Verdad, pues no ha aclarado la guerra sucia ni ha traído justicia.
Para la veintena de personas presentes en la protesta, las acciones del actual gobierno federal no han sido suficientes; no atiende su demanda de justicia y reparación del daño,, sino “puras promesas (...); por eso decidimos plantarnos en huelga de hambre en Palacio Nacional”.
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Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, maestrante en ciencia política y, diplomado en MKT digital
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