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MARCELO EBRARD y ABELINA EN ACAPULCO. EL IMPACTO REAL Y VIRTUAL


Por Julio Zenón Flores Salgado*

 


La visita del Secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, al puerto de Acapulco, tuvo un impacto más allá del visible para su aspiración a convertirse en candidato presidencial del partido Morena en la elección del 2024, para suceder en el cargo a Andrés Manuel López Obrador.
Pero, como efecto espejo, esa visita provocó también un impacto en la imagen de la presidenta municipal Abelina López Rodríguez, que rompió las barreras de lo local.
Desglocemos los escenarios:
El canciller Marcelo Ebrard es percibido como un personaje cercano y confiable del presidente López Obrador y con los arrestos y preparación suficientes para ser su sucesor, lo cual el propio presidente de la república ha dejado en claro al incluirlo entre las peyorativamente denominadas “corcholatas” presidenciables, pero no se sabía qué tanto la gente de Guerrero lo tenía en esa consideración.
La cantidad y el tipo de personas que logró convocar a sus eventos, oficiales y no oficiales, en el Puerto, así como los gritos de ¡Presidente! ¡Presidente!, que se escucharon, en particular en La Sabana, lo ubicó ante la opinión pública como un hombre bien aceptado en Guerrero, con carisma y con operadores políticos capaces de ayudarle en el terreno, en su aspiración. Su visita mostró que sí tiene canicas para competir y que en Guerrero podría obtener un buen resultado.
Pero por otro lado, la influencia del evento oficial de Acapulco, sin ningún problema legal pues vino en su calidad de canciller con su cónsul en Orlando Florida y como enlace con un prominente empresario estadunidense filántropo que vino a comprometer recursos internacionales para resolver uno de los graves problemas del municipio, alcanzó un impacto nacional e internacional muy favorable al canciller, al pintarlo como un gestor internacional eficaz de recursos y como hombre preocupado por los problemas locales. La lectura sería en el sentido de que es alguien que usa la política para resolver problemas, no para andar en grillas.
Como tal, esa imagen le beneficia ante el sector empresarial mexicano, ávido de alguien que maneje bien las relaciones internacionales, pues cosas tan elementales como la cotización de nuestra moneda o los precios de los energéticos y de los propios alimentos, se definen en esos escenarios y no sólo por las acciones intranacionales, en ese mismo sentido, el canciller posicionó una imagen positiva en el extranjero, como un “facilitador” del arribo de inversiones extranjeras a los servicios públicos en los municipios, que es un filón de negocios codiciable para los grandes capitalistas y necesario para los ayuntamientos que no tienen recursos propios suficientes para resolver las grandes carencias en ese terreno.
Todo ello, por contrapartida, hizo pasar al olvido rápidamente la visita de su competidora interna en Morena, la gobernadora de la CDMX, Claudia Sheimbaun, que estuvo el pasado fin de semana en un evento casi desapercibido y mal manejado mediáticamente.
Efecto Espejo y Abelina
En lo local, el personaje que sin duda acaparó los beneficios de lo bien manejado de la visita de Ebrard, fue la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, que rompió con ese evento el cerco informativo que amenazaba con asfixiarla, sumida como estaba en la vorágine de la problemática social local y la escasez de recursos para atenderla.
Aunque no fue la única que operó la visita, sí acaparó los beneficios, no sólo por ser la anfitriona, sino también porque se proyectó como una gestora ya no sólo de asuntos domésticos, como lideresa social que se le ha considerado, sino como una gobernante con capacidad de gestión nacional e internacional y rompió el aislamiento político en el que parecía encontrarse, como si estuviera políticamente sola, al interior mismo de su partido, pues es claro que Ebrard tiene un importante peso en las decisiones nacionales de Morena.
Adicionalmente, la presencia de Ebrard dándole respaldo, además de demostrar que no está sola en Morena, y al haber traído al empresario estadunidense que llevará a cabo las obras de saneamiento en Acapulco, junto a la presencia de Juan Sabines, cónsul de Orlando, Florida, le permitió acallar las críticas de quienes le acusaban de haber ido a esa ciudad norteamericana solamente a pasear.
Aun cuando en la realidad hasta el momento todo sea solamente una promesa (pura saliva) y todavía no se vea ni un solo dólar verdadero invertido en el saneamiento de Acapulco, el solo evento de la Sabana ya dejó la impresión, la imagen, la percepción social, de que su viaje a Florida fue un éxito y no como se creía, un paseo a Disneylandia.
Lo que no hay que olvidar, sin embargo, es que de la promesa debe pasarse a la acción, pues de lo contrario toda la imagen positiva causada ahora con esta visita, se va a diluir y hasta se puede volver contraproducente, si la gente percibe que pasan los meses y la obra de saneamiento no se aterriza.
Esa es la gran tarea que le queda a la alcaldesa Abelina López, concretar la inversión y la obra y no es nada fácil, sobre todo porque no todo su equipo es confiable y porque muchos de ellos ya andan más preocupados por amarrar algo para el 2024, en lugar de consolidar su tarea de gobierno.
Esperemos.





xxx Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista, escritor y profesor universitario. Diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom

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