Por Julio Zenón Flores Salgado/Trasfondo informativo
El Partido Movimiento Ciudadano (MC), que dirige Dante
Delgado a nivel nacional y que a nivel estatal no ha sido soltado del todo por
el empresario Luis Walton Aburto, podría ser el próximo puerto a donde arribe
la embarcación bamboleante del ex candidato a gobernador de Guerrero, por la
alianza PRI-PRD, Mario Moreno Arcos.
La noticia fue difundida este viernes 4 de marzo por el
portal “Última Hora de Guerrero”, que dirige Ernesto Caballero, basado en una declaración del dirigente estatal de MC, el doctor
Adrián Wences Carrasco; aunque a decir verdad, no es la primera vez que se
habla de la posibilidad de que el ex funcionario del gabinete de Héctor
Astudillo Flores, ex diputado local y ex alcalde de Chilpancingo, abandone las
filas del tricolor, luego de que en la pasada elección de gobernador fuera
derrotado por la actual titular del poder Ejecutivo estatal, Evelyn Cesia
Salgado Pineda con un amplio margen y que en vez de reconocer los resultados se
lanzara a la aventura de impugnar unos resultados que ya se advertían
irreversibles, acusando acciones fraudulentas de los triunfadores y señalando a
los principales cabezas del tricolor de haberlo traicionado.
En rigor, la salida de Mario Moreno se empezó a hilvanar
desde el momento de conocerse las cifras electorales que le resultaron
adversas, alimentado por su amigo, a quien se empeñó en llevar como compañero en
la contienda electoral, para sumar votos en Acapulco y quien fuera a su vez
candidato de la misma coalición, pero a la presidencia municipal, Ricardo Taja
Ramírez, quien de igual manera, en vez de asumir autocríticamente los
resultados buscó culpables fuera de la campaña electoral y de los errores de estrategia
cometidos durante la contienda, y apuntando el índice acusador hacia dentro del
partido que lo postuló.
Y es que un partido que vive momentos críticos
electoralmente hablando se vuelve poco atractivo para personajes políticamente
preponderantes que se consideran a sí mismos más valiosos que la estructura
partidista y asumen que si ganan es por ellos mismos y sus estrategias y aliados
personales y que si pierden no es por sus errores, sino por los errores y
traiciones del partido, situación que no hay que ser vidente para entender que
vive el PRI y que le ha conducido a una serie de deserciones importantes,
aunque se trate de aquellos que tienen en poca valía la lealtad partidista.
En ese contexto, ambos personajes comenzaron a tejer su
salida y fue Taja Ramírez quien estableció los puentes con personajes
nacionales del partido Naranja, para preparar el arribo de ambos y sus cuadros
que habían colocado en gobiernos municipales durante el pasado proceso
electoral, aunque a Ricardo se le atravesó la sentencia del Tribunal que lo
inscribió en el padrón de los culpables de violencia política de género, lo que
lo inhabilitó por seis meses, retrasando su integración al nuevo partido de sus
simpatías, pero preparando el camino para que arribe su colega Mario Moreno,
con el argumento de que éste último no recibió suficiente ayuda en la campaña y
no consiguió los respaldos suficientes de consejeros tricolores para pelear
seriamente por la dirigencia estatal del PRI.
Con la idea de que MC va en ascenso y el PRI vive una crisis,
todo indica que los naranjas sí le darían a Moreno la ansiada dirigencia
estatal, para estar en condiciones de jugar un papel decisorio en los comicios
del 2024.
Todo lo que era, hasta ayer, una especulación hilvanada por
datos sueltos, cobró certeza este viernes, con la declaración franca del dirigente
estatal de MC, Adrián Wences Carrasco, un hombre de palabra seria y que no es
conocido por soltar declaraciones sin sustento.
Ese es el nuevo escenario del priismo, en donde tendrá que
definir con quienes realmente cuenta y con ellos determinar una dirigencia
estatal y municipales capaces de relanzar a ese partido y reconstruirlo en los
meses que quedan antes de las elecciones del 2024.
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