Por Julio
Zenón Flores Salgado
La reunión
entre la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda y la titular de la
Fiscalía General del Estado (FGE), Sandra Luz Valdovinos Salmerón, en donde la
titular del poder ejecutivo estatal expresó su respaldo a la teniente coronel a
cargo de la persecución del delito, era necesaria hace semanas, pero se volvió
urgente hace unos cuantos días, cuando la titular de la FGE llenó los encabezados
de prensa que daban cuenta de un enfrentamiento físico que tuvo con una ex
directora de área.
En ese
momento, en que la Fiscal quedó bajo los reflectores se observaron las grandes
deficiencias de ese organismo y el enfrentamiento y las acusaciones que cruzaron
con la ex funcionaria despedida sirvió sólo como la punta de la madeja de una
serie de cuestiones que estaban en el lado no iluminado de la luna, pero que se
evidenciaron y que ameritaron la atención a fondo, y aunque no se dudara de la
capacidad de Valdovinos Salmerón, pues se trata de una teniente coronel forjada
en el ejército mexicano y con instrucción académica en el área del derecho
penal, sin embargo era claro que sola no podría atender las necesidades que se
hicieron obvias.
Si bien era
necesario mantener una sana distancia entre la gobernadora Evelyn y la Fiscal
Sandra, para que no se diera pie a los comentarios maledicentes sobre una
posible “fiscal carnal”, es decir, a modo, para ser usada políticamente por el
partido en el gobierno contra sus enemigos políticos, también era fundamental
entender que ambas son aliadas, son compañeras del mismo barco y van por la
misma ruta, aunque desde trincheras diferentes, para cumplir al pueblo de
Guerrero en un tema en el que se tiene una deuda histórica: el tema de la
seguridad pública, que pasa por el camino de la investigación de los delitos y
la comprobación inatacable de la culpabilidad de los perpetradores, para frenar
la impunidad, que como bien se ha dicho bastante, es la reina de las causas que
llevan a la delincuencia a seguir su camino de maldad, sabiendo que no serán juzgados
y que de ser detenidos saldrían fácilmente del embrollo, en ocasiones sin pisar
siquiera la cárcel.
Para cumplir
esa encomienda dada formalmente por el Congreso de Guerrero a la Fiscal debía
transitar primero por el combate a las viejas prácticas de corrupción, de
ineficiencia, de justicia vendida, de ligas bajo el agua con los criminales que
asuelan el estado, y eso solo se podría lograr, si con una persona honesta y
con la confianza presidencial dirigiendo la Fiscalía y con un cuadro de apoyo en
las áreas estratégicas, pero también con los recursos etiquetados y
adicionales, que sólo la gobernadora puede aportar.
Aún más, el
trabajo de la fiscal, con todo lo honesta que pudiera ser, se vería frenado,
sin el respaldo político de la primera autoridad estatal y eso sólo
beneficiaría a los criminales.
Por eso es
tan importante la reunión que tuvieron Evelyn Cesia y Sandra Luz, en el palacio
de gobierno, por eso es tan importante que la gobernadora le haya reiterado su
respaldo a la Fiscal, pues eso crea la expectativa de que la limpia en esa
dependencia va en serio y a fondo, pero que hay recursos para cubrir las prestaciones
legales tanto de quienes ponen el pecho en sus labores diarias en la
investigación del delito, como de aquellos que no tienen más la confianza de
quienes dirigen la FGE y deben dejar el cargo, liquidados conforme a la ley
laboral vigente.
A fin de
cuentas, una fiscalía confiable, equipada, eficaz y eficiente, dirigida por una
militar con fama de recta, es sólo un instrumento para lograr el combate a la
inseguridad y la criminalidad en el estado, que es una tarea urgente e intransferible
de la gobernadora del estado, que forma parte de una de las políticas públicas
para garantizar gobernabilidad, paz y armonía, como reza el nombre de las
llamadas mesas de coordinación.
Un error
hubiera sido creer que por la autonomía y para no dar pie a acusaciones de
fiscal carnal Sandra Luz hubiera querido caminar sola, sin respaldo de la parte
política del estado. Se tardó un poco, pero a final de cuentas lo que importa
es que lo entendió. Los resultados serán mejores con apoyo que sin él.
Ahora resta
que ese apoyo político se ratifique en recursos, ya que se hizo un mal cálculo presupuestal
y en vez de fortalecerla le quitaron recursos, pese a las grandes carencias en materia
de equipo, capacitación, viáticos, unidades y armamento. Pero se está a tiempo
para una reasignación. Veremos si se hace.
Se podrá
decir que la voluntad política y el trabajo conjunto no bastan, y tendrán
razón, pero también es innegable que es un buen comienzo y puede ser la piedra
de toque. ¿No?
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