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MIRADA INTERIOR VIOLENCIA Y CRIMEN EN EL JUEGO DE LA PATADA (Primer parte

MIRADA INTERIOR

VIOLENCIA Y CRIMEN 

EN EL JUEGO DE LA PATADA

(Primer parte)


POR ISAÍAS ALANÍS


Se vive una neurosis global por la guerra en Ucrania que se pudo haber evitado si las potencias como EEUU hicieron uso del sentido común, el orbe no estaría en los límites de una guerra expansionista no solo de Rusia sino de los países aliados de la Unión Europea y la OTAN. Ante las demandas independentistas rusas en Ucrania la negativa de occidente fue letal, y la respuesta del ejercito más potente del mundo salió a escena con las consecuencias terribles. Ucrania también es Corea, Viet Nam, Irán, Irak, Palestina, Afganistán, África y América Latina donde el monstruo norteamericano tiene metidas las manos a través del control de la economía y una invasión blanda en casi todos los países, y México no es la excepción.

La demencia senil que le endosan a Vladimir Putin es ficticia. Rusia actúa como una medida de auto defensa ante el avance de occidente a sus fronteras, donde se viven horas de horror, en esa área que desde hace décadas es una frontera caliente.


Y en medio de la consternación por la invasión rusa, en México la violencia no para. Territorios tomados por la delincuencia han creado un auto gobierno. Gobiernos estatales y municipales ante el avance de la delincuencia están indefensos ante bala y dinero, que invade y sitia curules, alcaldías y gubernaturas; a magistrados y jueces. Se planta con su poder de fuego, económico y controla una región convirtiéndose en un auto gobierno cuya bandera política es la violencia. 


No se le puede pedir a los gobernantes de los estados de Sonora, Veracruz, Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Tamaulipas, por citar unos cuantos, ocupados por la delincuencia, que erradiquen la intromisión de estos grupos en la conducción de una región en particular, porque existen lugares donde han usurpado el poder desde hace décadas y lo han tomado por asalto duro o blando; intimidación, crimen, impunidad y cohecho.


En el contexto de la violencia sistemática en que vive la nación; fusilamientos video grabados y como en un thriller chafa de Netflix, el equipo de limpia levanta los muertos, se los lleva a una fosa clandestina o a un deposito de cadáveres donde serán desaparecidos con ácido. Y en una cancha aporrean a jóvenes hasta dejarlos inconscientes o causarles a muerte. La otra cara de la moneda: es Guerrero: Félix Salgado Macedonio recorre el estado, mientras en las siete regiones de la entidad hay muertos, "granadazos", balaceras y Salgado Macedonio como promotor de la revocación, canta en barrios y colonias de Acapulco y en poblaciones del estado. En Morelos, Cuauhtémoc Blanco, el "Pitágoras de Tepito", no le atina al balón ni de penalti contra Graco y la "reta" de la sagrada familia Ramírez Garrido Abreu. 


VIOLENCIA DE LA PATADA


En la cancha nacional se lleva a cabo una batalla entre dos poderes, el del dinero de opositores a la 4T y el del presidente; abundan crímenes de alto impacto de periodistas y lideres, y como por arte de magia futbolera, el estadio Corregidora de Querétaro se convierte en el Coliseo Romano, la maliciosa reyerta de las barras del Atlas y Gallos Blancos, pudo haber sido una provocación planeada al verse a jóvenes con walkie talkie en la cancha dando instrucciones. Se desató la guerra ante la complacencia y complicidad de los cuerpos de seguridad; la cancha se convierte en una metáfora de un México incorregible e irracional.


El fut bol es un deporte de masas y esta manejado desde televisa y otros consorcios que lo han convertido en cuerno de la abundancia de recursos ilimitados.

Pese a la mediocridad del soccer mexicano en comparación con otros países, cuenta con millones de seguidores nacionales y en el extranjero es una levadura imponente para las apuestas y el "amañe" de partidos. 

La Federación Mexicana de Fútbol Asociación, A.C, órgano rector de la asamblea General del deporte de las patadas, cuya participación es mínima ya que en "la Primera División con el 55% de los votos; Primera División "A", con el 5%; Segunda División, con el 18%; Tercera División, con el 13%; y, el Sector Aficionado con el 9%", lo que indica su nula participación dejándole a presidentes de clubes un lucrativo negocio: venta de chelas, trompetas, camisetas, boletos y en las apuestas internacionales, a la joya de la corona.


Acudí hace tres años al Estadio de la Cudad Universitaria a presenciar el clásico Pumas-Chivas, un partido para dar sueño. Asistieron según el tablero electrónico 43, mil aficionados. Vi de cerca la violencia de las porras del Guadalajara contra la de Pumas. Y la magia del encuentro fue cuando el sonido del estadio anunció que se serviría la última ronda de cervezas, eso fue 20 minutos antes del silbatazo final. Cada costaba 85 pesos. Si la mitad de los aficionados compraron una, estamos hablando de 20 mil y pico de chelas, lo que significa 1 millón 700 mil pesos de venta por 90 minutos de juego. 


A estos le agregamos comida chatarra, tortas, sodas, lo recavado es de aproximadamente 2 millones de pesos. ¿Quién maneja este negocio? ¿Empresas concesionadas, dueños de estadios a través de empresas fantasmas, socios, fundaciones, lavadores de dinero? 

El deporte nacional, el negocio -no el espectáculo- está en las patas de una mafia de entrenadores centroamericanos, sudamericanos y mexicanos que reciben indicaciones directas de dueños y entre ellos arreglan los juegos y han hundido al balonpie en una mediocridad portentosa, una cafetera de presión social y un negocio redondo pese al mal espectáculo que ofertan. ¿Los dueños de Diablos Blancos reciieron una amenaza del crimen organizado para pagar cuota y al negarse "calentaron" el estadio sabedores del impacto mediático que atraería?


En un partido de futbol, el verdadero acto simbólico y ritual, no está dentro de la cancha, está en tribunas donde al calor del alcohol, drogas la gente juega su propio partido contra sus demonios atávicos con las consabidas consecuencias; en bares, casas y oficinas donde siguen los encuentros por televisión, atiborrada de comerciales ofensivos y en los esporadicos triunfos de la selección: en calles, monumentos y edificios donde la Patria Futbolera es Primero el desmadre.


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