MIRADA INTERIOR
Por: Isaías Alanís
Mientras se lleva a cabo un holocausto casi global por la ausencia de granos provenientes de Rusia y Ucrania, el impacto de la guerra y las patadas que está dando al orden económico mundial, léase con beneficios para los poderosos, se teje sobre campos minados la otra guerra, esa que abarca toda la creación y que está íntimamente ligada a los grandes fabricantes de armas y a las industrias de los principales contaminadores, que esta generando a paso veloz, el calentamiento global, guerra irreversible y mortal como el estallido de una bomba atómica, si no se toman las medidas previstas, estamos llegando a crear las condiciones para una muerte lenta del planeta y la desaparición de millones de seres humanos por hambruna, como ya sucede en África y otras regiones del planeta.
Incendios, sequías, desabasto de alimentos, presas sin agua, ríos contaminados que pierden su caudal, icebergs muertos, ausencia de nieve en los volcanes, en tanto los señores de la guerra destructora y económica miden sus ganancias sacando cuentas de los cadáveres que van a quedar después de una invasión tecnológica con armas letales.
Si la violencia es un signo del mundo, la selectiva ecuación de ajusticiamientos contra periodistas, líderes, mujeres, defensores de los derechos humanos y del derecho a la tierra, estudiantes masacrados, y una violencia de estado imparable.
Un ejemplo es el asesinato contra la periodista de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh a manos de fuerzas israelitas mientras cubría una incursión del ejercito israelí a campo de refugiados en Cisjordania. Si el crimen es muy grave, la actitud de la policía que reprimió a los que cargaban el ataúd con el cuerpo de la periodista es muestra de la impunidad del ejercito israelí y la protección del gobierno de ese país a sus fuerzas armadas, que no solo mata a niños y mujeres, sino también a periodistas valientes que cubren sus atrocidades bélicas.
En México, el doble crimen de las periodistas; Yesenia Mollinedo Falconi, directora del portal El Veraz, y Sheila Johana García Olivera, camarógrafa de ese medio digital, fueron asesinadas a balazos el 15 de mayo pasado en Cosoleacaque, Veracruz. Además de las dos periodistas y José Luis Gamboa, tan solo en Veracruz. Durante la gestión de Cuitláhuac García suman ya siete comunicadores ultimados: Jorge Celestino Ruiz, María Elena Ferral, Julio Valdivi, Jacinto Romero Flores y José Luis Gamboa Arenas, a quienes ahora se sumaron Yesenia y Sheila, en Veracruz. A esta lista se suma: Luis Enrique Ramírez, en Sinaloa; Heber López, en Oaxaca; Lourdes Maldonado y Margarito Martínez, en Baja California; Juan Carlos Muñiz, en Zacatecas, y Armando Linares, en Michoacán.
¿Hasta cuando parará esta cadena de crímenes impunes? A cinco años del asesinato del periodista de RioDoce y colaborador de la Jornada Javier Valdés Cárdenas, familiares y periodistas exigen que Dámaso López Serrano, alias el “Mini lic”, sea extraditado a México y no se convierta en “testigo protegido” en EEUU para ser juzgado como autor intelectual de la muerte del comunicador. ¿A la justicia gringa, que hundió un barco para arrebatarle a España la Isla de Cuba, que invadió Corea, Viet Nam, bombardeo Panamá, la Casa de
Moneda para derrocar a Allende en Chile, que invadió Palestina, Irak, Afganistán, entre cientos de operaciones en el mundo, le va importar la muerte de un periodista mexicano?
Y en México, donde se mata periodistas, líderes sociales, defensores del medio ambiente y existe una larga cadena de feminicidios, ¿Qué medidas toma el gobierno de la 4T ante la violencia del narco en México? Mientras empresarios que han visto perder privilegios, políticos de partidos opositores en quiebra, columnistas y periodistas afectados por el recorte al pago de mega chayotes, en diarios y medios de comunicación masiva, televisión y radio hacen una campaña en contra de los avances en algunos rubros metidos en la agenda nacional, como el de la reforma eléctrica, y con el tema central que ha gangrenado a México, el de la corrupción, ¿Cuántos políticos y empresarios corruptos están en la cárcel y por qué al principal corruptor, EPN, anda bien campante viajando por el mundo, con la plata que cosechó con una cadena de tranzas que han afectado severamente al país?
En tanto aconteció una asonada supremacista aduciendo una limpia racial, Payton Gendron de 18 años asesinó a tiros a 10 personas e hirió a otras tres –afroestadunidenses en su gran mayoría– en un supermercado de Buffalo, Nueva York. Su motivo es la idea de la ultra derecha Kukusklana de que en Estados Unidos existe un “remplazo de la población blanca de origen europeo por negros e inmigrantes de varias etnias”. Payton producto de las ideas de odio, transmitió su crimen por Internet en tiempo real y se declaró supremacista y fascista ante un juez. Así reduce el País las causas de este magnicida: “Gendron es el producto de un cóctel mortal: la intoxicación de teorías de la conspiración como la del gran reemplazo, antes limitada a la ultraderecha, pero que gracias a telepredicadores como el populista Tucker Carlson y algunos políticos republicanos, se ha convertido en popular; más la facilidad para acceder a armamento, un hecho que plantea, de nuevo, el dilatado debate sobre el control de armas. Todo ello en el marco de una oleada de violencia armada rampante y calificada de epidemia por la Casa Blanca”.
En Ucrania la muerte llega del cielo, en los EEUU dentro de su propio territorio se libra una batalla donde las drogas están causando estrago en la población joven que muere de sobredosis y de tipos como Gendron que armados hasta los dientes y con una frialdad enfermiza, planeó todo con el objetivo ya señalado.
En México, la violencia es desesperante y nadie está exento de padecerla. Se ha llegado a extremos peligrosos y este coctel explosivo en manos de la ultra derecha mexicana y del vecino país, pueden, o ya estan, despeñando a la republica en una espiral de violencia con fines catastróficos para el futuro de los mexicanos.
DE REOJO
El homicidio de Devhani Escobar y todas las verdades a medias del aparato montado por la ineficiencia de la Fiscalia de Monterrey, han sido utilizadas en forma morbosa y carroñera por los medios de comunicación. Los casos de feminicidios en Nuevo León cuyas cifras son muy altas, no se van a detener con la exposición morbosa del caso de esta jovencita asesinada de un golpe contundente en la cabeza y después lanzada a la cisterna del Motel Nueva Castilla y encontrada trece días después de su desaparición, y el circo romano mediático montado por televisoras, estaciones de radio y redes socio digitales, son inútiles ante la muerte de una joven, más bien suben las audiencias y las televisoras incrementan sus ganancias al transmitir y retransmitir la misma historia de la joven asesinada.
Las tácticas mediáticas de la guerra entre Rusia y Ucrania apoyada por EEUU, guardando las distancias, tiene una carga semejantes a lo acontecido con esta joven violada y asesinada a sangre fría y es un signo más de la descomposición social y humana, en la que vivimos en los albores del siglo XXI.
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