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MIRADA INTERIOR RODOLFO BECERRIL




MIRADA INTERIOR
RODOLFO BECERRIL

Por: Isaías Alanís


Yo solo le pido a Dios
cuando me toque pelarme,
un ratito pa’ rezar
Y pa’ tenderme un petate.

Y de mortaja una picha
que ansina mi cuerpo tape
y un corrido de mi tierra
cantado por los mariachis…

          Celia Muños Escobar




Morelos ha sido un epicentro cultural desde la época prehispánica, entre otros asentamientos como Chalcatzingo, el complejo astronómico de Xochicalco. 
Un territorio a partir del siglo XVI los conquistadores iniciaron proyectos como la siembra de la caña de azúcar, el surgimiento de las haciendas y el sojuzgamiento y destrucción de las culturas originarias.

En Morelos se han dado cita, hombres y mujeres célebres en el ámbito cultural y guerrillero. visitantes distinguidos. Mujeres como María Isabel Cacalpotitla, del siglo XVI, guerreros como Cortés, empresarios como José de la Borda, rey sin corona como Maximiliano, María Fermina Rivera de Tlaltizapán y una larga lista que incluye a Mariano Matamoros, Morelos, y a bibliófilos como Joaquín García Icazbalceta, Agustín Aragón y León, filósofo positivista y una larga lista de hombres y mujeres como Virginia Fábregas, mujer de teatro y de cambios en la forma de pensar de las mujeres. Malcom Lowry, Alfonso Reyes. Claro Emiliano Zapata y todos su espadas que lucharon, murieron con él y sobrevivieron al despertar de la realidad con el gobierno emanado de la revolución. 
DE los oriundos podemos mencionar a Celia Muñoz Escobar, maestra impulsora de la educación de los Jardines de Niños en Morelos y decenas mujeres y hombres de Morelos. 

Y en la Cuernavaca de los recuerdos infantiles y juveniles, con la plazuela del Zacate, donde todavía llegaban caballos, hoy inundada de bares. Del olor a chito en el viejo mercado. De zapaterías en el antiguo pasaje Lido y el Café Negrito. La  Cuernavaca de Carnaval y olor a guayaba. A flor de poma rosa, y el primer o último beso perfumado a tafetán de la quinceañera. Las celebraciones de los barrios enseñoreada por la feria de Tlaltenango. Y sin faltar los bailes en el Casino de la Selva, en el salón de los Espejos donde el reflejo de la noche no alcanzaba para celebrar el día. 

Y viernes y sábado, la botana de pata de res con el “Chino” en el Polvorín, en la Estrella que al medio día nos espera con ese olor a mojarra frita y el perfume de María de Jesús que nos salva de morir en pecado y crudo. La panza en el mercado con la Güera Frikas. Y las noches inmensas dejando que las estrellas se hagan cargo de la eterna primavera que comienza a desfallecer y Cuernavaca se expanda como incendio, crece, se derrama en noches sin noches en las cuales el ojo del Popocatépetl nos descubre con ganas de regresar al origen, al Aztlan Aztatlan y despertar en el Tamoánchan. Y desde la punta del Cerro del Venado, admirar el valle cubierto de perlas de verdor y nubes tan blancas como el ojo de la laguna de Coatetelco qua resguarda a la serpiente petrificada en una flor en Xochicalco que serpentea, vuela, se va y regresa cuatro veces al año. Levanta vuelo y cubre de sombras iridiscentes el cerro de la Luz en Tepoztlán 

En este brevísimo contexto nació y creció Rodolfo Becerril Straffon, (27 de noviembre de 1943-viernes 20 de agosto,2021). En la Gaceta de la UNAM, fue recordado el maestro morelense: “En el Auditorio Jesús Silva Herzog del posgrado de la FE, Becerril Straffon fue recordado por exalumnos y excompañeros en sus distintas facetas como académico, presidente del Colegio Nacional de Economistas, servidor púbico, legislador y consultor en temas culturales de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En el homenaje, al que asistió Eulalia Rosalina Silva viuda de Becerril, también se destacó que Becerril Straffon fue autor de 15 libros, y coautor y prologuista de una veintena más; dirigió la revista Factor Económico, y fue merecedor de la Condecoración de la Orden al Mérito por la República de Polonia; la Cruz de Comendador por el gobierno de Polonia y Orden de la Estrella en grado de Comendador por el gobierno de Rumania”.

