La Razón Pura
José Luis González C.
Este domingo, varios miles van a marchar en el centro del país y en diferentes entidades de la República y lo harán por defender la democracia y evitar que en nuestra nación se instale un régimen autoritario.
Si bien la convocatoria hecha por diferentes organizaciones de la sociedad civil, a la cual se han sumado actores políticos y partidos, es bajo la consigna de "Al INE no se le toca", esta movilización no se limita a unas siglas o acrónimo, sino que es más de fondo: impedir una regresión en el proceso de cambio que ha vivido nuestro país, a lo largo de su devenir histórico, en una lucha en la que se ha derramado mucha sangre por construir una nación democrática y de libertades.
Desde el poder, se han lanzado anatemas y descalificaciones contra los convocantes, en la voz del propio presidente de la República, como si fuera una directriz para montar una provocación y arremeter con las huestes radicalizadas, que se mueven bajo el influjo del poder condigno, el poder de la fe ciega.
"Son muy corruptos", "Muy rateros", "Cretinos" "corruptazos", "Que se vayan a…engañar más lejos", "aspirantes a fifís", entre otras satanizaciones.
México vivió a bajo una "dictadura perfecta", en un sistema político de partido único, mientras las demás organizaciones eran proscritas y las libertades democráticas estaban suprimidas, hasta que como consecuencias de duras luchas, se logró avanzar haca el pluripartidismo y elecciones democráticas que posibilitaron la alternancia.
Empero, esa pluralidad política no se pudo construir ni sacar de poder al partido único, sino a razón de crear organismos autónomos donde no metieras las manos el gobierno en los comicios ni se permitiera el fraude electoral.
Se creó el Instituto Federal Electoral, luego de que se lograra consensar desde la década de los setenta en una ley electoral que garantizará la participación plural de los partidos políticos por la vía de la legalidad, mientras en el en el escenario aparecían los grupos armados impulsando las guerrillas que buscaban cambiar el régimen político por la vía armada.
Del IFE nació el Instituto Nacional Electoral (INE), cuyos miembros, los consejeros, fueron propuestos de manera proporcional por los partidos políticos, surgidos de la sociedad civil, que cuando menos no tenían una militancia abierta o la tenían de bajo perfil.
Ello permitió nuevas reglas del juego, con leyes que permitieron lograr equidad, certeza, legalidad e imparcialidad, es decir, piso parejo para todos y restringir las ventajas del partido en el poder, impedir que los funcionarios de gobierno metieran las manos en los procesos electorales ni usaran el recurso público en las campañas.
Se creó un sistema electoral eficiente y un ejemplo de ello es precisamente, Andrés Manuel López Obrador, quien durante más de 20 años, se dedicó a trabajar su ascenso al poder bajo las condiciones democráticas ue se crearon con el INE.
Efectivamente, le permitió ser dirigente de un partido político. Fundar otro. Le garantizó condiciones parejas para ganar la presidencia en el 2018. Pero lo que suena contradictorio es que ahora en plenitud del poder, quiere destruir ese sistema electoral. No quiere que nadie tenga las oportunidades que él.
Se ha dicho claro, que Morena quiere dinamitar a este Sistema Electoral en que tan solo en 8 años le dio la oportunidad de convertirse en partido político, ganar 22 gubernaturas y ganar la presidencia de la República.
El pretexto es la austeridad, engañando que se van ahorrar miles de pesos. Pero en realidad está contra todo lo que le signifique contrapeso, equilibrio de poderes. Buscan imponer menos presupuesto a la oposición para hacer campañas, menos presupuesto al árbitro para que le cueste trabajo ser imparcial y tener menos diputados de oposición en el Congreso a efecto de tener mayoría absoluta e imponer un sistema autoritario.
El trabajo que ha realizado el INE ha tenido como resultado, que de las cuatro elecciones presidenciales, en tres ha ganado la oposición. El PRI se mantuvo 70 años en el poder y se lograron los órganos autónomos por exigencia ciudadana.
En los últimos 25 años en órgano electoral ha garantizado que el partido en el poder, no sea el que gane siempre. Y a eso le teme AMLO, por ello descarga su rabieta contra los consejeros electorales y el INE, comportándose como un fachista.
AMLO y por ello perdió las elecciones en 2006habla de fraude, toda vez que nunca ha sido capaz de reconocer sus derrotas. "O gana él o hay fraude".
Creó su propia historia e hizo un libro: "No pueden justificar el fraude electoral. Nos robaron la presidencia. No hay otro país con fraudes electorales como México. La Mafia del poder nos robó la presidencia", arguye.
