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MOMENTOS DIFICILES EN EL CONGRESO DE GUERRERO


 

Por Julio Zenón Flores Salgado

Los diputados de la LXIII Legislatura del Congreso de Guerrero han debido enfrentar situaciones difíciles en el poco tiempo que llevan ocupando la curul, lo que ha definido algunas situaciones que se deben puntualizar.

Los momentos más difíciles sin duda la vivieron, en particular el presidente de la Junta de Coordinación Política, Alfredo Sánchez Esquivel, sobre quien recae la responsabilidad de si se logra avanzar o se cae en una parálisis que ya algunos analistas creen ver que se avecina, fueron cuando se tuvo que tomar decisiones entorno a la selección de quien vendría a ocupar la Fiscalía General del Estado (FGE) y al momento de analizar y aprobar la ley de ingresos y el presupuesto de Egresos del estado de Guerrero.

Sobre esos dos temas no sólo estaba centrado el interés de la sociedad civil, pero además, en especial, el interés de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, representada, digámoslo así, por su padre el senador Félix Salgado Macedonio, quien nadie ignora que es un operador política y tiene mucha experiencia tanto en el tema legislativo, como en el cabildeo político, sin olvidar que hoy por hoy es el hombre más emporado de la entidad, así que lidiar con él no es nada sencillo y solo tiene dos salidas evidentes: o se le obedece ciegamente o se le enfrenta con inteligencia, pues nadie en su cinco sentidos, tendría las ganas o el interés de confrontarse abiertamente con él, pues eso significaría la muerte política.

Pero si bien Salgado Macedonio-Salgado Pineda resultan huesos duros de roer, los diputados, en particular los miembros de la JUCOPO, encabezados por Sánchez Esquivel, estaban obligados a no dejarse avasallar, a no permitir que el poder legislativo apareciera como subordinado al poder Ejecutivo que en términos constitucionales es su par, pero en la práctica política siempre ha sido su jefe jerárquico.

Cada diputado, incluidos los de Morena y los colmilludos del PRI y del PRD, sabía que tenían que hacer gala de sus mejores habilidades políticas para caminar por el filo de la navaja: ayudar a la gobernadora, sin aparecer como sus subordinados y sin dejar pasar errores, ausencias o cuestiones ajenas a lo que sus representados les demanden, que, hay que decirlo, aunque pareciera que los legisladores una vez que llegan a la curul se mueven solos, eso es solo en apariencia, pues tienen que responder tanto a sus partidos, como a sus fracciones y a las demandas de los sectores que representan.

En este último aspecto, cabe recordar que hay sectores que con muy activos e influyentes en la política y en la vida social del estado e incluso tienen la capacidad de romper la gobernabilidad, si sus intereses se ven trastocados; ejemplo de ello es la UAGRO, que reúne en sus aulas a casi 80 mil personas con capacidad de movilización estatal, los grupos campesinos, los policías comunitarios, los maestros, los transportistas, entre otros que no se quedarían cruzados de brazos si no eran escuchados.

De ahí que los dirigentes políticos de la actual legislatura y en particular el presidente del Congreso, debieron pasar momentos de angustia, sintiéndose como la carne del sandwuich, entre el proyecto de la dupla Evelyn-Felix, que sin duda tenia como premisa la austeridad e imponer cambios a la dinámica de antaño del uso de los recursos presupuestales, y los grupos de interés mencionados, cada uno de los cuales podría paralizar la entidad con sus movilizaciones.

El resultado está a la vista: Los dos temas salieron con limpieza.

Quizás el más rudo fue el relacionado con el nombramiento de la Fiscal, pues los legisladores venían consensuando en torno a uno de los tres de la terna enviada originalmente y todo el trabajo se vino abajo, cuando desde el centro del país les enviaron señales de que ni los diputados, ni el propio gobierno estatal podrían llevar mano, y que la salida para evitar un fiscal “carnal” o cuestionado en torno a sus intereses, era alguien externo, sin intereses estatales y con respaldo federal. La salida, sin embargo, les permitió verse bien, tanto a diputados como a Casa Guerrero, aunque hay versiones de que en el Senado no había mucha felicidad.

El tema del presupuesto, en cambio, fue manejado como un asunto más doméstico y si bien se respetó el proyecto enviado originalmente por el gobierno estatal, se subsanaron errores cometidos por la secretaría de Finanzas, detectados a tiempo por los diputados, y se permitió a los legisladores su espacio político para responder a sus representados y a sus partidos.

El resultado que recuperó montos presupuestales para municipios, para el campo, para periodistas, y para periodistas, entre otros, mostró que en el palacio legislativo sí hay operación política y permitió verse bien al presidente Alfredo Sánchez Esquivel, quien por su parte, debe estar agradecido al menos con Héctor Apreza, del PRI y con Raymundo Gutiérrez, del PRD, con quienes consiguió acuerdos salomónicos.

La experiencia debe servir para que en el futuro, en temas difíciles por venir, por ejemplo el nombramiento del titular de la Auditoría Superior del Estado (en lo que ya van muy atrasados) y en la distribución de los cargos administrativos del Congreso, que deben procesarse de común acuerdo, tanto entre las distintas fracciones partidistas que pesan en el pleno, como en la relación legislativo ejecutivo.

Por hoy una estrellita para Sánchez Esquivel, a quien deseamos que agarre fuerza, porque las cosas no vienen tan sencillas en el 2022.

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Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista, escritor y profesor universitario. Diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom

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