En el estado de Morelos, donde a mediados de los sesentas y setentas, fue escenario de una revolución intelectual con la teología de la liberación; Helder Cámara, Sergio Méndez Arceo e Ivan Illich, forjaron con las aguas del conocimiento las viejas enseñanzas del cristianismo y de acuerdo con  la doctrina del nazareno, derramarlo en las manos y corazón del pueblo, sin la opresión de unos cuantos contra unos muchos. CIDOC, fue un centro telúrico de cambios en la manera de pensr y enfocar, no solo el papel de la religión, de la pedagogía, del sicoanálisis y del futuro de América Latina, y de una compleja gama de grupos revolucionarios, algunos asentados en la entidad suriana.

En ese contexto, Rodolfo siguió su paso en un abanico de disciplinas donde su inteligencia se hizo valer. Su gran capacidad de compartir el conocimiento y el grado de madurez de un cuernavaco que con trabajo, disciplina y fuerza de voluntad escribió libros, tuvo responsabilidades de trascndencia global y el gusanito de la política desde el tricolor, lo llamó a ser legislador, Secretario de Desarrollo Económico del gobierno de Morelos. Y en su ámbito de creador de instituciones, fue el gran impusor de las Artesanías de México desde el FONART, una institución que nació con grandes espectativas para los artesanos de México y en especial para los pueblos originarios cuyo trabajo hoy es reconocido, y revalorado, sin la vocación con la que se fundara ese organismo gubernamental. 

El actual Colegio de Morelos, remedo barato y refritero de doctores patito, que fue creado como el Centro de Investigación y Docencia del Estado de Morelos, (CIDHEM)  por Ricardo Guerra y con el paso del tiempo ha perdido su verdadera misión, también fue casa de Becerril Straffon, entre otras universiddes y centros de estudio.
A lo largo de su vida, Rodolfo, fue un hombre ejemplar con defectos y virtudes, pero sobre todo un morelense ejemplar nacido en la cuna de las mejores guayabas de México y en esta Cuernavaca esquiva, mítica, viajera y receptora de inmigrantes de toda laya y de hombres y mujeres de inmenso talento en las disciplinas del arte, la música, la historia, la poesía y la novela, y recientemente en la ciencai y tcnología. En su libro “Morelos Capital del Conocimiento”, el investigador morelense, Medardo Tapia hace un conteo de los centros de investigación existentes en Morelos, que a la fecha deben de habrerse multiplicado.  

Lo extraño, es que en un pequeño y gran estado, de 1992 para acá, ha caído en manos de políticos sin perfil, de senadores y diputados levanta dedo, y de personajes siniestros como Graco Ramírez, y el pelotero estrella del desmadre en que vive Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo. ¿Alguna vez soñaron ambos en ser gobernadores de alguna ínsula mítica? ¿Por qué en una entidad donde la UAEM, hoy es una universidad de peso en casi todas las ramas del saber, Morelos ha sido gobernado por enemigos de la inteligencia?

Personajes como Rodolfo le hacen falta a Morelos. ¿Dónde estan mujeres y hombres de la ciencia, tecnología, humanidades, ciencias sociales, y por qué no ocupan cargos de relevancia en el gobierno de Morelos? ¿Qué fuerza los ha desplazado por rudimentarios políticos de cachiporra y pedrada? 
El fervor, empuje y vigor de Rodolfo, es un ejemplo que se debe de revalorar en Morelos y buscar en las arterias del Tamoanchan para crear las condicones de un Renacimiento, no solo de lo morelense, como unidad identitaaria, si no de un regresar a las raíces, perdidas y hundidas en el limbo.


xxx Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Comunicólogo, maestrante en ciencia política y, diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom

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