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¿DADOS CARGADOS EN LA ELECCIÓN DE FISCAL DE GUERRERO?


 Por Julio Zenón Flores Salgado

 

Ha sido un lugar común el que el fiscal general del estado de Guerrero sea designado por el gobernante en turno, aunque en algunas ocasiones se diga que es algún recomendado de la clase en el poder, no precisamente del equipo de quien gobierna formalmente desde Casa Guerrero.

Un ejemplo de ello fue el nombramiento de Xavier Olea, un hombre atrabancado, que metía al gobernador Héctor Astudillo Flores en problemas políticos, un día sí y otro también, pero que sin duda era un hombre de acción, que se hizo célebre porque anduvo en la sierra, dirigiendo personalmente al conocido delincuente apodado como “El Tequilero”. Nadie olvida que ese Fiscal fue grabado diciendo a los nativos de la sierra que lo iba perseguir hasta que lo encontrara y le “diera pa bajo”, lo que fue interpretado como una amenaza en contra del pobre criminal y terminar por correr al duro fiscal.

Se dijo entonces que ese destacado abogado penalista había sido recomendado para el cargo por un destacado priista que ahora es senador y que aparentemente mantenía cercanía con Astudillo Flores.

A la salida de Olea de la Fiscalía llegó Jorge Zuriel de los Santos, un joven y entusiasta abogado al que se ligaba con los hijos de los políticos más encumbrados de la época, pero que también fue visto en el terreno participando en los operativos en contra de los capos del crimen organizado que controlan buena parte de Guerrero.

Con esos antecedentes la elección del nuevo Fiscal de Guerrero arrancó con la idea de que ya estaba designado de antemano, uno de los amigos y colaboradores del senador Félix Salgado Macedonio, lo cual implicaba que el Congreso pasaba a tener un papel de ornato, pues el procedimiento formal indica que éste debe lanzar una convocatoria abierta, recibir las propuestas y hacer una primera depuración para enviar a la gobernadora Evelyn Salgado, una lista de los mejores diez (cuando menos diez), de entre quienes la mandataria debería de elegir una terna con los mejores y regresarla al congreso para que éste finalmente eligiera en el pleno, en votación abierta, al nuevo Fiscal.

La versión de que ya estaba asignado el cargo y que todo sería una farsa cobró fuerza y para desactivar ese rumor la gobernadora Salgado Pineda, salió al paso y declaró que no intervendría en el caso y que el nombramiento sería responsabilidad únicamente del Congreso.

Mientras que los aspirantes buscaban al senador padre de la gobernadora y más de uno ya se sentía Fiscal, el presidente del Congreso el diputado Alfredo Sánchez Esquivel, también estaba obligado a moverse para alejar de él la sospecha de que acataría órdenes y designaría como Fiscal al que le ordenaran y hábilmente abrió la convocatoria a los aspirantes, dándole una difusión tan amplia que acudieron a registrarse más de 40 abogados, entre ellos algunos que en su vida han pisado un ministerio público.

La apertura de la convocatoria dio la impresión de que en el congreso habría una fuerte lucha por definir al nuevo funcionario, ya que Morena no cuenta con la mayoría necesaria para definirlo, ni aún contando con sus aliados de siempre, así que eso podría atorar el nombramiento, como en el caso de las comisiones que se retrasaron varias semanas, antes de lograr un equilibrio.

La apertura permitió pues, a la oposición jugar en una cancha en la que antes estaba vedada, lo cual llevó al presidente del congreso, Sánchez Esquivel, a tomar una decisión salomónica: enviar la lista completa de los 44 aspirantes registrados, eludiendo así el encontronazo en la legislatura, que le hubiera echado a perder su duro trabajo para lograr consensos con la oposición y le dio tiempo para atender el tema de las 80 leyes de ingresos y presupuestos de egresos de los municipios.

El peloteo del tema rompió los plazos que se habían fijado, pues en un lance optimista Sánchez Esquivel había adelantado que para el 8 de diciembre Guerrero ya tendría Fiscal, y en vez de eso, llegamos al 13 de diciembre, sin que la gobernadora mande su terna, seleccionada de entre los 44 aspirantes.

Si hubiera dados cargados, todo ocurrirá como siempre ha ocurrido: la gobernadora enviará al congreso tres nombres, uno fuerte y dos débiles (y en la lista hay quienes no tienen ni idea de lo que es la FGE) y el Congreso no tendrá problema en votar por el fuerte, es decir, el recomendado, el que de por sí iba a ser el fiscal.

Pero si la gobernadora no quiere seguir jugando el viejo juego del policía chino, entonces no va a enviar ninguna terna, sino que regresará los 44 nombres para que el congreso los entreviste, ahora sí, uno por uno y la JUCOPO llegue a un acuerdo sobre el próximo fiscal.

Esta es la salida más confiable, aunque más larga, pues quien sea nombrado como Fiscal tendrá obligadamente el respaldo de al menos dos tercios del congreso, aunque no se descarta que, dada la habilidad mostrada hasta ahora por el coordinador, sea por unanimidad, sin que se pueda decir que hubo alguna imposición, derrotando así la vieja escuela de los dados cargados.

 

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Portal editado por JULIO ZENÓN FLORES SALGADO.- Periodista, escritor y profesor universitario. Diplomado en MKT digital www.facebook.com/trasfondoinformativo, zenon71@hotmail y por canal 11 de cable USAtelecom

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