Por Julio Zenón Flores Salgado
En su visita a Guerrero el presidente Andrés Manuel López
Obrador “tiró línea”, como se dice en el argot de la clase política actual,
para que quienes tienen algún cargo de representación popular gobiernen para
todos y no solo para una parte.
“Partido viene de parte, representa a una parte de la
sociedad, pero gobierno, es para todos”, dijo ante un grupo de alcaldes de la Montaña
y Costa Chica reunidos con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda (quien por
cierto recibió su dosis de apoyo del presidente mexicano al decirle que es “de
primera”), que precisamente provienen de distintos partidos políticos y que
recibirán no solamente recursos económicos extraordinarios para la
rehabilitación y construcción de caminos, sino la visita del propio presidente
López Obrador, para supervisar los avances cada tres meses a partir de mayo,
hasta completar las 23 demarcaciones municipales, quien estará acompañado del
Secretario de Hacienda, Mario Ramírez, para que “se sensibilice”, que equivale,
en términos prácticos, a llevar la chequera consigo.
Una acción directa, más allá del discurso presidencial, es
el anuncio de López Obrador de la construcción de un nuevo centro de
rehabilitación TELETÓN, nada menos que en Tlapa, municipio gobernador por el
PRI, lo que indica que el presidente está dispuesto, en Guerrero, a transitar
de las palabras a los hechos, aunque eso siga siendo insuficiente para el
secular atraso de esta entidad a la que el país le debe tanto, como repite el
titular del Ejecutivo federal, y quede, desafortunadamente, en apoyo tipo
dádivas, apoyo importante sí, pero que no aportan a sacar del atraso y la pobreza
a los guerrerenses, ya que no viene acompañado de proyectos de inversión que
detonen la economía estatal y promuevan el desarrollo no la dádiva en efectivo.
El tema profundo de la visita presidencial y la reunión con
la gobernadora y los alcaldes de distintos partidos políticos, junto a la clase
de historia que da en cada participación, es el de entender que Guerrero tiene
características especiales, dice él que por “la costa y la calor”, que le ha
hecho jugar un papel en los procesos de transformación y que le ha hecho
levantarse en armas, como en los movimientos de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez,
para enfrentar al tiranía, apunta hacia la necesidad de buscar los consensos,
entre las diferentes fuerzas políticas.
Desde el gobierno estatal sin duda se ha visto esa
tendencia, que indica una aceptación de la “línea” presidencial, de creer en el
pluralismo como vía de la búsqueda de soluciones conjuntas a los problemas
ancestrales y lo mismo se ha visto en la conducción de la Junta de Coordinación
Política (JUCOPO) del poder legislativo local, que encabeza el diputado Alfredo
Sánchez Esquivel.
Es precisamente esa la fortaleza de Sánchez Esquivel, que no
esperó a que viniera el presidente López Obrador a reiterar que el gobierno es
para todos, sino que desde el principio supo que consensuar es la palabra clave
para no entrar en parálisis legislativa y que había que acordar con el PRI y el
PRD, sin entrar en componendas, cediendo lo razonable, pero sin perder el rumbo
de las propuestas morenistas, en el trato con los coordinadores de las otras
fracciones, con mucha mayor edad y experiencia legislativa, que en un principio
podrían haber pensado que a Alfredo lo podían “chamaquear”.
Los resultados de ese enfoque político de Sánchez Esquivel
asoman en el nombramiento de una titular de la Fiscalía General del Estado
(FGE), de origen militar cuyo perfil anticorrupción es irrebatible y su
fortaleza para limpiar la dependencia innegable; de igual manera en los
acuerdos en torno a la Auditoría General del Estado (ASE) y en otros temas, en
los que se ha avanzado, sin recurrir a las viejas prácticas de cooptar
diputados de la oposición con el apoyo del gobierno estatal en turno.
Todo indica en ese sentido, que la coincidencia política con
el presidente de la república López Obrador y con la gobernadora Evelyn Salgado
es real y que eso lo convierte en pieza importante para trabajar los temas
necesarios para acompañar desde el congreso la consolidación de la llamada
Cuarta Transformación, en Guerrero, sin avasallar, en un ambiente de búsqueda
de consensos y entendiendo la pluralidad y la aversión que le tenemos los
guerrerenses a la tiranía y las imposiciones.
Dada la juventud biológica de Sánchez Esquivel, habría que
no perderlo de vista en el futuro político a mediano y largo plazo.
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