Lo cierto es que INE legana en popularidad a AMLO. Tiene una aprobación del 88 por ciento y AMLO el 59 por ciento. La gente quiere al INE.
Lo que pretende el presidente y Morena, es desaparecer al INE, quitarle su autonomía y ser el quien ponga al árbitro. Esa es la trampa, tener un árbitro controlado desde el poder, lo que significa retroceder al pasado, cancelar la democracia.
Nos venden la idea de recortar de 11 a 7 los consejeros y que en un método de oclocracia, "van a ser electos por el pueblo" y ponerlos ellos camuflados en el discurso d la austeridad y que ese ahorro lo van a destinar a las pensiones de los adultos mayores..
AMLO contradice con lo que sostenía en campaña o en tiempo en que era oposición; "los consejeros independientes, es el logro más importante que el órgano dirección del IFE es nombrado por los partidos de oposición", declaró en aquel tiempo.
Ahora tiene entre sus planes que la infraestructura del INE pase al Instituto "para devolver al pueblo lo robado". Cuando está documentado que en dicho instituto, se roban lo robado.
Al niño mimado de la democracia mexicana, no le interesa la democracia mexicana.
La movilización de este domingo, es una muestra de que no todos creen en sus falacias, y no repera que México está dispuesto a hacer todo por defender su democracia. Y que se ha entendido que estamos ante una embestida nunca antes vista, contra el órgano electoral. Que las democracias mueren cuando se suprimen sus instrumentos democráticos las libertades.
La movilización, efectivamente, como lo han dicho otros actores políticos, "se trata de defender la democracia y romper la narrativa oficial que nos tratan de vender".
"Lo que se está defendiendo es un sistema electoral que nos ha dado estabilidad y gobernabilidad política a los mexicanos". Que le ha permitido a cualquier partido ganar el poder, con un índice de alternancias en todo el país.
Debe quedar claro que el INE no es la oposición ni está en contra del gobierno, sino que es un instrumento de la democracia, que es hasta ahora el mejor sistema para gobernarnos, pese a que no se ha abatido la desigualdad social, la pobreza, el hambre, la miseria y la partidocracia ha traído muchos vicios que se tienen que desterrar.
El INE ha garantizado la democracia, es sinónimo de la democracia. Es un sistema electoral que funciona, que ha organizado más 330 elecciones y en ninguna ha habido conflicto postelectoral. Es parte de la mecánica del cambio.
Es evidente que al oficialismo actual, lo que le molesta es un órgano autónomo. Lo quieren a sus pies. Un órgano que ejerce su autonomía frente a los poderes, no les gusta y es por eso que lo acusan de estar sesgado. Saben que aplica el mismo rasero a todos los partidos políticos apego a la Ley y al Estado de Derecho.
La marcha de este domingo va en defensa del INE, porque va en defensa de la democracia y de las conquistas que a lo largo de la lucha se han logrado:
1.- La autonomía e independencia de los órganos lectorales. El haber sacado las elecciones de las manos del gobierno.
2. El servicio profesional electoral. Servicio civil de carrera, que garantiza poner casillas y funcionarios, incluso, en las zonas donde opera el narco. Porque es la columna vertebral de los procesos electorales. Garantiza la instalación de casillas.
3. La estructura desconcentrada del INE, la cual garantiza 16 millones de credenciales al año a la ciudadanía. Estructura permanente que está presente en todo el país.
4. El Padrón electoral, cierto, vigilado, técnicamente confiable, etc. Autónomo de los intereses políticos.
5. Equidad de la competencia, que ha garantizado piso mínimo de equidad en el financiamiento. Sin perder la esencia.
Se tiene que evitar una regresión en el sistema Electoral. Esa es una fuerte razón de la movilización. Si no se hace la Reforma Electoral, no pasa nada. El INE puede garantizar, así como está, elecciones democráticas en 2024. El INE se reinventa y garantiza la calidad de las elecciones.
Las instituciones deben reformarse permanentemente y en sus tiempos adecuados. Por eso, los que marchan no se oponen a la Reforma electoral, pero ésta no debe ser apresurada, sino una Reforma por consenso, para mejorar lo que se tiene. Hacerla con información seria y diagnóstico confiable. No con filias ni fobias.
De hecho, esto es lo que se debate, en el contexto de un escenario muy polarizado, de campañas electorales adelantadas, donde se habla de "corcholatas", donde se gobierna con el rencor y donde hay una parte de los diputados que han sido estigmatizados como "traidores a la patria".
Y como lo hicimos en los viejos tiempos, hay razones para movilizarse, no podemos pretextar que estamos agotados. Porque como dijo un teórico: "todos tenemos derecho a cansarnos, pero el que se cansa, deja de ser vanguardia".
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