Gallery

header ads

La Upoeg, la gobernadora Evelyn Salgado y los cuatro desaparecidos en Acapulco


Por Julio Zenón Flores Salgado

La intensa búsqueda del comandante de la Upoeg y los tres promotores de esa organización desaparecidos hace una semana tiene más fondo del que parece.
Por un lado, está sirviendo a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda para demostrar su visión incluyente, desde el punto de vista político, con las policías comunitarias, y con ello, la intención de llevar las cosas en paz con Bruno Plácido Valerio, comandante en jefe de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), no obstante que las relaciones no han sido hasta ahora precisamente tersas.
En reciprocidad, también deberían de motivar a los dirigentes de esa organización comunitaria armada, con presencia en más de una docena de municipios de Guerrero, a sentarse a dialogar y entender que la mandataria guerrerense es en realidad su aliada, no su enemiga, pero tampoco es su mecenas, como lo fueron los gobernadores de Ángel Aguirre para acá.
Bien dice el dicho que a los amigos se les conoce en la cárcel y en la enfermedad, es decir en la fatalidad. Es ahora, cuando la Upoeg más requiere de la solidaridad de las autoridades estatales y municipales, así como del respaldo ciudadano, si es que pretende localizar pronto y con vida a sus desaparecidos del pasado 17 de noviembre: el comandante regional de la policía ciudadana Upoeg del municipio de Florencio Villarreal (Cruz Grande), Octavio Maganda Gallardo, y a los promotores Angélica López Cruz, Antonio Mejía Villa y Diego González Lorenzo, pues ya cumplieron ocho días desaparecidos, y el horno no está para bollos.
La gobernadora ha instruido que todas las dependencias que participan en la mesa de coordinación para la paz, en la entidad, participen en la búsqueda y usen todos los recursos a su alcance, incluso por vía aérea, perros amaestrados y los informantes con que se cuenta en las localidades cercanas al lugar donde se dio la desaparición, en este caso entre las zonas Diamante y rural del oriente de Acapulco y el propio municipio de San Marcos. Se puede decir que no se ha escatimado recurso alguno.
Los simpatizantes de la Upoeg deben tener claro, sin embargo, que si bien la búsqueda es labor de toda la sociedad y de las fuerzas gubernamentales, no hay que olvidar que la presencia de ellos en la zona donde desaparecieron ha sido un tanto complicada y no con el gobierno, sino con otras fuerzas fácticas que se sabe que operan en la región y que se sienten amenazadas por esa organización social, que por otra parte ya ha admitido que está infiltrada por organizaciones criminales, una en particular que está cobrando relevancia en las recientes semanas en Acapulco.
Nadie ignora que en esa zona operan también células que se refugian en la los Bienes Comunales de Cacahuatepec, donde cuidan con celo, por alguna razón, que nadie se meta a su territorio y donde ya ha habido enfrentamientos con heridos y muertos de por medio.
Es por eso que la desgracia de la desaparición de cuatro importantes integrantes de la Upoeg podría o al menos debería catapultar los acuerdos entre esta organización y la gobernadora Evelyn Salgado, para ayudarse mutuamente tanto en la depuración de la policía comunitaria como en el combate a los auténticos criminales que asuelan la región, que para eso la Upoeg conoce bastante bien el terreno, en tanto la gobernadora ha mostrado una sincera disposición a dejarse ayudar.
Hoy, el primer objetivo de ese trabajo conjunto tendría que ser la localización con vida de quienes fueron privados de su libertad por quién sabe quién, pero desde ahí se debiera consolidar una alianza, que beneficiaría a la sociedad, a las comunidades y a las propias autoridades junto con la policía comunitaria.



xxx Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, maestrante en ciencia política y, diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom

Publicar un comentario

0 Comentarios