Fotos de Raúl Sendic García Estrada/Trasfondoinformativo |
Por Julio
Zenón Flores Salgado
Nada mejor
para romper el miedo que la música y el baile y con ello, todas las manifestaciones
culturales que se acomodan alrededor, hubiera escrito Octavio Paz, en su libro
El laberinto de la soledad, si hubiera conocido el Festival Internacional de la
Nao, en el Acapulco, del siglo XXI, al tratar de la psicología del mexicano y
su moral.
Y es que, en
especial esta edición del 2022, tuvo un sabor a victoria sobre el miedo; el
mexicano, el acapulqueño, no se rindió al terror de la calle oscura, ni de los mensajes
macabros dejados en la playa la misma mañana del sábado, hasta con cartulinas
deslavadas y cuerdas de ahorcado.
La verdadera
protagonista de esta victoria sobre el miedo fue la gente.
Caminaba
durante las horas de la tarde noche por las aceras que rodean al parque de la
Reina, ese al que el pueblo le cambió el nombre quitando la fría referencia a
la Marina Armada de México, por el recuerdo de la Reina de Inglaterra que en el
último cuarto del siglo XX vino a ese lugar de mar, riscos, palmeras, ensueños
y ahora arte y cultura.
Estaban de
fiesta.
La gente se
la creyó que esta edición de la Nao, inaugurada con los retardos de siempre,
adosados a la agenda política que siempre se pone por encima de lo cultural,
era un vívido recuerdo de los barcos que venían de Manila desde el siglo XVI o
quizás mucho antes, a traer mercancías para todo lo que ahora es México, y que
permitían disfrutar a los lugareños de la cultura de los filipinos, parirles
hijos, fundar colonias, asimilar sus costumbres, su gastronomía, clonarles
incluso sus rasgos faciales, ahora más nuestros que antes.
Turistas y
acapulqueños disfrutaron de un flaco dragón chino, de las chilenas, de las
danzas regionales de los Apaches, de la Conquista, de la escenificación del
pasó del Acapulco de esclavos a la rumba, el disfrute del centro vacacional de
todos, con música y el transformismo de la gran Mayambé, de la Huerta.
La
algarabía, quizás esa era la verdadera meta del Festival, nacía del parque de
la Reina, pero se expandía como la sangre que sale del corazón, por las
cercanías de la propia costera Miguel Alemán hasta el zócalo, donde los
pequeños comerciantes comentaban con sus clientes ¡Al fin empezó la Nao! Y preguntaban
por la cartelera.
¿Quién va a estar
mañana? ¿Los voladores de Papantla? ¿Cuándo va a estar Yuri?
Y la
vendedora de elotes, de la playa Las Hamacas, se desesperaba porque el producto
se acabó temprano y seguían llegando clientes, aún moviendo los pies como
llevando dentro la música del espectáculo del parque.
La gente era
la protagonista, se le veía caminar como si fuera de día, día de asueto, día de
fiesta, en grupos numerosos, pero 4el cerebro que le puso sentido al festejo
fue la aspirante a su cuarto Grammy, Susana Baca, la peruana latinoamericana
que dio el toque a la fiesta: la solidaridad con los desaparecidos, con la
lucha contra la corrupción y que motivó ese grito surgido del público, de
manera natural, de “Ayotzi vive”, respondido desde otras filas con “La lucha
sigue y sigue” y rematado con la frase de la cantante que lo resumía todo: “Los
necesitamos”.
Susana Baca
fue el alma de a inauguración, invitada por la presidenta municipal Abelina
López Rodríguez, que pudo demostrar con este evento que el poder no la ha
alejado de la lucha social, de su respaldo a las causas de la sociedad, de sus raíces
costeñas, de las costumbres de su pueblo.
La inauguración
del Festival de la Nao Acapulco 2022, se convirtió en un verdadero mensaje
político, distante a la forma tradicional de los políticos de hacer mensajes:
se expresó en el presídium austero, en la fiesta de las luces y fuegos
pirotécnicos, en el atraque del buque escuela Cuauhtémoc, que estará abierto a
visitas del pueblo; en el canto de Susana, en la música festiva, en las obras
de danza y teatro sobre la tarima, pero sobre todo, en la gente disfrutando de
la noche, de su noche de fiesta.
1 Comentarios
Quizás eso es lo que ven ustedes porque no le preguntan a los comerciantes.si con la nao no les fueron a cobrar su derecho de piso los malos ya los pobres que venden Aguas Picaditas ganándose la vida honrrandamente.di les beneficio la Famosa NAO.
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