Baldemar Gómez Roque
Chilpancingo, Gro., a 23 de junio de 2022.- Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, se sumó a la exigencia de justicia por el asesinato de los sacerdotes Jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar asesinados en la iglesia de Cerocahui en la sierra tarahumara en el estado de Chihuahua y por todos los muertos y desaparecidos en el estado de Guerrero y el país a causa de este estado fallido.
Subrayó, ¿por qué para protestar siempre tienen que morir personas de alta investidura como los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar asesinados en la iglesia de Cerocahui en la sierra tarahumara en el estado de Chihuahua?; que, al haber asumido el compromiso con la gente que sufre todos los males sociales en los lugares más apartados y que por esa razón se convirtieron en personas incomodas para los intereses del gobierno, quien no dudo en utilizar a los miembros de un grupo paramilitar para asesinarlos.
Y que desgraciadamente las consecuencias de la injusticia social, la inseguridad y la violencia que se vive se ha normalizado tanto que solo cuando ocurren hechos como el ya mencionado hace que se eleven muchas voces exigiendo justicia y denunciando a un estado fallido y la dictadura militar disfrazada de guardia nacional y que es hermana carnal de los grupos de narco paramilitares que junto con ella llevan a cabo la guerra de contrainsurgencia contra el pueblo.
Y que se no se sabe dónde quedaron las ocho medidas para pacificar el país, que al inicio puso sobre la mesa el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, ya que en el país hay más de 350 mil asesinados y más de 100 mil desaparecidos y no pasa nada, pero estamos peor que algunos países que han estado en guerra; pero el gobierno sigue apostándole a los abrazos y no a los balazos.
Que al fin y al cabo el pueblo es el que pone los muertos, también le apuesta a que dos o tres carteles tomen el control del territorio nacional aniquilando o sometiendo a otros grupos en crecimiento para que, ya, bajo su control social se evite la organización y la protesta por la falta de justicia e igualdad social, que nadie proteste por la destrucción, la contaminación, el despojo y el saqueo de todos los recursos naturales.
Y que retomando lo dicho por el rector de la universidad iberoamericana de puebla, Mario patrón; "se diluyeron esas ocho medidas y sólo quedó la guardia nacional, un cuerpo policial militarizado, como la única medida para pacificar el país", tomando en cuenta tal aseveración, no hay duda que, como ya lo hemos dicho, la guerra de contrainsurgencia continúa y será imposible lograr verdad, justicia, reparación del daño y garantías de no repetición, por el contrario se preparan para repetir las acciones de exterminio contra la disidencia social que se avecina y para ello se ha legalizado una dictadura militar de mediana intensidad y por otro lado se sigue fortaleciendo a dos otres grupos de narco paramilitares para que realicen las mismas acciones que los militares y así las instituciones lavarse las manos, descargando su culpa en otros actores que obedecen a las mismas directrices e intereses.
Y solo ver como se acomodan las cosas, así como por casualidad en días pasados, como si quisieran distraer; el gobierno ofreció facilidades para conocer la verdad sobre las responsabilidades de los militares y otros actores al servicio del estado en las casi tres décadas de terror que vivió buena parte del pueblo mexicano, especialmente de estados con grupos insurreccionales que tuvieron decenas de desaparecidos por parte de los militares y otros grupos paramilitares de contrainsurgencia pero, en contra partida anuncian que se va a honrar a los militares muertos en la misma época, tratando de responsabilizar a las víctimas de desaparición forzada a los asesinados y a los guerrilleros caídos en combate de lo que les sucedió e incluso de la muerte de los militares como si hubieran muerto en los cuarteles como si sucedió con decenas de desaparecidos, o sea que los militares son inocentes.
Donde sin duda es necesario conocer la verdad y conquistar la verdad, la justicia, la reparación del daño, así como las garantías de no repetición sin perder de vista que esta lucha se inició prácticamente desde el momento de la desaparición. Donde hicieron hacemos un llamado a los familiares de los más de 350 mil desaparecidos y de los más de 100 mil asesinados a unirse en una sola lucha para exigir verdad, la justicia, la reparación del daño.
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